Sadaka significa regalo en Krio, la lengua franca de Sierra Leona, país en el que nació Seydu, un músico africano que creció oyendo los cantos de su madre, mezcla de fullah y mandinga, y asimilando los ritmos que su abuelo arrancaba a las pieles de los tambores, vivencias que han marcado con fuerza sus señas de identidad.
Su vida ha sido una auténtica odisea pues, siendo muy joven, huyó de la guerra y llegó en una patera a las Islas Canarias como emigrante ilegal. No obstante, gracias a su talento y (los que lo conocen lo saben) su gran corazón, consiguió hacerse un hueco en la escena de la Word Music de España y Europa, tocando con músicos como Kiko Veneno, Raimundo Amador, Alejandro Sanz, Ketama, Yossue N'dour, Marian Hassan o Cesaria Evora, convirtiéndose en uno de los mejores percusionistas asentados en nuestro país.
Actualmente vive a caballo entre Madrid y Sierra Leona donde, en 2005, fundó Diamond Child School of Arts and Culture, una ONG cuyo objetivo es proporcionar educación básica y artística a los niños y jóvenes más desafavorecidos de su país natal. En este centro, los chavales, hoy en día unos 300, aprenden tanto bailes tradicionales como a fabricar instrumentos y a tocarlos ayudando así a mantener vivo el foklore de Sierra Leona.
"Sadaka (The Gift)", producido por la discográfica gallega Fol Música, es el tercer álbum en la trayectoria artística de Seydu. En él recoge la tradición de los trovadores fulha, manteniendo viva la tradición original de Sierra Leona y Liberia, "Palm Wine Music" o "Maringa". La edición del disco se enmarca en el lema de "dar voz a todas las voces del mundo" que ha hecho suyo este sello discográfico con base en Cangas de Morrazo.
Pero Seydu no se conforma solo con componer y tocar en este disco. También se preocupa por el mensaje y, el de este trabajo, es muy claro: una llamada "para que los africanos que viven fuera, regresen a África con su sabiduría".
