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Santi Balmes: "La gente quiere escuchar cosas que le estimulen"

La banda de Santi Balmes protagoniza mañana en Ourense uno de los conciertos más esperados de esta temporada. Será su única actuación en Galicia hasta que en julio vuelvan como uno de los grupos destacados del festival PortAmérica

Santi Balmes, en el centro, al frente de Love of Lesbian // Noemi Elías

En esta atípica primavera, en la que el sol se hace de rogar, el concierto de Love of Lesbian en Ourense es un muy bienvenido anticipo de la temporada (f)estival. Para evitar tentar a la suerte, será a cubierto, en el Pazo Paco Paz. "El otro día leí que los gallegos tenéis 40 palabras para definir lluvia, me pareció hermoso", dice Santi Balmes, el líder de LOL, impregnado por el lirismo de "El poeta Halley", el último trabajo de esta banda del Bajo Llobregat.

Las crónicas hablan de seis noches en Madrid y Barcelona con el cartel de "no hay entradas" colgado, y de un espectáculo impecable que combina música y artes escénicas. Santi Balmes nos responde al teléfono desde Madrid.

-¿De dónde viene el título de "El poeta Halley"? ¿Te acuerdas del paso del cometa Halley, hace 30 años?

-Estaba viendo reportajes de Carl Sagan de esa época en YouTube, y un día, de repente, a las dos de la mañana, me vino el nombre. Estaba en un estado equis, digamos.

-"Quizá este sea un álbum que requiera esfuerzo", dice el texto de promoción de la periodista Wilma Lorenzo. ¿Vosotros también lo creéis así?

-Nos asustó un poco cuando vimos la duración total de las canciones. No llega a ser doble por un minuto. Nos dio por avisar a la gente de que no se iba a encontrar con pastillas pop, sino con temas de desarrollo. Al llamarse "El poeta Halley" hemos intentado que la parte lírica tenga más importancia que en otras ocasiones.

-Este disco es el primero con la multinacional Warner. ¿Tuvieron algún inconveniente a que la mayoría de las canciones superen los cinco minutos?

-Una semana antes de la firma del contrato avisamos de qué iba el rollo, y les preguntamos qué iba a pasar si no funcionase. Nos dijeron: "Si no funciona, haréis otro, ¿no?". Esa frase nos tranquilizó. Que haya un plan a largo plazo, no algo resultadista. Al final ha funcionado muy bien. A veces subestimamos lo que la gente quiere escuchar. Y la gente quiere escuchar cosas que le estimulen.

-Ya habéis probado el disco en algunos conciertos, como el del Festival S.O.S. 4.8 de Murcia. ¿"IMT, Incapacidad Moral Transitoria" se percibe ya como la canción del nuevo disco más festivalera?

-Sí, la gente la está cantando a saco. No lo imaginábamos para nada. El término "canción festivalera" nos da un poco de miedo. Parece más de fiesta mayor... Los festivales son una coyuntura muy particular.

-Este disco es más largo pero también más expansivo, menos comprimido. Habéis querido quitar los arreglos menos imprescindibles.

-Claro. Lo que no podíamos permitirnos es que fuera largo y encima barroco. Hubiera sido farragoso, infumable. Casi no hay ningún estribillo que repita lo mismo. Estamos en un punto de madurez en el que podemos jugar con dos factores antagónicos entre sí y no perecer en el intento.

-Ya tenéis al menos una banda tributo, Los Niños Imantados.

-Eso es muy bonito de ver. Se produce en México, en ciertas zonas donde aún no hemos llegado. Es una forma de celebrar, de hacer colegas entre los fans, y nos calienta el ambiente. Dos amigos míos de la infancia estuvieron viendo un grupo réplica de Pink Floyd en Barcelona y vibraron como los que más. ¡Mientras me lleguen los autores [derechos de autor], no hay problema! [risas].

-Tenéis seguidores muy fieles que os siguen casi a todos los conciertos. Hay uno gallego, Paul Chícharo, que cuelga un montón de fotos y vídeos vuestros en las redes sociales, y al que incluso habéis subido al escenario.

-Sí, Paul es colega nuestro. A veces estableces una conexión con un fan desde tiempos inmemoriales. Está el fan que te tiene completamente idealizado, que piensa que vas a vomitar poesía cada vez que hablas, o gente que te habla de tú a tú, como Paul Chícharo, que a mí me ha llevado al aeropuerto. Es un tío de puta madre, muy cabal y muy cachondo. Conectas con él porque tiene una vibra especial.

-Hablando de fans incondicionales, tu madre te entrevistó para el dominical de "El Periódico". ¿Fue una entrevista pactada o más dura de lo que pensabas?

-[Risas]. Las madres de los del grupo nos entrevistaron a todos y ha sido muy comentado. La gente ha dicho que es un planteamiento muy original. A mí lo que me sorprendió es que ninguna madre sacara trapos sucios. Fue una "operación blanqueo del hijo". Me hizo muchísima gracia, porque yo pensaba que en cualquier momento iba a soltar alguna pulla en plan: "Me acuerdo de aquel día que tiraste todo de lo borracho que ibas". Y no, cada madre sacó lo más reluciente del niño. Estuvieron a la altura de las circunstancias, como si hicieran un publirreportaje para el "¡Hola!" [risas].

"Vetusta Morla y nosotros somos un blanco fácil"

  • -Con "1999" estuvisteis dos años de gira, y con "La noche eterna-Los días no vividos", tres. ¿Habéis puesto a Dios por testigo de que nunca más pasareis por algo así?-[Risas] Soy el que más insiste en el tema, por el peligro de la sobreexposición. Gente como nosotros y Vetusta somos un blanco muy fácil, tirado. Nos pueden atribuir los siete males bíblicos [risas]. Pero al S.O.S de Murcia llevábamos cuatro años sin ir, y luego te encuentras con el critiquillo de turno diciendo "los recurrentes Love of Lesbian". Hay que saber calibrar entre la sobreexposición que tú ves y la que ven los demás. Dos años está bien. Espero que no sean más, para que no se acumule demasiada faceta creativa sin publicar y nos encontremos con 30 o 40 canciones para seleccionar, que es bastante terrible.-¿Renunciar a ir a El Hormiguero y a los 40 Principales también es para evitar estar hasta en la sopa?-No tengo nada en contra. Si sonáramos en Los 40 pero no implicase tocar en fiestas mayores raras y con el logo detrás... Sonar en Los 40 no me ha preocupado, más que cuando se convierte en una radiofórmula que acaba destrozando un tema. En cuanto a El Hormiguero, ni yo ni nadie de la banda somos animales televisivos. Quizá nos movemos mejor en un ambiente 2.0, en estrategias y viralizaciones, más que en programas donde no se habla mucho de la música y acabas siendo una cobaya o un ser multiusos mediático. Pero no es un tema de desprecio, ojalá pudiésemos ser tan polivalentes. Ayer [por el martes] hice "Ilustres ignorantes" y me lo pasé de puta madre. Es una cuestión personal y subjetiva, no somos sectarios.

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