¿Hay algo más profundo que la piel? ¿De qué modo el beso es la frontera entre lo material y lo espiritual? ¿Es posible filosofar sin ver? Si acaso la filosofía occidental es en gran medida una modalidad d ela visión; si teorizar significa ver con el intelecto y el tacto es un sentido alejado d ela gnoseología y apartado de la tarea del pensar, estos lúcidos ensayos intentan demostrar que, en realidad, el tacto nunca fue olvidado. Pablo Maurette esboza una teoría del beso y una historia literaria de la piel sorpendentes.