Entre concierto y concierto de verano, a los Siniestro Total todavía les da la "virada" para alumbrar criaturas como "Paseando sobre el agua", un EP compuesto por tres nuevas canciones que les permiten resucitar a uno de sus personajes preferidos, Jesucristo, jugar al "Black Jack" con Sés y hasta componer un tema titulado "Luis Tosar" en el que participa el propio actor (y músico de emergencia) Luis Tosar. Hablamos, naturalmente, de estos y otros asuntos con Julián Hernández
-¿Cómo debemos entender este EP? ¿Cómo un adelanto del próximo álbum, como material sobrante de "Country& Western" o como una obra de transición?
-Forma parte de la serie de singles que empezamos hace año y medio. Decidimos que esperar tres años para publicar un álbum era absurdo. A medida que tenemos las canciones las grabamos, se las enviamos a Joe Hardy y él las mezcla en Houston. En cuanto están listas, las lanzamos en plataformas como iTunes o Spotify. "En horas veinticuatro, pasaron de las musas al teatro", como decía Lope de Vega. Contamos también con metadata de lujo, como el diseño de Fernando Pena para este EP o el vídeo de Darío Adanti y Rapa Carballo (de la Revista Mongolia) para la canción "Chico de ayer·. Cuando haya las suficientes, se publicarán en formato físico. Nada original: ¡es lo que hacían los Beatles! O sea que no es un adelanto en sentido estricto, ni es material sobrante, ni es una obra de transición: ¡es la esencia misma de la cultura pop!
-"Paseando sobre el agua" nos remite a los milagros de Jesucristo. ¿Qué es la religión: opio de pueblo, refugio de hipócritas o una ideología política del Más Allá?
-Curiosamente la religión es uno de los temas más recurrentes de la discografía de Siniestro Total, entendiendo y abordando la religión en sentido amplio, esto es, tirando de la historia sagrada, de la sonorización de las iglesias o del cisma del Papa Clemente en el Palmar de Troya, por ejemplo. El episodio de Cristo caminando sobre las aguas es totalmente gratuito: lo hizo sólo para demostrar que Él era el "Dr. Manhattan de Nazaret". El narrador de "Paseando sobre el agua", que no es Jesucristo necesariamente, se decide por ese milagro para convencer a la Humanidad de su divinidad, ¡ahí es ná! Desde un punto de vista político, a la religión se le pueden -y se le deben- poner todos los peros del mundo, pero es un material impagable. De alguna manera todos tenemos las referencias; y eso que la asignatura de religión es mala de solemnidad: los chavales salen sin saber ni siquiera Historia Sagrada, sin ir más lejos. Al contrario de lo que ocurre en los países anglosajones, aquí no lee la Biblia ni Dios, pero a Él se le perdona porque es su autor.
-Sigamos con Cristo. Siniestro Total cumple 33 años. Cuándo empezaste tu carrera musical ¿te imaginabas que las secuelas de aquel accidente que provocó el re-bautizo del grupo durarían tantos años?
-¡Ni de lejos! Una vez superada la edad de Nuestro Señor y pasada la fecha de la crucifixión, ya sólo nos queda ascender en cuerpo y alma a los cielos. No lo descartamos como opción de futuro, pero por ahora la maquinaria funciona y sería estúpido dejarlo. De todas formas, pensamos que en aquel accidente nos matamos todos y que lo que estamos viviendo desde hace treinta y tres años es una ensoñación post-mortem o un clásico navideño digno de Frank Capra.
-Después de más de tres décadas, qué es lo que mueve a uno a seguir en la carretera del rock: la fe, la ilusión, la profesionalidad?.?
-Probablemente es una mezcla de todo. Somos bastante cabezotas también. Y como nunca hemos sido unas fashion-victims del rock y hemos pasado ampliamente de tendencias, modas y hipsterismos de todo pelaje, podemos hacer lo que nos da la gana sin presiones, digamos, medioambientales. También es cierto que la libertad es muy cara. De ahí que el esfuerzo sea mayor para sobrevivir.
-Quisiera que nos hablaras de los dos colaboradores de lujo de este EP. Es decir, de Luis Tosar y Ses.
-Luis Tosar interviene haciendo de sí mismo en la canción "Luis Tosar". Si Madness tienen su Michael Caine, ¡nosotros no íbamos a ser menos, teniendo además como tenemos a Luis de mano! La intervención de Sés en el tema "Black Jack "forma parte de esas historias preciosas del rock como la de Tina Turner y las Ikettes cantando para Frank Zappa. Sés estaba grabando también en Casa de Tolos, el estudio de Segundo Grandío, y a Xavier Soto se le ocurrió que metiera unas voces celestiales. ¡Un honor y un placer en ambos casos! Y también una buena razón comercial, ¡je!
-Es unánime afirmar que la evolución de Siniestro ha hecho convertiros en una banda de rock de calidad, muy profesional y esas cosas. Ahora bien, no falta quien diga que "sonar suenan bien, pero han perdido el veneno de sus inicios?. Defiéndase ante estos críticos aguafiestas?
-Es curioso, pero disentimos bastante en ambos casos: no somos el colmo del "rock de calidad" y la mala baba no remite por ningún lado. Quizá el veneno sea más sofisticado, pero la intención de intoxicar es la misma. Otra cosa es que lo consigamos siempre, tanto antes como ahora. El argumento contra el aguafiestismo es sencillo a la par que cruel. Suele venir de gente de nuestra edad que en los años ochenta era joven, follaba y se lo pasaba en grande en los conciertos. Treinta y tres años después, sólo recuerdan esa parte que añoran. Nosotros, como Pilatos, nos lavamos las manos?
-Ya sabemos quiénes sois, ya sabemos de dónde venís?¿Hacia donde va ahora Siniestro Total?
-Si consideramos a Siniestro Total como una parte de la Civilización Occidental (lo que sería mucho considerar), diríamos que, al igual que ella, vamos de cabeza al desastre, al apocalipsis y al colapso. Lo único que pedimos es que se nos deje ser testigos y notarios del Hundimiento. Con eso nos conformaríamos.
-¿En qué medida os han influido los cambios de la industria discográfica, la aparición de Internet, la necesidad de tocar más y más en directo para poder paliar los ingresos que antes se tenían por los royalties discográficos?
-Salvo quizá en algún momento de los noventa, los ingresos por royalties discográficos de Siniestro Total nunca han sido la principal fuente de financiación del asunto. Así que estamos hechos a sobrevivir en medio de cambios tan bestias y también a la casi desaparición de las discográficas gigantes aquí. España es el país de "su entorno" que menos aprecia su industria cultural en general y la musical en particular (véase la diferencia con Portugal, Francia o Italia). Lo de Internet obliga a reprogramar muchas cosas (entre ellas el concepto de álbum del que hablábamos) dada la variación radical en los hábitos de consumo. De ahí lo de los singles virtuales. La autogestión no nos pilla de sorpresa: ya la tenemos bastante trabajada, sobre todo desde la incorporación en 1990 de Xosé Manuel Blanco como director gerente de las maniobras orquestales en la oscuridad.
-¿Se ha hecho realmente algo nuevo en el mundo del rock en lo que va del siglo XXI o simplemente se han copiado (o versioneado) fórmulas que provienen de los años 70?
-El rock ha muerto, ¿no? Bueno, como nosotros probablemente también estemos muertos, no nos importa demasiado. Lo importante es dejar un cadáver bonito que no huela demasiado mal. Además, de alguna manera, el rock vive en otras encarnaciones, ya sea el cine, la literatura, los cómics o los videojuegos. En lo musical, las fórmulas siempre se han repetido y el error en la copia es la base de la evolución. La industria, o lo que queda de ella, ha reenviado el rock a las catacumbas, ese sitio del que quizá nunca debería haber salido. Pero los seres de ultratumba también tenemos derechos a la existencia. Lo que es innegable -¡y celebrable!- es que una gran parte de la chavalada viene atronando por ahí. Si esa industria decrépita se da cuenta o no, ya no es asunto nuestro ni nos importa un pito.
-Hace un par de semanas actuasteis en Ourense, una ciudad que ha proclamado a Los Suaves "hijos predilectos" y que han puesto su nombre a una plaza. ¿Y porque no se hace algo semejante en Vigo a Siniestro o, por lo menos, a la "movida" que tanto contribuyó a la difusión de la ciudad?
-¡Algún intento hay?! Lo de la "movida" nos da bastante igual, tanto ahora como nos dio en los ochenta, aunque es cierto que contribuyó a la difusión del nombre de Vigo. Pero para la otra opción hay que ser realistas: ¿de verdad alguien querría vivir en "calle Siniestro Total, número 13"? Imagínate el momento de dar la tarjeta de visita?
