Dijo Bismarck que la política no es una ciencia exacta, sino un arte. Como el cine, cuyo lenguaje utiliza Fernando León de Aranoa para dar forma ante las cámaras, y para la posteridad, a la construcción de un partido político, Podemos. No siempre se asiste al nacimiento de una formación y este documental, en el que cineasta intenta mantener las distancias y proceder con la cautela de un científico, quedará como las primeras páginas de esos álbumes familiares que atestiguan que no todos los miembros son igual de fotogénicos, aunque todos hacen un esfuerzo por quedar bien ante la cámara.
Todo es aprovechable en este absorbente relato sobre un grupo de personas que soñaron con asaltar el cielo y, para lograrlo, matizaron a Bismarck: la política tiene mucho de ciencia, aunque en ella no siempre dos y dos son cuatro.