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Activismo ético

Afortunadamente existen personas que se dedican a ayudar activamente a un colectivo desfavorecido concreto, para intentar mejorar sus condiciones y sus vidas. No obstante, es frecuente observar una fragmentación significativa entre la forma de actuar y de pensar de los distintos colectivos de activistas. Me explico, frecuentemente observo feministas o personas que luchan por los derechos de las mujeres y su igualdad de género, que no respetan los derechos de los animales. De la misma forma, también encuentro animalistas con actitudes y comportamientos machistas y/o racistas. Esta incoherencia influye negativamente a la hora de llevar a cabo algo que yo considero necesario e imprescindible, que es una lucha global por la igualdad y los derechos de TODOS los seres vivos

No tiene ningún sentido luchar por los derechos de un colectivo vulnerando los de otro. Pedir que se respete a las mujeres, fomentando y participando en el maltrato de los Animales por ejemplo, con el consumo de los mismos a través de su explotación. De la misma forma que no es ético intentar proteger a los animales, manteniendo el origen de la violencia hacia las mujeres, es decir, siendo machista o discriminado a una persona por su raza o nacionalidad.

Me parece fundamental que integremos todos los valores, actitudes y compromisos sociales por la igualdad de todos los seres vivos sin distinción, independientemente del que formemos parte o por el que luchemos. Porque jamás se podrá conseguir una igualdad real o el fin de la violencia para todos y todas, si los que estamos dentro somos los primeros que diferenciamos o discriminamos los derechos de los demás.

Con esto no quiero decir que todos tengamos que luchar activamente por los derechos de todos los colectivos, puesto que no es viable. Pero sí que nuestro comportamiento y forma de pensar sea coherente con la igualdad de todos y no solamente con el que estamos más implicados. Porque el activismo es la forma más bonita de conseguir mejorar tu propia vida y al mismo tiempo la de los demás, pero sino lo hacemos de manera ética, coherente, integrada y justa, jamás será un activismo sano, ético y real.

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