Para quienes frecuentan los escenarios y los estudios de grabación vigueses, Diego Pacheco no es ningún desconocido. Guitarrista versátil donde los haya y virtuoso como pocos -aunque él, con modestia, lo niegue-, ha dejado su talento en más de 60 trabajos ajenos, y no ha sido hasta hace apenas un mes cuando ha lanzado su primer álbum propio, "Mesteño" (Pai Música), compuesto, arreglado y producido por él mismo, desde la primera a la última nota. Las colaboraciones de dos músicos de jazz de talla mundial, Antonio Serrano a la armónica y Jerry González al fiscorno, dan idea de la calidad y de la ambición de este trabajo.
El "mesteño" que da nombre al disco es el caballo de origen español fruto de cruces con numerosas razas. En inglés dio origen a la palabra mustang. Pacheco, gran aficionado a los caballos, utiliza este título para mostrar que su música es producto de muchas mezclas y cruces. "Empecé a los 14 años con la música clásica y con la guitarra española, hasta que descubrí el blues después de escuchar a Eric Clapton, Stevie Ray Vaughan, Gary Moore... -explica el guitarrista vigués, que ayer cumplió 42 años- Empecé a escuchar flamenco, a Paco de Lucía, a Manolo Sanlúcar, Vicente Amigo... Mis dos grandes influencias son el blues y el flamenco".
La cosa no quedó ahí. Después se zambulló en el jazz, la música cubana y la brasileña, la bossa nova, el guapango mexicano... "La base es el flamenco y luego hay muchos ritmos", resume.
Los guitarristas célebres a los que da las gracias en las notas del disco por haberle "alimentado" denotan el eclecticismo de este guitarrista todoterreno: "Paco de Lucía, Steve Vai, Wes Montgomery, Gary Moore, Jimi Hendrix, Vicente Amigo, Ry Cooder, Tomatito, Jeff Beck, Gerardo Núñez y mil genios más", señala en el libreto.
Tuvo la fortuna de que dos de los genios de la música que admira accedieron a colaborar en el disco. Son el armonicista Antonio Serrano, que toca en "La moruna", "Rumba Appaloosa" y "Mesteño"; y el trompetista y leyenda del jazz latino Jerry González, que tocó el fiscorno en "El Paso II", el cierre del álbum.
"Llegué a Antonio Serrano localizándolo por internet -comenta-, mi novia me lió. Lo había ido a ver tocar y lo adoro, es de los músicos de más nivel en España y en el mundo. Era la ilusión de mi vida". Lo mismo dice de Jerry González, neoyorquino afincado en Vigo, con el que contactó a través del productor Javier Abreu. "Les gustó el proyecto. Aún no me lo creo", dice, emocionado.
Pacheco destaca que los músicos que participaron en la grabación, en el estudio Casa de Tolos de Segundo Grandío, fueron escogidos "con lupa, uno a uno" por él mismo entre sus favoritos: el batería Suso Feixón, el bajista Álex Touceda y el trompetista Javi GDjazz.
Guitarras
El resultado es un disco en el que el flamenco se da la mano con toda naturalidad con el bluegrass, el blues, el rock y el jazz. Como una prueba de ello, en el álbum hay una foto en la que posan las guitarras utilizadas por Pacheco: española, eléctrica stratocaster, resonadora, semiacústica de jazz, acústica...
"Mesteño" es un compás de tanguillo flamenco mezclado con bluegrass y tocado con slide. "La moruna" es un fandango con un aire morisco. "41 grados" es una bossa nova, pero pasa del 4x4 de la bossa nova a un 5x4 de jazz, luego a un 6x8 aflamencado... "El Paso I" y "El Paso II" son dos baladas. "En la segunda quería hacer música de espagueti western, porque me encanta Ennio Morricone. Empieza como una balada y termina en un tema western, con campanadas y todo", explica.
Todas las guitarras del álbum fueron tocadas por Diego Pacheco, pero en el directo contará con Tono Alcalde y con Dani Font. El primero ya veterano, ha compartido escenario con Alejandro Sanz y Rafael Amargo, entre otros, y el segundo es un joven guitarrista gondomareño de jazz de enorme proyección. Ambos estarán en la banda que se presentará en directo por primera vez el próximo jueves en la Plaza del Concello de Baiona, con el bailaor Francisco Benítez.
Diego Pacheco sabe que es difícil que un disco instrumental tenga repercusión comercial. De hecho, solo está a la venta en unos pocos puntos físicos, como las tiendas de guitarras Backstage Guitars y Musical Vigo. Pero es el sueño de una vida. "Llevo desde los 17 grabando discos y soy un mercenario, pero este disco es mi proyecto, mi hijo", dice. "No me considero para nada virtuoso, pero sí que he aprendido un poco de todo. Quería que el resultado a nivel de arreglos fuese bonito y que tuviese mucha melodía. Que lo pudiese entender un músico friki, que lleve toda la vida trabajando, pero también mi abuela y cualquier aficionado a la música. Un disco de guitarras que se pudiese silbar". Damos fe de que lo ha conseguido.
