En un último esfuerzo artístico, un escritor gravemente enfermo concibe un texto que constituye un testimonio visceral y a veces perturbador de sus experiencias, y de la lucha del ser humano por la dignidad en circunstancias extremas. Imre Kertész transforma así la crónica de su "antesala de la muerte" e una obra de una sinceridad radical y una lucidez abrumadora, con la escritura siempre en el horizonte, como justificación de su existencia.

Imre Kertész (Budapest, 1929) recibió en 2002 el Premio Nobel de Literatura.