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La nueva entrega de "Star Wars" se convierte en la "madre" de todos los estrenos

Con "El despertar de la Fuerza", Episodio VII, revive el sueño de George Lucas casi 40 años después del estreno de "Star Wars". En VISADO hemos rebobinado las anteriores entregas para resumir lo ocurrido: el ascenso y posterior redención del mítico villano Darth Vader

Un fotomontaje que incluye los principales personajes de la saga "Star Wars.

Casi cuatro décadas después de su creación, los jedi o los sith, ¿quién sabe?, han vuelto a despertar pasiones. Los ahora padres y, en mucho casos, abuelos que guardaron hace 38 años cola en los cines del mundo -y hasta en 6 ocasiones durante el último cuarto del siglo pasado y comienzo del actual- tendrán a partir de hoy una nueva cita con la saga espacial más famosa de todos los tiempos. "La guerra de las galaxias" da un nuevo giro de tuerca a esta epopeya que dura una vida con el inicio de la tercera trilogía. Buen momento para refrescar qué nos ha ofrecido hasta ahora este jugoso y muy, muy rentable, universo galáctico, ahora en manos de la factoría Disney.

"La guerra de las galaxias" (1977)

Así fue llamada en su estreno la primera entrega de la saga, que llegó a España en septiembre de 1977. Dirigida por George Lucas, su mentor, la rompedora historia galáctica renovó la industria del cine y, para la posteridad, se convirtió en el Episodio IV, retitulada "Una nueva esperanza". En este filme muere el maestro jedi Obi-Wan Kenobi (Alec Guinness) en un combate con el sith Darth Vader. Asistimos al final de la primera Estrella de la Muerte en la espectacular batalla de Yavin. Entran en nuestras vidas Luke Skywalker (Mark Hamill), Leia Organa (Carrie Fisher), Han Solo (Harrison Ford), Chewbacca, Darth Vader (David Prowse), Obi-Wan Kenobi, el gobernador Tarkin (Peter Cushing) y, cómo no, los robots C3-PO y R2-D2, entrañables "lacayos" que sostendrán a su modo -fiel al estilo narrativo que Kurosawa, del que Lucas es admirador, empleaba para la épica-, el hilo argumental de la que hasta, hoy mismo, era una sexalogía galáctica.

"El imperio contraataca" (1980)

Tres años después, Luke descubre que Vader es su padre. El personaje de Han Solo se convierte en el favorito del gran público, en detrimento de Luke Skywalker, que no termina de digerir en este Episodio V su terrible ascendencia, pese a los buenos consejos del sabio Yoda. Lucas elige a Irvin Kershner para dirigir la que, para muchos, es la mejor película de la primera trilogía. El mundo helado de Hoth nos descubre otra maravillosa batalla entre rebeldes y tropas imperiales, con ingenios mecánicos que harán las delicias de varias generaciones. Yoda apareció por vez primera en el cenagoso planeta Dagobah, convirtiéndose en un personaje central, el que saca a la luz toda la Fuerza que atesora Luke, al que llega a entrenar. Han Solo, que mantiene un flirteo gamberro con la princesa Leia, es congelado en carbonita para que el cazarrecompensas Boba Fett, hijo del que sirvió de modelo a los clones, satisfaga la deuda que tenía el contrabandista con el pegajoso Jabba el Hut.

"El retorno del Jedi" (1983)

Richard Marquand, director de la tercera entrega (sexta según el orden cronológico del relato), resulta crucial para atar muchos de los cabos que quedaron sueltos en los dos primeros episodios de la serie. Mueren Yoda, Darth Vader/Anakin Skywalker -que se redime ante su hijo- y Darth Sidious/Palpatine, el malvado emperador. En la guerra entre rebeldes y tropas imperiales asistimos al fin de la segunda Estrella de la Muerte, la estación espacial que iba a ser el arma definitiva del Imperio. Luke y Leia descubren que son hermanos en los bosques de Endoor. Vía libre pues para el romance entre la princesa y Han Solo, en un Episodio VI que es la antesala del que está a punto de estrenarse hoy. En el debe del director, la presencia de unos tan curiosos como odiosos ewoks, muy hábiles eso sí a la hora de combatir con los soldados imperiales, pero incapaces de lograr ni media empatía con el gran público. Marquand ofrece quizás a los espectadores demasiados guiños con un rédito claramente definido: que Lucas siga haciendo caja en las jugueterías.

"La amenaza fantasma" (1999)

Dieciséis años nada menos tuvieron que esperar los apasionados de Star Wars para llegar a los orígenes de la saga. Esta primera precuela, el Episodio I, demuestra dos cosas: primero, que la tecnología cinematográfica envuelve ya la saga y ofrece infinitas posibilidades narrativas de las que carecían los primeros filmes; y, de otro lado, que la serie ha sido entregada por su director definitivamente a captar a futuras generaciones. Es en este Episodio I cuando se narra la infancia del niño esclavo Anakin Skywalker; el bloqueo con el que la Federación de Comercio trata de someter al pequeño planeta Naboo; la dramática muerte del maestro jedi Qui-Gon Jinn (Liam Neeson) a manos del sith Darth Maul, discípulo con ademanes karatekas del pérfido conde Dooku, un papel que recae en todo un veterano de la Hammer, Christopher Lee. Y otro debe en el haber de Lucas: otorga demasiado protagonismo al ser más odiado de la galaxia: Jar Jar Binks.

"El ataque de los clones" (2002)

En el año 2002, Lucas rueda la primera gran producción de Hollywood realizada íntegramente con cámara digital. En el Episodio II, el conde Dooku sigue ganando adeptos por toda la galaxia contra la República y trabajando en secreto para el ya canciller de la misma, Palpatine. En el remoto planeta Geonosis, mientras se empiezan a ofrecer pinceladas de las oscuras intenciones de este, Dooku crea en la sombra un ejército de droides para favorecer las aviesas intenciones de la Federación de Comercio. Para combatirlo, la República pone en marcha a su vez otro ejército de clones, ya creado de forma oculta por los poderes oscuros, otorgándole prebendas dictatoriales a Palpatine al frente del Senado. Pocos sospechan de que es este el malvado señor del Sith. Anakin Skywalker (Haydeen Christensen) y Padmé Admidala (Natalie Portman) se enamoran y casan, no sin que antes el primero, futuro Darth Vader, sume más cadáveres a una larga y negra lista, con la masacre de unos moradores de las arenas, guerreros Tusken, que mantenían cautiva a su madre en Tatooine.

"La venganza de los sith" (2005)

Hace diez años, la saga que parecía haber alcanzado su fin nos da la altura de lo malísimo que pueden ser tanto Anakin Skywalker como el siniestro emperador Palpatine. Lucas, en su última película antes de vender los derechos de la saga a la Disney, cuenta cómo mueren el conde Dooku, a manos de Skywalker; el sucesor de este, general Grievious, ajusticiado en este caso por Obi-Wan; el jedi Mace Windu (Samuel L. Jackson), asesinado por los rayos del maligno Palpatine, con la inestimable participación de Anakin; y la dulce esposa de este, Padmé, con el corazón roto por el amor y tras haber dado a luz a los mellizos Luke y Leia. Ambos serán separados y protegidos por el senador Bail Organa (Jimmy Smits), siendo enviados a Tatooine y Alderaan para alejarlos de su padre, seducido ya definitivamente por el Lado Oscuro en este Episodio III tras acabar de forma atroz con los niños aprendices jedi en el templo. Sobreviven Yoda y Obi-Wan, maestro que mantendrá un enconado combate con su encolerizado discípulo. El aprendiz pierde y queda maltrecho y condenado a llevar hasta el fin de sus días el traje de Darth Vader. El resto de jedis son asesinados por los ahora soldados imperiales. Creado el Imperio galáctico, corren oscuros años para la Fuerza. Es el inicio de la trilogía original...

"El despertar de la Fuerza", Episodio VII, dirigida por J.J. Adams, incluye nuevos personajes y la participación de varios de los veteranos. Al parecer hubo gran parte de rodaje en 35 mm. y menos tecnología. Guiños a las viejas generaciones de fans que ya han caído cautivados, confieso, por la Fuerza (¿se escribe con mayúscula?) de los enigmáticos tráilers vistos hasta la fecha. Veremos qué ocurre en esa galaxia muy, muy lejana...

Más que un gran espectáculo

  • Con grandes dosis de espectáculo pero también respetando el espíritu de la saga, J.J.Abrams se ha puesto claramente al servicio de la aventura galáctica creada por George Lucas y ha construido una séptima entrega en la que, como su nombre indica, la fuerza se despierta y lo hace a lo grande.Con dos horas y cuarto de metraje, "El despertar de la fuerza" cumple las enormes expectativas con grandes escenas de acción, momentos sentimentales, mucho humor y personajes tan variopintos como estrafalarios. Y deja a los espectadores con ganas de más, principio básico de toda trilogía que se precie.En este caso es la primera película de la tercera trilogía -que se completará en 2017 y 2019-, la que culminará una historia que llegó al cine en 1977 con "Star Wars" y que promete cerrar todas las tramas y acabar de una vez con la lucha entre el lado bueno y el malo de la Fuerza que domina la galaxia.De momento, los protagonistas originales regresan a la saga. Han Solo (Harrison Ford), la princesa Leia (Carrie Fisher) y Luke Skywalker (Mark Hamill) hacen de nexo de unión entre la primera trilogía -en realidad la segunda según el orden de los acontecimientos- y esta tercera. Ford tiene un papel destacado en una película en la que el peso de la historia reposa sobre tres recién llegados a la saga: Daisy Ridley, John Boyega y Kylo Ren. Junto a ellos, un cuarto en discordia en lo que a protagonismo se refiere, Óscar Isaac, el piloto más avezado -y el más irreverente- de la galaxia en una película con bastantes toques de humor.Todos ellos están unidos por diferentes lazos, algunos personales en un entramado de parentescos que hacen la historia más interesante para los seguidores de la saga. Y aunque se trata de personajes muy diferentes a los de Solo, Leia y Luke, mantienen el espíritu que Lucas siempre buscó en la saga: la eterna lucha entre el bien y el mal.Como ya avanzaron los tráilers, Rey es la heroína de la historia en el episodio más feminista de toda la saga. Es lo mejor de la película y una más que digna heredera de los héroes originales, que también están muy presentes en "El despertar de la fuerza" pero que no eclipsan a los nuevos personajes.El esquema es muy similar al de las seis películas anteriores. Obviamente, mantiene la tradición del inicio, con un breve resumen escrito de en qué punto exacto empieza la historia con la fantástica música de fondo de John Williams -que ha realizado una gran renovación del tema mítico, que es nuevo y viejo al mismo tiempo, algo muy difícil de lograr.Mientras el mensaje se desliza por la pantalla se conoce que Luke lleva años desaparecido, que los miembros de la Resistencia le buscan y que la Primera Orden ha relevado al emperador, muerto a manos de Darth Vader en "El retorno del Jedi", como malvada fuerza dominante de la galaxia.El líder supremo es probablemente lo único decepcionante de la película, pero no así sus acólitos ni la fuerza desplegada por ese reverso tenebroso de la fuerza que atrae tanto a algunos de los personajes como a muchos de los seguidores de la saga.Hay continuos guiños a los seguidores de Star Wars y escenas de persecución estelar que mezclan la estética cinematográfica y la de videojuegos. Pero los efectos especiales no apabullan -algo que sí pasaba en la segunda trilogía, en los episodios I, II y III- porque es la historia de los personajes la que importa y porque se han utilizado muchos más escenarios naturales. Desierto, lagos, montañas, bosques o cimas nevadas, "El despertar de la fuerza" se impregna de humanidad a través de sus escenarios, pero sobre todo con las luchas internas de sus personajes. La Fuerza se ha despertado y lo ha hecho con mucha energía.

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