Todas las comparaciones son odiosas pero si algún prócer en algún municipio de la provincia de Pontevedra está a la altura de José García Barbón y Policarpo Sanz ese es Manuel Misa y Bertemati, sin duda alguna uno de los mayores empresarios y filántropos gallegos de todos los tiempos y una de las figuras gallegas más destacadas e influyentes del siglo XIX. Es la figura decimonónica de mayor relieve que dio Baiona y con toda seguridad el mayor benefactor de esta villa en todos los tiempos históricos.
Manuel María Misa y Bertemati, nació en Baiona el 15 de mayo 1815, por lo que estamos celebrando el bicentenario de su nacimiento. Probablemente su familia era de modesta fortuna pero no pobre, lo que les permitiría vivir con comodidad para la época y el que su hijo menor Manuel Misa pudiese cursar estudios superiores. Una vez terminadas las primeras letras en su Baiona natal, cursó estudios de Marina obteniendo el título, pero renunció a esta profesión para estudiar Filosofía y Leyes, en contra de la que parecía ser la intención inicial de su familia que consideraba la profesión de marino más práctica que la de leguleyo para dedicarse al comercio. En 1840 obtiene el título de Doctor en Leyes en la Universidad de Santiago de Compostela, en la que se distinguió siempre como un alumno sobresaliente. Hasta 1844 residió en Baiona junto a su madre ejerciendo la abogacía en la villa de realengo.
Entre 1844 y 1846, Manuel Misa es llamado por su hermano Ventura a Jerez, donde se había establecido años atrás y donde también vivían algunos miembros de su familia materna. Allí se fraguó el proyecto de enviarle a Inglaterra para sondear la posibilidad de exportar allí los vinos de la incipiente bodega de su hermano Ventura. Así lo hizo y, tras hacerse rápidamente con el idioma inglés y ampliar sus conocimientos mercantiles y comerciales, funda en 1844 una compañía en la que se integrará su hermano Ventura, que ya tenía bodega desde 1840. En 1846 los padrones de Baiona indican que el lugar de residencia de Manuel Misa ya era Londres. El 20 de noviembre de 1867 se casa en Londres con la inglesa Elena Busheroy y Blake.
La evolución y progresión del negocio del vino de los hermanos Ventura y Manuel Misa es una historia de gran éxito que les aúpa al podio de los mejores empresarios gallegos de todos los tiempos.
Los hermanos Misa Bertemati, solamente seis años después de constituir su sociedad, ya ocupaban, en octubre de 1850, el decimoséptimo puesto de los exportadores de vino de Jerez. En julio de 1851 ascienden al décimo tercer puesto del ranking. En abril de 1852 se situaban en el noveno puesto. En el mes de abril de 1853 se mantienen como décimos, pero en junio de ese año alcanzan la cuarta posición entre todos los exportadores de vino de Jerez. En 1874, ya en el podio, se alzan al segundo puesto solo superados por González Byass y Cia.
Las cifras económicas de estas bodegas eran colosales. Tenían un presupuesto anual de seis millones de reales y para su funcionamiento empleaba a cientos de obreros. Para recorrerlas, yendo deprisa, se necesitaban horas y horas. En las colosales instalaciones, además de bodegas, talleres, escritorios y destilerías había patios sombreados por olorosos naranjos y jardines. En la "sacristía", el lugar reservado para los vinos selectos, el marqués de Misa rotulaba los toneles con el nombre de sus nietos.
La casa comercial del marqués de Misa tenía sucursales en Londres, París, Le Havre y Bordeaux, por lo que mantenía una magnífica posición comercial en el Reino Unido y Francia. Sus vinos obtuvieron el gran premio de la Exposición Universal Vinícola de Burdeos de 1895.
Fortuna y beneficencia
Gracias a este éxito empresarial el marqués de Misa alcanzó una enorme fortuna que en gran parte la dedico a la filantropía. Donó a la villa de Baiona una casa escuela, que fue inaugurada el 21 de agosto de 1886, para dar formación a doscientos escolares de ambos sexos. Esta escuela se encontraba donde hoy se levanta la Casa del Mar. También acometió, en 1888, la restauración de la Colegiata, donando 20.000 reales para continuar las obras que se hallaban paralizadas por falta de fondos. Construyó la pescadería, de la cual aún quedan sus arcos frente a la playa de la Ribeira. Igualmente abordó la conducción de agua potable y, en 1863, careciendo Baiona de alumbrado público, costeó durante un año el gasto de esta mejora junto a su hermano Ventura. Para ello donaron los faroles necesarios para este servicio. Además enviaba con frecuencia dinero para los más necesitados de Baiona.
Conocedor del trágico naufragio de dos "volanteiras" de Porto do Son que costaron la vida a sus 28 tripulantes, el marqués de Misa giró de Londres a A Coruña la cantidad de 3.000 reales con destino a las viudas y huérfanos. En 1888, dotó con 250 pesetas un premio para un certamen musical celebrado en Vigo.
En Jerez contribuyó a la construcción de otras escuelas y aportó 75.000 pesetas para el cuartel de infantería. Donó también importantes cantidades de dinero para los primeros heridos de la guerra de Cuba, unas inundaciones en Murcia y otras en Consuegra. Hizo lo mismo para paliar la tragedia de las víctimas por la explosión del vapor "Cabo Machichaco" en Santander. Incluso, como gran patriota que era, donó 70.000 pesetas para las necesidades de la guerra en Cuba y Filipinas.
Asimismo, sufraga con seis millones de reales la creación de la Cámara de Comercio de España en Londres, de la cual fue su primer presidente y posteriormente, hasta su fallecimiento, presidente de honor. Formó parte de los patrocinadores que iniciaron la construcción de la catedral católica de Westminster de Londres, costeando las vidrieras que la decoran. Donó en 1894 al Estado español un soberbio edificio para su uso como embajada, donativo valorado en seis millones de reales.
Condado y marquesado
Por todos estos méritos la corona española le otorga en 1875 el título de Conde Baiona, y en 1889 el de Marqués de Misa, con Grandeza de España de primera clase. No terminaron aquí los reconocimientos de sus méritos y fue condecorado con la Gran Cruz de Carlos III y la Gran Cruz y comendador de Isabel La Católica. También fue Senador electo del Reino en 1881 y de derecho propio a partir de 1891. El Ayuntamiento de Jerez rotuló una calle con su nombre, al igual que hiciera con su hermano, y en 1892 aprobó nombrarlo hijo adoptivo de la ciudad.
Manuel Misa y Bertemati falleció en Londres, el 9 de enero de 1904 y fue enterrado en el cementerio católico de St. Mary. Su esposa Helen Busheroy falleció en la capital británica el 23 de abril de 1916.
