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Quique San Francisco trae tres noches de espectáculo a Galicia

No es precisamente el hombre más guapo del mundo, pero cientos de gallegas (y gallegos) pasarán este fin de semana "Una noche con Enrique San Francisco". Así se llama el espectáculo que llega a Ourense, Vigo y Vilagarcía

Quique San Francisco y Denny Horror, el cómico gallego con el que actúa este fin de semana. // T.P.

Parece un caballero de triste figura, pero es aparecer él en escena, cerveza en ristre, y aflorar las carcajadas en la platea. Enrique San Francisco Cobo (Madrid, 1955), actor desde su tierna infancia, tiene el carisma propio de los grandes. Este fin de semana ofrecerá sus mejores monólogos con el cómico gallego Denny Horror. Antes habló con VISADO.

-¿Cómo conociste a Denny Horror?

-Había un local debajo de mi casa donde ellos trabajaban, se llama God Save the Comedy, y a raíz de eso empecé a verlos. Me gustaba cómo trabajaban, hablé con Denny y me lo llevé. Yo recomendé a Denny para una función de teatro de la obra "Pasen y beban" en el teatro Calderón. Empezamos a trabajar y a escribir guiones juntos.

-¿Escribes tus guiones?

-Escribo con Denny. Yo le doy ideas y él las escribe, porque yo soy muy vago para escribir. Lo hacemos entre los dos.

-Ahora estás también en la serie "Águila Roja", ¿no?

-Hice un capítulo con la posibilidad de volver, porque se iba a morir el personaje pero lo dejaron en "stand by". No sé nada de momento, pero me lo pasé muy bien rodando "Águila Roja".

-¿Tienes algún ritual especial para salir a dar un monólogo?

-¿Yo? Nada. Estar muy nervioso. Por lo demás, no hago nada más.

-¿Cae alguna caña antes? Porque eso de que bebes litros de cerveza al día se ha convertido ya en una especie de leyenda urbana en este país...

-Bueno, vamos a ver... Me tomo una caña y tardo todo el espectáculo en bebérmela. Es más un juego que lo que en realidad bebes. Entre otras cosas, porque tampoco puedes hacer un monólogo si estás perjudicado, ni se debe ir así. Pero es un juego que yo tengo y si no me ven con la cerveza en el monólogo, el público hasta lo echa de menos. Y yo también. Pero vamos, te la suelen dar caliente y se calienta mucho durante el espectáculo.

-Recientemente has posado junto a una furgoneta de Mahou y esta marca de cerveza te ha hecho una placa con tu nombre. ¿No has sacado partido publicitario de tu amor por esa cerveza?

-No, nunca he trabajado para la Mahou. Bueno, hice la presentación de un anuncio que hizo Ketama en la fábrica hace tiempo. Y otra vez me llamaron para hacer un anuncio y no llegamos a un acuerdo económico. Pero fíjate tú todo el dinero que me he dejado en la casa Mahou, macho [risas]. Es cierto que me mandaron una placa con mi nombre, de esas de latón, como las que dan a los bares que venden mucho. O sea, que hay que ganárselo.

-¿Te paran mucho por la calle para hacerse "selfis" contigo? ¿Cómo llevas esta fiebre que hay por hacerse fotos con famosos?

-Pues lo llevo muy mal. Es una vida muy incómoda, pero qué le vamos a hacer, es lo que hay. Es bastante coñazo, pero por otro lado es bueno, porque sabes que a la gente le gustas.

-Este verano hiciste un monólogo en la boda de Pedro, el jugador de la selección, ahora en el Chelsea, con medio Barça allí. ¿Fue por amistad o algo puramente profesional?

-Me llamó Pedro para que fuera a hacer un monólogo en su boda, y ahí estuvimos. Le dije de antemano que yo era del Real Madrid, pero bueno, que no había ningún problema, como comprenderás [risas]. Así que hicimos el monólogo en la fiesta de su boda.

-¿Te gusta el Real Madrid de Benítez, eres nostálgico de Ancelotti, quieres que vuelva Mourinho...?

-A los entrenadores los cambian tanto... Los que pasan por el Madrid son bastante buenos. Lo que yo no sé es cómo cuaja arriba, en los despachos, esta cuestión. A mí lo que me interesa es que el Real Madrid gane, porque soy socio y es mi equipo, pero tampoco soy un enfermo del fútbol, de esos de volverme loco. De momento ahora vamos bien, veremos, porque el Barcelona es un hueso muy duro de roer.

-Viviste parte de tu infancia en Barcelona. ¿Te meto en un aprieto si te pregunto por lo que está pasando en Cataluña?

-No, no me pones en ningún aprieto. ¿Quieres mi opinión?

-Sí.

-Pues a mí me parece lamentable. Con todos los problemas que tenemos en España, este señor está armando una que es la hostia. Por otro lado, ¿qué más te voy a decir? A mí me gustaría mucho más que hicieran un referéndum para ver si los españoles queremos que los catalanes se independicen, que somos unos pocos también, ¿no? Que tome esas decisiones por su cuenta ya no es que me parezca una barbaridad, es que por otro lado no es viable. Después de ver todo el tema de la familia Pujol es bastante lamentable, como es lamentable la situación de todo el país en general. Pero vamos, ni me entusiasma hablar de política ni te voy a decir si soy de izquierdas o de derechas, porque lo que soy es un simple asustado. A ver si hacemos un partido de los asustados de ver las noticias. Por lo demás, no tengo nada más que decirte, hijo.

-Has cumplido los sesenta. ¿Te da vértigo la cifra?

-No, yo no tengo vértigo. ¡Si yo hago parapente y todo! Sesenta tacos, sí.

-Tampoco parece que te haya dado miedo seguir andando en moto. Pese al serio accidente de hace unos años sigues siendo motero, de los de moto "chopper" y chupa de cuero. ¿No te costó volver a coger la moto después de aquello? [Hace ahora trece años resultó herido tras ser embestido por un coche cuando se encontraba parado en su moto para dejar paso a una comitiva escoltada por la Policía Municipal de Madrid].

-No, no me costó en absoluto. De hecho cogí la moto incluso cuando tenía todos los clavos en la pierna. Nunca pensé en dejar la moto a pesar de los malos ratos que me ha hecho pasar en la vida. Llevo desde los nueve años en ella y es un vicio. Es otra manera de conducir. No es lo mismo llevar dos ruedas que cuatro, y sé que la probabilidad de hostia es mayor [risas], pero la sensación no es la misma.

-¿Sigues pensando que es mejor no tener un premio Goya?

-No, yo no dije que fuera mejor no tener un premio Goya [ríe], yo dije que mi padre comentaba que cuando te daban el Goya te tirabas parado un año, por lo visto. Y es verdad, joder. Ese es el malentendido. Yo estuve nominado para el Goya dos veces y tuve la suerte de estarlo con actores como Fernando Fernán Gómez, que es el señor que más me ha enseñado, y lógicamente se lo dieron a él, lo cual me parece totalmente justo.

-Algunos actores de comedia terminan haciendo papeles dramáticos y son reconocidos y nominados para premios. Parece injusto que la comedia tenga menor consideración.

-Yo creo que esa es una visión de gente que no tiene conocimiento de la comedia, que es lo más difícil que hay dentro del trabajo del actor, porque incluye de todo: tienes que hacer reír, tienes que hacer llorar... En fin, es muy complicado. He hecho 70 películas, y lo que a mí me apetece ahora es volver a hacer una función de teatro. El cine me encanta, pero de momento no creo que vaya a hacer cine.

-¿Eres consciente de que le caes bien a prácticamente todo el mundo en este país, algo realmente excepcional?

-¿Tú crees que yo le caigo bien a todo el mundo?

-No conozco a nadie a quien le caigas mal.

-Pues me alegro mucho, porque a mí la gente también me gusta, así que es recíproco. Me encanta que me digas eso, porque es un piropo, y lo que yo quería conseguir. Me gusta la gente y ellos lo notan.

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