Esta novela breve, tan violenta como lírica, cuenta una infancia parecida a la del propio autor con una profundidad de observación y una precisión en el análisis magistrales. El protagonista de la historia crece, como diría Zola, "con la sorda rebeldía del niño oprimido por la educación y la enseñanza", pero nos hace sonreír tanto como nos conmueve. Se trata, pues, de una novela de la infancia en tiempos duros para infancia. Crueldad y ternura, sensibilidad y dureza. Colegios, internados, profesores y padres despóticos en la Francia del XIX.