Criada en un pequeño pueblo de Arkansas por su abuela, Maya Angelou aprendió mucho de ella y de una comunidad extraordinariamente cohesionada; unas lecciones de vida que la ayudarían después a sobrellevar las dramáticas circunstancias a las que tuvo que enfrentarse posteriormente en San Luis y California. Un emocionante relato que retrata también la vida de la mayor parte de la población negra del Sur de los Estados Unidos durante la primera mitad del siglo xx.