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A toro pasado

Emoción bañada en salitre

En ocasiones el sentimiento de un artista desborda el escenario y se transmite al patio de butacas. Eso ocurrió en Vigo el pasado viernes, cuando Quique González interpretó "La casa de mis padres", el momento culminante de un concierto que alternó pasión y buen rollo

Quique González y la cantante Nina, durante el concierto en Vigo del pasado viernes. // Rafa López

Comprobado: cuando Quique González se deshace en elogios hacia su nueva banda, Los Detectives, no lo hace por simple cortesía. La camaradería y la compenetración más absoluta saltaron a la vista el pasado viernes en el concierto que el madrileño ofreció en el Teatro Afundación de Vigo, y que esta noche repetirá en la sala Capitol de Santiago.

El concierto estuvo dividido en tres partes: en la primera, abordó la primera cara de "Me mata si me necesitas", su décimo y más reciente álbum, y tal vez uno de sus discos más redondos y completos. En la segunda parte repasó algunos de los temas de "Salitre 48", seguramente el disco más querido por sus seguidores de siempre, y que acaba de cumplir 15 años. Por último, interpretó la "cara B" de su último álbum, incluyendo su cierre, "La casa de mis padres", una elegía plena de emoción en la que se le vio en una catarsis, como si el dolor acumulado le saliera por cada poro de su piel.

Pero "Me mata si me necesitas" no solo es un disco hondo, sino también vitalista. Quique González supo alternar los momentos más introspectivos con arranques de buenrollismo springsteeniano y declaraciones de amor públicas a los miembros de su banda: Edu Ortega (guitarra, violín, mandolina), Edu Olmedo (batería), Pepo López (guitarra), Alejandro Climent "Boli" (bajo) y David "Chuches" (órgano Hammond), sin olvidar su último fichaje, la cantante Nina del grupo Morgan, que no solo le dio la réplica en "Charo", como en el disco, sino que también rompió los corazones del respetable con su sentida interpretación de "De haberlo sabido".

Además de sus últimas canciones, magníficamente recibidas -incluida "Clase media", que quedó fuera del disco-, sonaron, entre otras, "Pequeño rock & roll", "Kid Chocolate", "Salitre", "La ciudad del viento", "Kamikazes enamorados", "Dallas Memphis" y "Avería y redención", que González dedicó a Iván Ferreiro, presente en el teatro. Otro de los ilustres que no se perdió el concierto fue el propio productor de "Me mata si me necesitas", Ricky Falkner, que vio la actuación de pie al fondo de la sala.

Este 17.º concierto de la gira sirvió también para recuperar "Y los conserjes de noche", otro de los clásicos de Quique González, que interpretó magistralmente el primero y el último vals de su discografía en un escenario cuyas cálidas luces recordaban a las de su amada The Band en la mítica película de Martin Scorsese.

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