Cantos na Maré regresa mañana al Pazo da Cultura de Pontevedra para gozar un año más del encuentro con la música de los países lusófonos y saborear su variedad y riqueza. Además de Jorge Palma, Thaïs Morell y Uxía y Narf, estará en escena Karyna Gomes, la talentosa artista de Guinea Bissau que cautiva con su voz allí donde va. Su disco de estreno, "Mindjer," mezcla con acierto la música urbana de Guinea con otras sonoridades, del soul a ritmos latinos.
-¿Cómo surgió en ti la afición a la música?
-Está en mi vida desde que nací. Además de haber muchos músicos en mi familia, mi padre siempre escuchó géneros musicales de todo el mundo, fueran cubanos, brasileños, americanos, de todos los estilos. Y yo fui creciendo oyendo a Michael Jackson, Whitney Houston, Toni Braxton y otros muchos nombres de la música pop americana, pero también del soul, del jazz y del rhythm and blues. Todo eso acabó por influenciar mi musicalidad. Crecí rodeada de todos los estilos, desde los que están enraizados en Bissau a los que están sembrados en los diferentes continentes.
-¿Tu estancia en Brasil fue decisiva para que te dedicaras profesionalmente a la música?
-Sí. Fui a Brasil a hacer un curso de Periodismo en la Universidad Católica de São Paulo y comencé a cantar en un coro gospel en el que después me ofrecieron la oportunidad de ser solista. A través de la agrupación participé en varios conciertos en ciudades del estado de São Paulo, en programas de radio y televisión, un poco por todas partes. Esto me permitió tener una relación intensa con la música y respetarla. Porque la música requiere trabajo y método.
-¿En qué idiomas cantabas en tus inicios?
-La mayor parte de los temas de gospel que cantaba eran en portugués de Brasil y en inglés. Cuando regresé a Guinea Bissau tuve un reencuentro con mi cultura musical y comencé a cantar en criollo. Después tuve la oportunidad de formar parte de una banda histórica de mi país que ahora tiene 44 años de existencia y ya va en la tercera generación, el grupo Super Mama Djombo. Esto fue decisivo para mi porque aprendí mucho. También grabé un trabajo con ellos en Islandia en 2007, que tuvo gran difusión. Siempre digo que esa fue mi iniciación en la música urbana moderna de Guinea, cuando comencé a desarrollar un trabajo más profundo de las sonoridades de mi país.
-En tus canciones hablas de las mujeres, de las familias, del valor, ¿qué te inspira para tus composiciones?
-Para mí la música es algo espiritual y creo que parte de la inspiración viene de ahí. Pero la vida misma inspira, mis propias vivencias, mi propio país, Guinea Bissau, que encierra la historia de una lucha por la independencia muy gloriosa. En mi música hablo de las madres y de las mujeres valientes que luchan también diariamente para mantener a sus familias en mi continente y en otros. Hablo de un pueblo maravilloso, de temas que tienen que ver con el sentimiento de las personas, que están relacionados con la motivación, con el tesón, con la persistencia porque merece siempre la pena luchar para conquistar los ideales de libertad, en Guinea y en el mundo. Además la música urbana de Guinea Bissau tiene una raíz de intervención, social y política porque la música tuvo un papel fundamental en la movilización de la juventud hacia las grandes causas nacionales, comenzando por la independencia.
-¿Qué tiene "Mindjer", tu primer disco?
-"Mindjer" significa "mujer" en criollo, y además de tener poemas dirigidos a la propia mujer o inspirados en ella, tiene también temas transversales dirigidos tanto a hombres como a mujeres porque no podemos poner rótulos ni etiquetas. El ser bueno o malo, capaz o incapaz no tiene que ver con el género. Hay seres humanos buenos y malos, capaces o incapaces no por ser mujeres u hombres. Pero la mujer todavía tiene que luchar para eliminar los estigmas que cuestionan su competencia y aptitud. La mujer no tiene el reconocimiento que se merece, todavía hay mucho por conseguir. Pero "Mindjer" también es un disco que tiene alma, amor y esa necesidad de reconstrucción de valores.
-Tu disco es una fusión de estilos...
-He querido explorar la vertiente de la música guineana urbana más moderna con instrumentos occidentales con la música urbana más tradicional y poner en ellas la influencia del jazz, del blues, del gospel, de todas las sonoridades que he ido captando a lo largo de mi vida. De esa forma he hecho lo que quería, mezclar otros ritmos con otras cosas de base de nuestra música.
-Y el reflejo es un álbum alegre y bailable.
-Yo creo que sí. Tiene la buena disposición de la música africana, de la música latina, con influencias de la música cubana y de otros géneros.
-¿Qué proyectos tienes en este 2016 que comienza?
-Además de los conciertos en directo, a finales de año espero lanzar el segundo disco. Ya estamos en ello.
