Última foto de Bowie publicada en Instagram el día 8. //Jimmy King
Entristece doblemente recordarlo, pero David Bowie estuvo a punto de tocar en Galicia hace poco más de una década. El Xacobeo lo había incluido en el cartel de los Concertos do Novo Milenio en el Monte do Gozo de Santiago, el 16 de agosto de 2004, pero el Duque Blanco tuvo que ser operado de urgencia por una arteria coronaria obstruida y terminó sustituyéndole su amigo Lou Reed.
Bowie estaba en plena gira triunfal. Su Reality Tour estaba siendo el más rentable de 2004. Pero algo pintaba mal. El 6 de mayo canceló su concierto en Miami después de que un técnico de sonido se cayese y perdiese la vida antes de que Bowie saltase al escenario. Otro suceso extraño: en Oslo, el 18 de junio, alguien del público le tiró un chupa chups que quedó clavado en su ojo izquierdo. Bowie terminó la canción sin inmutarse y se quejó.
El 23 de junio, en Praga, abandonó el escenario por lo que parecía un pinzamiento en su hombro izquierdo. Dos días después, tras su actuación en el Hurricane Festival de Scheeßel, Alemania, decidió cancelar el resto de la gira, que incluía el concierto en el Monte do Gozo, compartiendo cartel con The Cure, Muse y Starsailor. El motivo era ese supuesto pinzamiento que al final no fue tal: pronto descubrieron que el dolor se debía a una arteria coronaria obstruida. Hubo que operar.
La Xunta de Galicia prometió programar un artista de igual categoría, y lo encontró en Lou Reed.
Aquel fue el principio del declive de la salud de Bowie, que apenas volvió a pisar un escenario y no publicó un álbum nuevo hasta 2013. Según ha trascendido estos días, superó hasta seis ataques al corazón.
Bowie es, tal vez junto a Eric Clapton, el único de los grandes solistas históricos del pop y del rock que jamás ha tocado en Galicia.
