Ellos lo llaman "power rock", lo que no deja de ser, en cierto sentido, un pleonasmo. ¿Puede haber rock sin energía? En cualquier caso este cuarteto bilbaíno, que actuó en Vigo en junio pasado, regresa con un sonido más crudo y potente, el que contiene su último trabajo, "Un millón de hombres". En La Fábrica de Chocolate Club estarán acompañados por los vigueses Inerttes, cuyo nuevo trabajo, "Zona 16 milímetros", fue editado bajo el mismo sello que los vascos, Polar Records, y del cual ya escribimos aquí.
Dos hermanos, Javier Marcos (voz principal y guitarras) y Jaime Marcos (guitarras y coros), lideran esta banda que se declara seguidora de The Clash, Radiohead y Buzzcocks, y cuya formación completan Lander Urgoiti (bajo) y Josean Valle (batería y coros). En su gira española actuarán hoy en Oviedo y el domingo en A Coruña (sala Mardi Gras).
"Hemos roto con el sonido de la primera época. Las letras y la voz de Javier están ahí e inevitablemente pueden recordarte incluso a la etapa de Arde Asia", explica Josean Valle, batería del El Capitán Elefante, (ECE) que menciona el anterior proyecto de los cuatro músicos. Ahora somos los mismos integrantes pero con las ideas más claras. Vamos más al grano, sobre todo en directo, que es nuestro hábitat. Nuestros mensajes tienen una lectura positiva, colorista... más luz. Sin embargo, somos más salvajes. Por muchas etiquetas que nos pongan, sonamos a rock más que a otra cosa", dice.
Pese a la crudeza de las guitarras, los músicos de ECE dicen sentirse atraídos por el sonido discotequero de los 70, por la mezcla de funk y rock, y no reniegan de los estribillos pegadizos ni de los ritmos bailables como el de "Xanadú HD", que rinde homenaje a la E.L.O. y a la canción que interpretó el grupo británico con Olivia Newton-John. No es extraño que entre su público, como dice el batería de El Capitán Elefante, se encuentre gente de todas las edades, "desde poperos con pudor hasta punkys y rockeros sin complejos".
