El músico, poeta y periodista Liao Yiwu ha vivido desde 2011 lejos de esa "colosal e invisible prisión que es China" . En Dios es rojo, que sigue la estela de El paseante de cadáveres (Sexto Piso, 2012), Yiwu pone el foco en la región suroeste de China, donde pequeñas comunidades de personas han resistido, arriesgando sus propias vidas, al mandato estatal de eliminar cualquier forma de culto religioso. Aunque de formación secular y atea, Yiwu encontró en la persecución de estas comunidades religiosas la oportunidad para profundizar en su denuncia del brutal aparato de represión estatal chino.