¿Conocen la adivinanza que dice "tiene ojos, orejas, patas y rabo de gato y no es gato, ¿qué es?" A la película de S. Craig Zahler, novato al que no se le nota (mejor director en Sitges), le ocurre algo similar. Se viste como un western, late como un western, pero no es (solo) un western, sino un híbrido monstruoso y brillante que nace de un apareamiento con el horror, acicalado con unas gotas de comedia que no acallan el dolor que transmite la épica y elocuente misión de rescate a lo "foot movie" por el desierto.
"Bone Tomahawk" es una película inclasificable (para bien) que reúne, del guión a la dirección, pasando por su habilidad para fascinar al espectador y un glorioso reparto en el que deslumbra Kurt Russell, muchos méritos que sin embargo pueden quedar ensombrecidos y olvidados por sus minutos no aptos para todos los estómagos.