El protagonista de la novela, Julian, es un niño de doce años que vive en un pueblo de la cuenca del Ruhr, en la década de los sesenta. El trabajo en las minas ha ido perjudicando la salud de su padre, y su madre, abrumada por el cansancio y una vida distinta a la que esperaba, no es especialmente cariñosa con él. Los únicos apoyos con los que cuenta Julian son su hermana pequeña, Sophie, y Marusha, una vecina adolescente en quien verá la primera llamada del sexo. A través de una galería de personajes pintorescos y entrañables, Rothmann pone palabras a ese periodo ambiguo de la vida entre niñez y juventud.