Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Genialidad y divismo en el Río de la Plata

El investigador Pedro Larrea reconstruye a través de las hemerotecas la estancia de Federico García Lorca en Buenos Aires

Federico García Lorca en Buenos Aires - PEDRO LARREA - Renacimiento, 325 páginas

La mañana del 12 de octubre de 1933 el Conte Grande atraca en Montevideo. Esperando la llegada de Federico García Lorca se encuentran, entre otras personas, el empresario teatral Juan Reforzo, marido de la actriz Lola Membrives, y el periodista español Pablo Suero, quien cruzando el Río de la Plata para recibir al dramaturgo español se había adelantado al resto de los periodistas argentinos. En buena parte, el bombo que le dio la prensa argentina a García Lorca durante su estancia en el país se debió a Suero, quien con sus notas desde el periódico Noticias Gráficas y su apoyo incondicional contribuyó sin duda a convertirlo en una estrella. Todo el mundo quería estar cerca del poeta granadino, compartir algo con él. Como si de un actor de Hollywood se tratara, querían agasajarlo, estar a su lado, tener una foto suya, una dedicatoria, algo que sirviera de prueba de que lo habían conocido.

Existen cientos de anécdotas sobre la estancia de García Lorca en Buenos Aires, muchas totalmente ciertas y contrastadas, otras, quizá apócrifas. La más famosa cuenta que el 6 de noviembre de 1933 el escritor César Tiempo, a la salida del ensayo de su obra El teatro soy yo, le presentó a Carlos Gardel, otro joven con escaso futuro vital y gran porvenir como mito instalado en la posteridad.

Los trabajos de Ian Gibson sobre el poeta granadino y Lorca, un andaluz en Buenos Aires, de Pablo Medina, habían aclarado casi todo sobre los seis meses que duró aquella estancia. También existe bibliografía sobre sus poco más de quince días en Uruguay durante aquel tiempo -Lorca y Uruguay, de Rocca y Roland, o El amante uruguayo, de Santiago Roncagliolo, son buenos ejemplos- e incluso del breve viaje que realizó a Rosario -esta visita la reconstruyó pormenorizadamente el periodista Daniel Felíu-. El joven escritor e investigador Pedro Larrea aporta ahora la perspectiva que da haber ahondado en las hemerotecas, volviendo sobre todo lo conocido y añadiendo además muchos exactos detalles extraídos de las publicaciones de la época, entre ellos, por ejemplo, dos brevísimos viajes que Lorca realizó durante aquellos días -a Montevideo uno, a La Plata el otro- y que el resto de investigadores habían pasado por alto al no hacer un uso tan exhaustivo de la prensa y demás fuentes hemerográficas del momento.

Bodas de sangre, que había sido estrenada con clamoroso éxito en el teatro Maipo por la compañía de Lola Membrives el verano inmediatamente anterior, fue repuesta por la actriz en el teatro Avenida de Buenos Aires el 25 de octubre de 1933, en presencia de Federico García Lorca, con un auditorio entregado y con la prensa anunciado a bombo y platillo la representación y alabándola". Este fue el motivo fundamental de la estancia de García Lorca en la Argentina y de allí saldría reforzado. Gracias a esta estancia conseguiría la ansiada independencia económica, puesto que hasta ese momento, y con treinta y cinco años, todavía dependía de la renta paterna. Además, este viaje le dio éxito, le dio fama y afianzó una proyección internacional que hasta entonces no era tan evidente. Puede, incluso, que ayudara a convertirlo en un símbolo cultural y político, aunque a eso, qué duda cabe, contribuyó definitivamente su despreciable asesinato.

Compartir el artículo

stats