Las películas de época, sobre todo las ambientadas en algún rincón de Gran Bretaña -esta vez en Escocia- suelen contar con el atractivo añadido de sus bellos parajes. Compinchados con una fotografía preciosista y esmerada que consigue la complicidad de la luz para recrearse en la belleza, tenemos obras como "Sunset song". Una película donde lo hermoso choca con el terrible vapuleo al que el destino somete a la protagonista, una joven de principios del siglo XX adelantada a su tiempo, enraizada en su tierra y valerosa.
Esta película de Terence Davies destila romanticismo, nostalgia y clasicismo. Su atmósfera puede palparse, aunque el resultado embruja sobre todo a la vista. Como dice un personaje, "hay cosas bellas en el mundo, bellas porque no perduran, y por ello lo son aún más".
