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Los guardias gallegos del Rey Felipe VI

Seis militares gallegos de la Guardia de Felipe VI cuentan sus experiencias y el honor que para ellos supone fomrar parte de esta hist´roica unidad del Ejército español, la más cercana a la monarquía

De izq. a dcha.: Carlos Barro Rey, Luis Antonio del Campo Vázquez, Rafael Carracedo Crespo, Adrián García Domínguez y María Rocío Pazos Fernández. // G. R.

"Es una unidad que engancha mucho. Estás como en primera línea de todo lo que ocurre siempre", destaca el brigada Carlos Barro Rey, uno de los 44 gallegos que forma parte de la Guardia Real. Esta es una unidad interejércitos, eso significa que está compuesta por personal tanto del Ejército de Tierra, como de la Armada, el Ejército del Aire y los Cuerpos Comunes. En total, la componen 1.540 personas de toda España.

Barro Rey, proveniente del Ejército de Tierra, es oriundo de A Coruña y ha formado parte de la Guardia Real en dos etapas distintas porque los militares, a medida que ascienden, pierden destino. Ahora se encarga de gestionar las cuestiones internas de personal, como en un departamento de recursos humanos de cualquier empresa.

"Yo esto lo he mamado desde pequeñito", reconoce Barro Rey. Creció al lado de la Capitanía y "veía uniformes por todas partes". Tanto su abuelo como su abuela maternos eran militares. "Mi madre me dormía con el himno de artillería", recuerda.

La vocación es esencial en el ámbito militar. Así lo explica el capitán José María Lorenzo Tenreiro, que viene del Ejército de Tierra. "Esto es vocacional. Viviendo en Ferrol tenía mucha relación con la Armada, de hecho tengo a familiares ahí y en el Ejército. Decidí apuntarme porque lo conocía y me gustaba mucho el trabajo. Es, además, una vocación de servicio a España", asegura.

Tenreiro se encarga de la formación de los aspirantes a militares de tropa y marinería, y también de los cursos sobre seguridad que se imparte a todo el personal. Para él, lo más difícil de pertenecer a la Guardia Real es que es necesario "extremar la exactitud" de todas sus acciones.

"Junto al Rey siempre deben estar los mejores", es un lema que apunta Barro Rey. "Lo que se busca es la excelencia, hay que aportar cada día un poco más en tu trabajo", sostiene el sargento Luis Antonio del Campo Vázquez, que proviene de la Armada.

Vázquez destaca que "es un orgullo poder participar en todos los actos oficiales de la Casa Real". Le gustaría poder continuar aquí el resto de su carrera militar pese a que su esposa también está en el Ejército, pero destinada en la base de Rota. "La Guardia Real es una oportunidad que no se da todos los días", alega.

Ninguno de los gallegos que ha podido servir al rey Juan Carlos y a Felipe VI percibe cambios en su labor diaria. Coinciden en que sus agendas las marca la del monarca, pero no han visto modificadas sus funciones. "A Su Majestad le gusta venir por aquí", dice Barro Rey en referencia al Acuartelamiento de la Guardia Real en el barrio madrileño de El Pardo, su sede principal. Aunque explica que "el trato no es diario", sí mantienen cierta relación con la familia real, sobre todo con el monarca.

La función principal de este grupo militar "es proporcionar el servicio de guardia militar, rendir honores y dar escoltas solemnes a su Majestad el Rey y a los miembros de Su Real Familia que se determinen, prestando análogos servicios a los jefes de Estado extranjeros cuando se ordene (durante las visitas de Estado a España)".

La jornada de los miembros de la Guardia Real comienza a las ocho de la mañana en El Pardo con el izado de bandera y una hora de instrucción físico-militar. Tras esta actividad, cada uno acude a su puesto de trabajo hasta las dos del mediodía, excepto que tengan algún acto programado.

Un caso distinto es el del sargento Rafael Carracedo Crespo, de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas, quien forma parte de la unidad de música. Hijo de músico Guardia Civil, toca el fliscorno en la banda de la Guardia Real, que ensaya en las instalaciones del Palacio Real en el centro de Madrid.

"Estoy en la mejor unidad de música que hay", afirma Crespo. "Mis mejores recuerdos hasta ahora son cuando pude tocar el Concierto para Trompeta de Haydn en la catedral de Segovia y en los teatros del Canal de Isabel II en Madrid; por supuesto otro maravilloso recuerdo es el haber tocado recientemente el ´Negra Sombra´ con la gaita tradicional gallega en el Auditorio Municipal de Ourense junto a la unidad de música. Una de las mayores satisfacciones de mi carrera profesional", asevera.

Crespo lleva tocando la gaita desde los catorce años y está muy ligado a la música tradicional gallega. Pronto presentará un libro que versa sobre ´a requinta da Ulla´, una flauta travesera típica de esta zona. La unidad de música toca en la festividad del 12 de octubre, Día de las Fuerzas Armadas, cuando hay visitas oficiales, en distintos viajes por las provincias, en los conciertos de Patrimonio Nacional y, cada semana, en los relevos solemnes frente al Palacio Real, donde aprovechan para interpretar un par de piezas extra para las personas allí congregadas.

Anualmente la Guardia Real publica sus vacantes a las que cualquiera puede presentarse, siempre que cumpla una serie de requisitos y supere unas pruebas de selección. Personas que tengan una formación diferente a la militar pueden entrar de este modo a ocupar un puesto en este equipo particular del Rey.

La otra manera de acceder es solo para personal que ya forma parte de las Fuerzas Armadas. Por concurso de méritos se van cubriendo las vacantes que surgen. Así, es como si estuvieran destinados en cualquier otro sector militar.

"Tenemos más trato con los miembros de la familia real porque, al final, todos pasan por aquí". A parte de sus funciones de desfile como cabo primero del Ejército de Tierra, María Rocío Pazos Fernández, está destinada como auxiliar de odontología y pertenece al servicio médico de la Casa Real y, a la vez, al grupo de logística de la Guardia Real.

"En el servicio médico hay doctores, enfermeros, odontólogos, psicólogos, farmacéuticos y veterinarios. Se atiende a las necesidades de los miembros de la Casa Real y también a los animales", explica Fernández, que lleva diecisiete años en este grupo y fue condecorada por el rey Juan Carlos I con la Medalla al Mérito Militar por su trabajo.

Con diecisiete años fue el soldado Adrián García Domínguez, proveniente del Ejército del Aire, a hacer las pruebas físicas con la autorización de su madre. Ahora ya lleva once y ha logrado llegar a la sección de motos dentro de la unidad de escoltas. "Desde donde estamos siempre se observa todo lo que pasa a la perfección, pero con lo que yo me quedo es con los compañeros. Siempre hay un momento para las risas", dice. "Es una sección particular, somos un número pequeño de integrantes y los que estamos más cerca de Su Majestad", explica, "las motos son mi pasión, me gustaría poder terminar aquí mi carrera".

Escapadas a Galicia por la comida y la familia

  • La cabo primero María Rocío Pazos Fernández es de As Neves y vivió en la lejanía toda la agonía de los incendios que se cebaron con su casa. "Todos están bien pero lo viví con bastante preocupación. He visto vídeos de como ha quedado todo y espero a poder verlo en persona próximamente", relata. Fernández lamenta que "los fines de semana se me hacen cortos". "Eso sí, siempre que voy aprovecho para comer bien", destaca.El ferrolano José María Lorenzo Tenreiro prefiere venir en las "vacaciones" durante el curso que en verano. "Trato de ir siempre en Semana Santa porque me gustan las procesiones y así puedo salir con La Dolorosa", cuenta."Aunque sean dos o tres días, siempre que puedo cogemos y nos vamos a ver a toda la familia. Mi mujer es de la zona de O Rosal y ahora es allí donde paso más tiempo cuando vamos a Galicia", explica el sargento Rafael Carracedo Crespo.De la misma opinión es el soldado Adrián García Domínguez. "En cuanto puedo me escapo a disfrutar de la familia y la buena comida que tenemos ahí", asegura.

Capitán José María Lorenzo Tenreiro

"Tengo familiares en la Armada y también en el Ejército. Decidí apuntarme porque conocía el trabajo y me gustaba mucho. Es, además, una vocación de servicio a España "

Sargento Rafael Carracedo Crespo

"Tocar ´Negra Sombra´ con la gaita tradicional gallega con la unidad de música en Ourense es una de las mayores satisfacciones de mi carrera profesional"

Cabo Primero María Rocío Pazos Fernández

"Tenemos más trato con los miembros de la familia porque, al final, todos pasan por la unidad médica"

Brigada Carlos Barro Rey

"A Su Majestad le gusta venir por el acuartelamiento, aunque nuestro trato con él no es diario "

Soldado Adrián García Domínguez

"Es una sección particular, somos un número pequeño de integrantes y los que estamos más cerca de Su Majestad "

Sargento Luis Antonio del Campo Vázquez

"Lo que se busca aquí es la excelencia, hay que aportar cada día un poco más en tu trabajo "

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