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'Tomorrowland', el futuro vuelve a ser lo que era

Disney recupera la visión más optimista del futuro que había en los años cincuenta en Estados Unidos. Parte de la película fue rodada en España

Se ha dicho de las películas de ciencia-ficción que cuentan más sobre el presente que sobre el futuro que pretenden anticipar. Eso mismo ocurre con Tomorrowland, la película de Walt Disney que se estrena hoy en España tras liderar la taquilla en su estreno en Estados Unidos. Hubo una época, décadas atrás, en la que se miraba al futuro con ingenuo optimismo. Ahora Brad Bird, director de Los Increíbles y ganador de dos premios Óscar, recupera esa visión más amable del mundo del mañana. Para ello ha contado con George Clooney e, irónicamente, con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, la carísima infraestructura diseñada por el polémico arquitecto Santiago Calatrava.

Clooney, que junto a Bird presentó la película hace unos días en la ciudad del Turia, encarna a Frank Walker, un desilusionado inventor que se embarca junto a una joven llamada Casey (Britt Robertson), una brillante y optimista adolescente con una desbordante curiosidad científica, en una misión para desenterrar los secretos de un enigmático lugar conocido como Tomorrowland. Hugh Laurie, el célebre doctor House de la televisión, da vida al brillante científico David Nix.

La idea para la película, que además del futuro recorre tres épocas diferentes, parte de una sección de Disneylandia llamada Tomorrowland (El mundo del mañana), construida en 1955. En aquella próspera época, en pleno baby boom estadounidense, los norteamericanos encaraban el futuro y los avances tecnológicos con gran optimismo. Con el paso de los años, sobre todo a partir de finales de los sesenta, la visión del porvenir se hizo mucho más pesimista. El futuro que describen títulos como La naranja mecánica"(1971), Mad Max (1979) y Blade runner (1982) es gris e incluso apocalíptico.

El guionista y productor Damon Lindelof (Perdidos) estaba interesado en reproducir el optimismo en el futuro de antaño cuando oyó hablar de una caja que se había descubierto por azar en un armario de los Estudios Disney. La caja contenía planos, maquetas y fotos fascinantes relacionadas con la creación de Tomorrowland y la Exposición Mundial de 1964. Lindelof imaginó que Tomorrowland era una ciudad real, aunque situada en otra dimensión, y no un parque temático.

Los productores temieron que tenían que invertir una cantidad ingente de dinero en recrear Tomorrowland. Sin embargo, el productor de efectos visuales Tom Peitzman dio con la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, cuyo trabajo arquitectónico ya había sido fuente de inspiración para el diseño de producción.

La película ha recaudado cerca de 41.7 millones de dólares en su estreno en Estados Unidos, el pasado fin de semana, algo por debajo de las estimaciones oficiales del estudio Disney, que esperaba unos ingresos próximos a los 50 millones.

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