La mayoría de las empresas reciclan a sus empleados para que de adapten a las nuevas tecnologías y crezcan profesionalmente con los tiempos. Con el vehículo pasa tres cuartos de lo mismo. Los conductores que han obtenido su permiso de circulación hace más de diez años se darán cuenta de que los coches con los que hicieron sus prácticas y el examen en ciudad no tienen nada que ver con lo que hoy en día son los modelos que se comercializan. La tecnología ha cambiado absolutamente todo, y ahí es donde cada vez se hace más necesario los cursos de conducción. Muchos fabricantes han dado un paso al frente en este aspecto, y ofrecen cursos de conducción que tienen una única finalidad, y que no es otra que prepararnos para las sorpresas que nos pueden aparecer en la carretera, como lo que le pasó a miles de conductores a comienzos de año, cuando una intensa nevada los atrapó en la autopista de acceso a Madrid.
FARO ha estado con Audi en uno de sus cursos de conducción en hielo, en donde hemos aprendido a conducir en nieve, dominando al vehículo y sin acabar en uno de los taludes que bordeaban el trazado.
La posición al volante sigue siendo una de las pares fundamentales de la formación. Las piernas ligeramente flexionadas, de tal manera que no nos queden estiradas al pisar los pedales. El respaldo lo más vertical posible, evitando posiciones que inviten a la relajación. Si estiramos el brazo, el volante deberá ir colocado a la altura de nuestra muñeca, para poder maniobrar con facilidad. LO más importante es la colocación de la manos al volante. Si comparamos el volante con un reloj, las manos deben ir colocadas como si marcáramos las nueve y cuarto. Es una posición clave para conducir en nueve, pues los movimientos deben ser suaves, cortos y siempre sin mover las manos.
Una vez que estamos bien colocados, llega la hora de conducir en nieve. Hoy en día las ayudas a la conducción, el ESP, facilita en gran medida controlar el vehículo, pero en estos cursos de formación aprenderemos a conducir sin ayudas. Es fundamental manejar marchas cortas. Facilita la conducción llevar el coche en tercera y, en caso de tener que frenar reducir la marcha. Debemos que tener en cuenta que sin frenamos, el coche se va a ir y ahí es cuando comienzan los problemas. También es importante mantener la vista fija en la carretera lo más lejos posible, ya que de esa manera podremos preparar el vehículo para encarar mejor las curvas y colocar el coche de tal manera que no haya viraje o subviraje.
La formación es básica también a la hora de conducir un vehículo, sobre todo cuando afrontamos condiciones climatológicas que pueden influir en la conducción y no queremos llevarnos un susto.
