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¿Qué ocurrió con los elefantes de la autovía?

La verdad es que es un tema delicado. Habitualmente, las crías de pájaros que se caen de los nidos suelen tener a sus padres rondándoles, por lo que sería muy útil saber dónde está el nido y, si podemos, devolverlos a éste pero, eso sí, con la precaución de no dejarles impregnado nuestro olor corporal para que los padres no la rechacen y sigan dándoles de comer normalmente. Por el contrario, si no encontramos el nido y creemos que la vida del animal puede correr un riesgo, deberíamos llamar a algún centro de recuperación silvestre. En la policía local de tu zona pueden ponerte en comunicación con el más cercano para que se hagan cargo del ave. Es muy importante que reciba atención rápida y especializada. Además, resulta básico que, desde el primer momento, se sepa de qué especie se trata. Piensa que puede ser granívoro, insectívoro o, incluso, carnívoro. Equivocarse con la alimentación sería fatal para el mismo. En estos casos, como siempre, poner al animal en manos de especialistas es la mejor decisión.

Los lémures de cola anillada son animales muy especiales para los que, vivir en grupo, es algo esencial. Por eso, nada les gusta más que, abrazarse unos sobre otros, muy juntitos, para vencer el frío, el miedo y demostrarse amistad.

style="text-transform:uppercase">info@apadan.org. Lo primero que hago al levantarme es mirar el cielo. Me gusta mirar las nubes, oler el aire y sentirme vivo. Sí, sólo soy un perro abandonado pero, cada día sueño que, dentro de muy poco, voy a dejar de serlo. Quizás es porque vayas a adoptarme tú.

style="text-transform:uppercase">info@apadan.org. Algunos creen que, cuando nos abandonan en la calle, nos acostumbramos fácilmente a vivir en ella. Se equivocan, todos los días echamos de menos a nuestras familias y a nuestro hogar.

Los perros de asistencia que marcan la igualdad. La Convención Internacional aprobada por Naciones Unidas, en el marco de los derechos humanos, en diciembre de 2006, tenía como propósito promover, asegurar y proteger la igualdad y la libertad de todas las personas, exigiendo, así, igualdad para las personas con discapacidades. Desde ese momento, la supresión de las barreras y la promoción de los animales como apoyo para éstos ha sido una prioridad. Las personas con deficiencias visuales, auditivas o de cualquier tipo, tienen legalmente reconocido, sin límite alguno, el derecho a llevar un perro de asistencia y acceder y permanecer en cualquier lugar con el mismo. Pero no son éstos los únicos animales que pueden tener ese acceso, también lo tienen los perros policía, los de bomberos, los de búsqueda en montaña y los llamados perros "escudo", "escolta" o "los Pepos", animales preparados para repeler cualquier agresión a una víctima de violencia de género. Labores todas éstas que los perros desempeñan en nuestro beneficio, entregándonos sus vidas, una muestra más del amor que nos dan y que, desgraciadamente, no siempre correspondemos en la misma medida..

Se ha presentado un inquietante estudio que explica lo que significa, realmente, el calentamiento global del planeta. Entre otras cosas, avisa que, si el aumento de la temperatura se sitúa por encima de los 2 grados anuales, el 80% de los animales existentes, desaparecerán.

Las declaraciones municipales de ciudades libres de delfinarios, afortunadamente, se está extendiendo por muchas ciudades de España. El futuro de todas esas instalaciones debería pasar ahora por su reconversión en centros de rescate de animales marinos enfermos que, una vez recuperados, vuelvan a la libertad.

León ataca a cuidador. Las imágenes de un león atacando a su cuidador han inundado las redes sociales. Evidentemente, no sabemos qué estímulos exteriores pudieron darse ni que pasó por su mente pero, en cualquier caso, todo el mundo se extraña de lo que, simplemente, es un comportamiento natural. Es posible que fuera criado a biberón y que, en el pasado, ambos tuvieran una relación muy estrecha pero, su instinto salvaje, no le abandona nunca. Llegado el momento, el león debe cumplir con su deber más sagrado: defender su territorio. Al fin y al cabo, él nunca eligió vivir en cautividad.

Ahora, con el buen tiempo, salgo todos los fines de semana a pasear al campo y, a veces, me encuentro crías de pájaro en el camino. Me han dicho que no me las lleve a casa pero, me da miedo dejarlas y que alguien les haga daño o, simplemente, se mueran ¿Qué debería hacer?

S ucedió el mes pasado. Un camión de un circo volcó y cinco elefantes salieron despedidos del remolque ¿Resultado? Uno muerto y el resto heridos pero ¿qué ha pasado desde entonces con ellos?

Todos sabemos que el final de los circos con animales está muy cerca. Lo que aún desconocemos es cuál va a ser el destino de todos esos animales. En principio, la solución más lógica sería depositarlos en alguno de los escasísimos centros de rescate existentes en España pero, claro, sólo les daré un dato: hace un par de meses, al pedir personalmente sitio para cuatro tigres en el más importante de todos ellos, me contestaron que poseen en lista de espera, nada más y nada menos, que a más cincuenta tigres y leones. Un auténtico disparate.

En el caso de los elefantes, si cabe, el tema es aún peor. Primero porque, pese a que hay más de 25 viviendo en circos españoles, no existe un solo santuario en nuestro país con instalaciones específicas para ellos. Y, segundo, porque se trata de elefantes asiáticos, de animales con una infinita sensibilidad que, si desde pequeños se entregan a su "mahout", es decir, a su cuidador, pueden morir de pena si son separados de éste. Imagínense ahora, en el caso concreto de estos elefantes accidentados, qué vínculo mantendrán con su domador-cuidador que, con tan sólo dos años de edad, ya salían todos juntos a la pista. Desgraciadamente, en estos casos, a menudo, lo más difícil es saber que es "lo menos malo" para los animales porque, desgraciadamente, "bueno", ya no hay nada.

En cualquier caso, sí hay algunas cosas que deberían haberse hecho ya. La primera y principal, prohibir, de una vez por todas, el uso de animales en los circos. La segunda pero, tan importante como la primera, potenciar la creación de nuevos centros de rescate -o ampliar los existentes- para que puedan acoger a todos esos animales, sean de la especie que sean. Y, la tercera, para casos tan especiales como el de estos elefantes, aplicar protocolos específicos que valoren tanto el aspecto físico como el psíquico de los mismos y que consigan el mayor bienestar para los animales.

Eso es lo que debería haberse hecho pero, como no se ha hecho, la pregunta es: ¿Qué ha ocurrido con los famosos elefantes accidentados en la autovía? Pues muy sencillo, no ha ocurrido nada, absolutamente, nada. Siguen en el mismo circo, entre otras cosas, porque, como ya he apuntado, ni hay un solo santuario en España donde llevarlos, ni tampoco voluntad política de hacerlo. Esa es la realidad.

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