Regale novela gráfica!. O cómic, historieta, tebeos, llámelo como quiera pero convénzase, por favor, del momento feliz, creativamente brillante, que vive nuestra producción de historias en viñetas. Sin remontarnos más allá en el tiempo, en las últimas semanas se han publicado obras variopintas, para muy diversos tipos de lectores. Una de las más importantes es, por supuesto, el nuevo trabajo de Paco Roca. Roca es posiblemente el autor español más importante de nuestro tiempo. Su sensibilidad ha traspasado las fronteras del círculo de comprador de historieta para llegar a lectores diversos, gracias a su sensible "Arrugas" de 2007 (llevada al cine, premiada la cinta con dos Goyas) y a "Los surcos del azar" de 2013; un descomunal trabajo sobre los soldados republicanos en el exilio que, alistados en el ejército francés, fueron héroes. "La casa" (Astiberri editorial) es el nuevo cómic de Roca, y otra muestra de su perenne talento, su sensibilidad y su inteligencia para dar pasos hacia adelante en una carrera que, ya excepcional, parece no tener límites aún. Y esto es algo al alcance de muy, muy pocos. Los mejores. "La casa" es un relato sensible sobre la pérdida y el amor alrededor del pequeño-gran sueño de un hombre. Sus tintes biográficos, casi confesionales, provocan escalofríos.
Roca ganó hace años el Premio nacional del Cómic, y en 2015 ese galardón lo consiguió merecidamente Santiago García (con Javier Olivares) por "Las meninas". García no es precisamente un autor víctima del bloqueo del papel en blanco, y ha entregado recientemente un impactante "¡García!" (con dibujos de Luis Bustos) que trastea con nuestros clásicos tebeos de aventuras en un entorno de novela gráfica contemporánea. Y ahora estrena "Yuna" (Astiberri), amalgama de ciencia ficción clásica entre Lem y Clarke que ofrece disgresiones sobre la naturaleza humana, servidas por un dibujante en estado de gracia, Juaco Vizuete. Ambos logran en "Yuna" una virguería formal impactante y que encantará a quienes amen la ci-fi menos escapista.
También se editó recientemente "Martín Berasategui y David de Jorge. Aventuras, desventuras y recetas de un 7 estrellas Michelín y del cocinero que pilota ese programa de TV que se llama 'Robin Food'", de Javiroyo (Debate) cuyo título lo dice todo. Entramos en el terreno de un cómic con evidente espíritu popular, comercial, para todos. En estos tiempos en que la cocina es el nuevo gallináceo de los huevos de oro, este libro puede ser un superventas. Lo cual no se riñe con su calidad: Javirroyo es un francotirador del humor.
Y para titanes del humor, Pedro Vera. Si "ranciofact" es ya un palabro que hasta tu vecino comprende, es gracias a sus viñetas punzantes, su mirada a una "Españistán" siempre al borde del landismo menos amable. No hay uso, comportamiento, frase del españolito medio que no sea víctima del vitriólico Vera. Y nos toca, porque al final es imposible no caer en lo rancio. Todos lo somos. Ahora puedes comprobarlo con "Mi puto cuñado, ranciofacts-2". Vera os diría que titular la segunda parte de Ranciofacts con la muletilla "Ranciofacts-2" es, efectivamente, otra tremenda... ranciofact. Así es su humor: no perdona.
Álvaro Ortiz está en la selección oficial del próximo Festival de Angouleme (esta misma semana saltó la noticia) con su anterior obra, pero aquí ya podemos disfrutar de su último trabajo. "Rituales" (Astiberri) es su mejor novela gráfica, un perfecto salto de gigante que reubica a Ortiz: si siempre fue bueno, ahora se sitúa entre los selectos. "Rituales" es extraña, inquietante, y sigue despidiendo una sensación contradictoria de asunto simpático alrededor de conceptos turbios, como su antecesor "Cenizas" (sí, la de Angouleme) pero afinando, redondeando mejor la obra. ¿Te gusta Twin Peaks y sus misterios "raros"? Prueba "Rituales".
Y de nominado en la meca del cómic en Francia, a galardonada con el VIII Premio Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic. "Chucrut" de Ana Purna, editado, claro, por Salamandra, es una obra primeriza pero interesante, deudora de Marjane Satrapi o Power Paola, cotidiana y sensible. Apunta maneras y su historia ofrece anclajes emocionales suculentos (el extrañamiento de quien tiene que irse al extranjero, las zozobras de juventud, la pérdida familiar, todo imbricado con asuntos universales de la vieja Europa que no debemos revelar).
Hemos repasado algunos cómics para, evidentemente, lectores adultos, pero hay otras obras ideales si pensamos en otras franjas de edades. "La Ficción" (Astiberri), es lo nuevo del gallego David Rubín, una obra creada para mercado norteamericano (con el guionista Curt Pires) que, orientada a un público adolescente, está plenamente integrada en los universos "rubinianos": acción, misterio, horror casi lovecraftiano y otra vez el arsenal de fuegos de artificio compositivos del autor orensano. Siempre notable, entrega un cómic gráficamente potentísimo que puede encantar a un lector joven pero inquieto. Y si el lector es más joven aún, no dejamos la geografía gallega ni la proyección internacional: el gallego José Domingo acaba de entregar uno de los mejores artilugios para niños del año: "Pablo & Jane en la dimensión de los monstruos" (Astiberri). A medio camino de la historieta y el libro de ilustraciones, ofrece una mezcla entre cómic de vanguardia (pero asimilable para un niño) y un salvaje "Dónde está Wally" para perderse durante horas. Atención también a la tercera entrega de "Astro-ratón y bombillita", de Fermín Solís (Bang), que prosigue las aventuras espaciales de, bueno, eso, un ratón y una bombilla parlanchina. Una delicia para lectores a partir de los seis años.
Por descontado la selección es parcial, falta espacio (pero cabe mencionar lo último de marcos Prior, "Necrópolis", una fábula distópica y política) pero en todo caso, variada, que de eso se trata: cómics para todos y de todo tipo.
