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Juan Goytisolo

A propósito del Premio Cervantes 2014

Ilustración de Xulio Formoso.

A lo largo de los años cincuenta sucedieron en la literatura española acontecimientos significativos que permiten establecer los límites de una nueva situación de nuestra narrativa. En 1951 se había publicado "La colmena" de Camilo José Cela (aunque no en España, a causa de la censura) y en 1954 aparecen, simultáneamente, "El fulgor y la sangre" de Ignacio Aldecoa, "Los bravos", de Jesús Fernández Santos, "Pequeño teatro" de Ana María Matute y "Juegos de manos", de Juan Goytisolo. En 1956 la publicación de "El Jarama" de Rafael Sánchez Ferlosio iba a suponer ya la consolidación de una nueva generación de narradores españoles, a la que se denominó generación del medio siglo, autores de una obra realista de tipo crítico, atenta a las condiciones sociopolíticas del país, que significó una renovación de la literatura que se hacía en España. El representante más destacado de esta nueva generación es Juan Goytisolo, no sólo por su amplia obra narrativa sino también por su inquietud intelectual y su producción ensayística. Goytisolo ha sido galardonado con el Premio Cervantes "por su capacidad indagatoria en el lenguaje" y por su "apuesta permanente por el diálogo intercultural".

El autor y su obra

Nacido en una familia de clase media alta con inquietudes culturales, los avatares biográficos de Juan Goytisolo (1931) van a influir de manera determinante en su literatura, como en la de hermanos Luis y José Agustín. La muerte de su madre en 1938 durante un bombardeo de Barcelona por la aviación franquista le situó en su juventud en una ideología política cercana a las teorías marxistas, hasta el punto de convertirlo durante un tiempo en compañero de viaje del Partido Comunista. Tras unos años en París, en los que desarrolló un activo trabajo de divulgación de la literatura española desde medios editoriales y periodísticos, y una intensa actividad crítica y ensayística, a finales de los años sesenta Juan Goytisolo fijó su residencia definitiva en Marruecos y desde entonces despliega desde allí una amplia campaña en favor de la cultura árabe y adopta una postura cada vez más crítica con la española, a la que acusa de aplicar una actitud inquisitorial contra la heterodoxia, en la que se sitúa.

En sus primeras narraciones ("Juegos de manos", "Duelo en el paraíso") Goytisolo hace una novela realista propia de la sociedad infradesarrollada en la que vive, con la intención no sólo de retratarla sino de criticar sus aspectos más negativos, sobre todo el atraso y la opresión vividas por la mayoría de la población durante la posguerra. En ellas manifiesta su malestar frente al mundo desde una ética de denuncia social inconmovible. Con la trilogía "El mañana efímero" ("El circo", "Fiesta", "La resaca") critica aspectos de la vida cotidiana del país, como las fiestas religiosas y la marginalidad de la vida en las chabolas del extrarradio. El realismo crítico se acentúa en sus siguientes novelas, "La isla" y "Fin de fiesta". De la interpretación poética de la realidad de sus primeras obras, de fuerte contenido autobiográfico, Goytisolo pasa a adoptar una postura de crítica social tanto en sus novelas como en sus ensayos ("Campos de Níjar", "La Chanca") para intentar, en una tercera etapa de su obra, dar respuestas a lo que es España en sus diferentes manifestaciones: cultura, religión, tradiciones€ una actitud que desemboca en la negación de los vínculos que le unen a su país. "Señas de identidad", "Reivindicación del conde don Julián" y "Juan sin Tierra" son las obras que definen mejor esta etapa, que además supuso un cambio radical en la técnica narrativa utilizada hasta entonces, tras las convenciones de corte tradicional de su primera época y la breve experiencia conductista que la siguió. "Señas de identidad" es el inicio literario de su toma de conciencia de la complejidad de España desde una perspectiva realista. La expresión "reinos de taifas" que aparece a lo largo de la obra alude a la división, a la falta de unidad e integración nacional, que terminan por extranjerizar al protagonista, trasunto de sí mismo.

La rebeldía frente a los valores consagrados por la ortodoxia continúa con "Makbara" (1980), "Paisajes después de la batalla" (1982), "Las virtudes del pájaro solitario" (1988), "Las semanas del jardín" (1997), "Carajicomedia" (2000), obras en las que además experimenta con los nuevos lenguajes del modernismo narrativo internacional. En 2003 anunció su retirada de la narrativa con "Telón de boca", una mezcla de ficción y memoria con la que se despedía de la literatura para dedicarse íntegramente al ensayo y a la teoría literaria. Sin embargo, en 2008 publicaba "El exiliado de aquí y de allá", una secuela de "Paisajes después de la batalla", con la que volvía a la ficción.

En la obra de Juan Goytisolo destacan también con luz propia sus ensayos sobre literatura, que escribió desde muy joven, como "Problemas de la novela" (1959), "Furgón de cola" (1968), "Disidencias" (1978), "Crónicas sarracinas" (1981), "Cogitus interruptus" (1999)€ en los que se manifiesta su evolución ideológica y cultural. También es destacable su obra memorialista, que se recoge en títulos como "Coto vedado", "En los reinos de Taifa".

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