Dos ensayistas exitosos, grandes amigos, defienden que la paz interior y la paz política no caen del cielo, sino que se aprenden, como el fútbol, las matemáticas o la guerra. Los autores proponen tres herramientas para empezar a practicar: el mindfulness, la comunicación no violenta y la compasión.El desarrollo personal profundo de cada uno de nosotros es la clave para cultivar una interioridad ciudadana sana y, en última instancia, para vivir en una sociedad en paz. Un manifiesto inspirador para encarar con garantías la situación social y política que vivimos.