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EL SÁBADOEspaña, construcción antes que esencia

El historiador José Álvarez Junco analiza en "Dioses útiles" las naciones y los nacionalismos

Dioses útiles - José Álvarez Junco - Galaxia Gutenberg - 336 páginas

Sólo basta con echar una mirada a nuestro alrededor. El nacionalismo lo invade todo: Cataluña, Reino Unido, el debate poselectoral, el campeonato europeo de fútbol: estadios llenos de gente con su rostro pintarrajeado con los símbolos patrios, banderas nacionales al aire, reacciones xenófobas crecientes?. La publicación de un libro como éste, Dioses útiles. Naciones y nacionalismo, no es, pues, una casual y oportuna coincidencia con este reverdecer del nacionalismo en tiempos de globalización sino algo expresamente buscado. El mismo autor paladinamente confiesa que el origen de su obra es resultado de un encargo editorial. Y a ello no es ajeno que se haya buscado a José Álvarez Junco para escribirlo, pues es, sin duda, uno de los mejores conocedores de este tema como demuestra su amplio muestrario de publicaciones sobre el mismo. La principal, sin duda, su obra Mater Dolorosa, un sugerente análisis histórico de cómo se "construyó" la nación española por la que recibió merecidamente en 2002 el Premio Nacional de Ensayo.

Dado su origen, alguien podría pensar que este libro no es sino una versión divulgativa de esos análisis anteriores del autor sobre el proceso nacional español. Estaría equivocado. Pero tampoco estamos ante un libro propiamente académico, sino ante un excelente y aclaratorio ensayo histórico que nos proporciona una visión general del fenómeno nacional con el objetivo último de comprender, desde el giro teórico radical sobre la nación y los nacionalismos que han realizado la Historia, la Ciencia Política y otras ciencias sociales, a partir de los años 50 del siglo pasado. Visión verdaderamente aclaratoria, sobre todo, para aquellos lectores que todavía desconozcan los avances que ha supuesto ese "nuevo" paradigma que el autor llega a calificar como revolución científica de los nacionalismos.

El análisis de Álvarez Junco parte de dos ideas previas que nos explican el coherente contenido y estructura de su libro. Por una parte, siguiendo ese, hoy dominante, paradigma mencionado, denominado modernista frente al esencialista tradicional, sobre el fenómeno nacional, nuestro politólogo parte del principio de que la identidad española, como cualquier otra, es una construcción histórica, No hay un "genio nacional" español, ni ninguna "excepcionalidad" española, ni ninguna "esencia" española que exista desde siempre. La nación española, como todas las naciones, es una "construcción histórica", de naturaleza contingente, con un sistema de creencias y adhesiones emocionales que surten efectos políticos de los que se benefician ciertas élites políticas e intelectuales locales. Por otro lado, el segundo supuesto de que parte su análisis es el de que la distancia y la visión comparada son la mejor actitud y el mejor método que puede seguir el científico social para comprender la nación y el nacionalismo.

Consecuentemente con ese objetivo último del libro y estos planteamientos previos desarrolla el autor su estructura, compuesta por cuatro capítulos: un sintético, pero significativo análisis del paradigma modernista sobre el origen y significado de las naciones y el nacionalismo; el estudio comparado de los casos de construcción nacional de los más significados e importantes estados europeos hasta el del Imperio Turco y los de las excolonias británicas e ibéricas y, finalmente, el caso español y los de las nacionalidades alternativas a la española en la península ibérica: la portuguesa, vasca, catalana, gallega y el regionalismo sin nacionalismo de Andalucía. Todo ello precedido de una breve, pero sugerente y sustanciosa introducción.

Para Álvarez Junco, que es un modernista templado, España no es una total invención, como diría el historiador marxista británico Hobsbawm, del pasado de cualquier nación europea, sino que España como identidad colectiva, esto es, como nombre que designa un territorio y una comunidad humana tiene una antigüedad milenaria que, incluso, alcanzó una identidad política desde hace 500 años a partir de los Reyes Católicos. Pero ni antes ni entonces fue una nación en el sentido moderno del término, como creen todavía hoy (basta con oír, digo yo, las perogrulladas de Rajoy en las campañas electorales) muchos nacionalistas españoles, hasta hace dos siglos con la Constitución gaditana. Esto es, no fue hasta entonces una nación en la que el depositario de la soberanía política fuese el pueblo español.

Hacer que retroceda en el tiempo esa nación política no fue sólo un anacronismo esencialista, sino que, al difundirlo a través de la enseñanza y la socialización política, también tuvo una evidente función ideológica: ser una poderosa y eficaz máquina de "fabricar" nacionalistas españoles.

Quizás en ese completo recorrido por la historia española desde la perspectiva del nacionalismo contemporáneo que nos ofrece el autor proporcionándonos una visión comparada con otros casos nacionales como el británico o el francés, con sus similitudes y diferencias, no quede muy claro el importante asunto de los intereses económicos, conscientes o inconscientes, directos o mediados, que pudieron representar las élites políticas e intelectuales que fueron sus sujetos impulsores.

Sin embargo, de cualquier manera, es difícil decir tanto y tan claro en tan pocas páginas. Estamos, pues, ante un libro de lectura recomendable, sin duda. Sus lectores tendrán tras su lectura, sólidos elementos de juicio sobre el proceso histórico nacional, proceso de enorme importancia y gravedad, pues nos afecta todavía directamente hoy y lo seguirá haciendo, sin duda, en nuestro próximo futuro.

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