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Francisco José López Varona: "Sabina entraría orgulloso en la Real Academia"

El compositor y mano derecha musical del famoso cantante de Úbeda está en Galicia para ofrecer sendas "noches sabineras" en Vigo y en Santiago. Con él hablamos de su patrón, de sus músicos amigos gallegos y de su amado Atleti

De izquierda a derecha, Pancho Varona, Mara Barros y Antonio García de Diego, en una Noche Sabinera

Cómplice y colaborador necesario de Joaquín Sabina. Perpetrador, solo o en compañía de otros, de un centenar de canciones del genio de Úbeda. Devoto seguidor del Atlético de Madrid... Todo esto y mucho más se puede decir de Francisco José López Varona, que ha pasado más de 12.000 días e incontables noches sabineras desde que su destino se unió al de Sabina en 1982. Se conocieeron cuando el cantante le pidió un pitillo en La Mandrágora. Les unió, más que la diosa Fortuna, la marca de tabaco Fortuna, la que ambos fumaban. 34 años después, sigue tan pancho.

Varona ya estuvo con Antonio García de Diego, José Romero y Jaime Asúa en Vigo haciendo un bolo, pero no era una Noche Sabinera. "Con la Noche Sabinera es la primera vez que vamos a Vigo y estamos excitadísimos, encantados y felices", comenta a VISADO.

Las Noches Sabineras llevan diez años sobre los escenarios. En la segunda parte de los conciertos dejan que la gente que se ha apuntado a una lista pueda cantar canciones de Sabina con Varona, Antonio García de Diego y Mara Barros, todos músicos habituales del cantante jienense.

-Lo de dejar cantar a gente del público conlleva cierto riesgo. ¿Habéis tenido que desalojar a alguien con demasiada querencia por el micrófono?

-Alguna vez, que no se iban ni con agua caliente los invitados [risas]. Ha habido que amenazarles... No, la gente se porta muy bien, es muy sensata y sube con mucho pudor. Nos miran con demasiada reverencia. Nosotros les decimos que queremos valientes, no gente que cante bien. Cualquiera que tenga ilusión, sin ningún compromiso ni responsabilidad, puede cantar esas canciones con sus autores.

-Incluso habéis tenido famosos que se han subido al escenario. Iván Ferreiro te ha dicho por Twitter que te verá en Vigo. ¿Le animarás a cantar?

-Ha dicho que se iba a acercar. A ver si intento convencerle para que se anime a cantar alguna. La pena de estos conciertos es que tiene que ser estrictamente repertorio sabinero. Si no, yo invitaría a Iván a que cantase cualquiera de su último disco, que me vuelve loco. Pero tiene que ser una de Sabina, por cojones [risas]. Se lo voy a proponer, y si le apetece, que se suba. Tengo grandes amigos en Vigo y me gusta especialmente la música gallega y de Vigo, desde hace treinta años. Ojalá vea a Iván y a Amaro [Ferreiro], les tengo mucho cariño a los dos.

-Además de Iván Ferreiro, te gusta Eladio y Los Seres Queridos.

-Sí, y también Stereotipos. Me sigue gustando Siniestro, admiro con locura a Costas y a Julián Hernández, y por supuesto sigo llorando a Coppini cada vez que llega un 24 de diciembre. Ha sido una referencia durante toda mi vida.

-¿Te gustaban más los Siniestro Total de antes, los más punk e iconoclastas?

-Me gustan mucho los tres. Me gustaban en la época de Miguel Costas también, porque como Costas era un desastre cantando, yo al verle me decía "es de los míos" [risas]. Pero me encanta también la época de Julián y la de Coppini. Para mí Siniestro es la mejor banda de los 80 en España.

-Te gustaba también Pereza. Desde que se separaron, ¿eres más de Leiva o de Rubén Pozo?

-Soy mucho de los dos. Me aprendo más fácilmente los discos de Leiva. Tengo más difícil ir a ver a Rubén, coincidimos menos. Leiva se presenta en el Palacio de los Deportes de Madrid y yo me acerco a verle. Pero Rubén toca en salas pequeñas y es más difícil ir a verle. Seguramente con Leiva tengo un poco más de afinidad musical, porque sus canciones están más cerca de lo que yo intentaría hacer. Rubén es más rock y Leiva es más pop-rock. Pero adoro a ambos, son dos tipos fenomenales. Pereza era un invento maravilloso.

-Has declarado en varias ocasiones tu amor por A Coruña, aunque no sé si debería omitir ese dato...

-[Carcajada]. Por Coruña y por Vigo, porque yo empecé allí en una sala llamada Vangelis, creo recordar. Tengo amor por ambas ciudades, pero en Coruña tengo familia, ese es el añadido [risas]. He tocado en Castrelos y amo Vigo con toda mi alma.

-Hace poco se ha publicado un encuentro entre Arturo Pérez-Reverte y Joaquín Sabina, que prácticamente no se conocían. ¿Ves a Joaquín en un sillón de la Real Academia, como propone Pérez-Reverte?

-[Risas]. Lo hemos hablado, y cuando me lo contaba se moría de la vergüenza. Dice que es un traje que le queda muy grande. Pero yo sí le veo, porque sé el dominio que tiene de nuestro idioma y el amor que tiene por él. Entraría orgulloso, y yo también estaría orgullosísimo. Sería maravilloso.

-¿Te ha regalado Joaquín su libro de dibujos, ese que cuesta 2.100 euros?

-[Risas]. Todavía no. El otro día fui a por uno y me dijo: "No me quedan, en cuanto me den uno te lo doy". ¡A ver si me voy a quedar sin él! Me dice que le dan muy pocos para regalar y yo le contesto que no me extraña, ¡con ese precio! [risas] Sinceramente, es un libro que yo no hubiese comprado, por su precio, pero si me lo regala Joaquín, encantado de la vida.

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