La detención de seis presuntos islamistas evitó ayer un posible ataque con cuchillo contra los participantes en la media maratón de Berlín, en la que estaban inscritos 36.000 atletas, y contra el público que seguía la prueba.

Los sospechosos pertenecían al círculo de Anis Amri, el responsable del atentado perpetrado en Berlín el 26 de diciembre de 2016, en el que murieron doce personas al empotrar un camión de gran tonelaje contra un mercadillo navideño.

Según el periódico "Die Welt", la intención de los detenidos era vengar la muerte de Amri, que fue abatido por la policía italiana en su huida tras el atentado. El principal sospechoso estaba además en posesión de dos cuchillos especialmente afilados. La policía realizó registros en vehículos y en viviendas en varios lugares de la capital alemana.

Pese a carecer de indicios claros sobre los planes de los sospechosos, la policía, que los tenía permanentemente bajo observación, optó por proceder a su detención después del atropello múltiple en Münster, que en un principio se afrontó como un atentado aunque resultó ser la acción de un hombre con problemas mentales.