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Música y naturaleza

El festival de rock ha hecho mundialmente famosa esta aldea de Caminha llena de encantos. Desde su puente medieval a su playa fluvial, todo aquí cautiva

Tramo del parque y la playa junto al río. // T.G.

Vilar de Mouros tiene nombre de música porque aquí se celebra el festival de rock que hizo célebre esta aldea de Caminha llena de belleza e historia. Con sus poco más de mil habitantes, es una de las tierras portuguesas más conocidas en el mundo. Fue la música la que colocó este lugar en el mapa de la fama pero sin duda su naturaleza hizo posible el éxito de los sucesivos eventos.

Tiene el festival de rock más antiguo del país, al que se suman su puente medieval, el río Coura, las aceñas, las playas fluviales, la pesca artesanal, su historia, sus gentes y sus tradiciones en un pueblo que tiene en su ruralidad uno de sus mayores encantos.

El viejo puente de finales del siglo XIV tiene la categoría de Monumento Nacional desde 1910. Atraviesa uno de los lugares más conocidos, el parque donde se celebra el mítico festival de música. Muy cerca están las playas fluviales y las aceñas (varias recuperadas), pero antes hay otras paradas de interés como la iglesia parroquial de estilo barroco, la iglesia do Senhor dos Passos, la capilla da Senhora do Crasto y los cruceiros y petos de ánimas que se extienden por esta pequeña parroquia que sigue sonando cada verano.

La playa da Azenha es uno de los lugares más concurridos cuando el sol calienta. Al abrigo de los vientos y con sus aguas cristalinas es un sitio perfecto para disfrutar de la naturaleza en un escenario "verdejante". Recorrer la senda del río Coura es disfrutar del susurro constante del agua, escuchar el trino de los pájaros y sentir el aroma de las variadas especies vegetales que crecen en este escenario de postal.

La APA -Agência Portuguesa do Ambiente- clasificó el año pasado este arenal como idóneo, describiéndolo como uma "praia rural, envolta por paisagem natural, curso de água limpa e fresca, rodeado de paisagens de vegetação intensa". El siguiente paso es conquistar la Bandera Azul para playas fluviales, algo que puede ocurrir muy pronto.

Vilar de Mouros se encuentra a apenas cuatro kilómetros de la marinera Caminha. La urbe que se asoma al Minho y al Atlántico alberga numerosas construcciones de interés como la iglesia matriz o la Torre do Relógio, otro Monumento Nacional testigo poderoso de las murallas medievales que cercaban la villa. Junto con el edificio de la Câmara Municipal y el de la Misericordia, ambos del siglo XVI, la torre forma un importante conjunto arquitectónico en uno de los rincones con más encanto de esta urbe.

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