Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los suplementos de FARO

ESTELALas Rías a través del tiempo

La última vez que las rías de Galicia quedaron emergidas fue hace 35.000 años. Hace 400 milenios, todas estaban surcadas por una amplia red fluvial

Muestra microscópica de un dinoflagelado (alga unicelular).

Sedia-m´eu na ermida de San Simión / e cercaron-mi as ondas, que grandes son. / Eu atendend´o meu amigo. E verrá? relata la única cantiga de Meendinho que llegó a nuestros días. En estos versos quedó para siempre ese amplio rango de marea al que se refiere el juglar gallego.

Cuando el clima se hace más cálido o se enfría, eso influye en el nivel del mar y, lógicamente, afecta a la distribución de los ecosistemas, a los tipos de ecosistemas existentes y también a nivel social y cultural.

El polen alojado durante miles de años de sedimentos marinos es clave ahora en la investigación que ha llevado a cabo la bióloga Iria García-Moreiras en la Universidad de Vigo. Su tesis recoge cambios en la costa gallega en la etapa Tardiglaciar que hasta ahora no estaban estudiados y muchas pequeñas variaciones del paisaje de la costa que actualmente están descritos y datados en zonas de montaña de Sanabria (Zamora).

"Gracias a las dataciones isotópicas podemos correlacionar los eventos ocurridos en otros territorios con los cambios que vemos en las rías. Porque la vegetación es muy similar a la actual desde hace unos 20.000 años, pero se mueve, se traslada", explica el director de este trabajo, Castor Muñoz. Con los nuevos datos obtenidos de la ría de Vigo se confirma que el carpe europeo (Carpinus betulus), una especie arbórea prácticamente extinguida en la Península Ibérica a día de hoy, era relativamente abundante en el entorno de la ría entre unos 60.000 y unos 40.000 años aproximadamente, y también su persistencia en esta área hasta como mínimo el Holoceno inicial (hace aproximadamente 8.000 años).

"La última vez que las rías gallegas quedaron emergidas fue hace aproximadamente unos 35.000 años", señala la geóloga Natalia Martínez, que pertenece al mismo grupo que García-Moreiras, el de Análisis de Cuencas (BASAN, por sus siglas en inglés), coordinado por los doctores Castor Muñoz y Soledad García-Gil en la Facultad de Biología de la Universidad de Vigo.

"La mayor parte del relleno sedimentario de la ría de Vigo pertenece a los últimos 450.000 años. La permanencia de dichos depósitos en la ría, así como su espesor se ha visto condicionado por las subidas y bajadas del nivel del mar ocurridas hasta ahora", añade Martínez.

"Con las tesis de Natalia Martínez, Iria García-Moreiras y Víctor Cartelle hemos podido ver y reconstruir esas variaciones desde hace 450.000 años en las rías. Antes pensábamos el relleno sedimentario de las rías gallegas correspondía a los últimos 18.000 años. Con los datos nuevos hemos podido ver que la ría se quedó como un valle fluvial o funcionó como ría en distintos periodos, pero desde hace ya 450.000 años. Durante los momentos de nivel del mar alto, la ría podía quedar completa o parcialmente inundada, funcionando en algunos casos como estuario. Sin embargo, durante los periodos de nivel del mar más bajo, esta podía quedar totalmente emergida y funcionar como un valle fluvial. De hecho, durante las bajadas del nivel del mar más importantes, el mar llegó a situarse 120 metros por debajo del nivel actual", detalla la geóloga Soledad García-Gil.

El gas que se esconde bajo el mar es el nexo de unión de este grupo de investigación gallego, cuyo principal interés era estudiar este fenómeno. "El gas puede afectar a construcciones en la costa, ya que la desestabilización del sedimento o la liberación brusca de gas puede llevar asociado ciertos riesgos geológicos. Realmente el metano es un gas de efecto invernadero, y en este escenario de calentamiento global, que se retenga en los sedimentos o escape hacia la superficie puede tener importancia", dice Castor Muñoz.

"La formación de gas somero dependió mucho de los aportes de materia orgánica (de origen marino y continental), de los tipos de ecosistema que hay a su alrededor, de la temperatura del agua, de la salinidad, de la microbiota... Ese tipo de cosas pueden condicionar que se forme gas o que el gas formado quede allí retenido. Si se escapa desde el fondo marino y pasa a la columna de auga puede llegar a la atmósfera. El gas del que hablamos normalmente es metano, que tiene un efecto invernadero muy potente, más que el CO2 (de hecho, se puede oxidar a CO2)", describe Muñoz.

Todo está conectado. Investigaban las acumulaciones de gas en las rías gallegas y vieron que estaban vinculadas con el clima, con las variaciones del nivel del mar, con el tipo de aportes continentales y marinos, con la circulación de las propias rías...

El nivel del mar tiene fases de subida y de bajada. Hay estabilizaciones, pero está en constante cambio. Los últimos 2,5 millones de años (periodo Cuaternario) se han caracterizado por cambios climáticos rápidos y bruscos. Estas variaciones climáticas y del nivel del mar son responsables de cambios tanto en los medios de sedimentación como en la vegetación en el entorno de las rías gallegas.

Los periodos glaciares se caracterizaron por un nivel del mar más bajo que el actual, como ocurría por ejemplo hace unos 400.000 años. Durante estos periodos, la ría de Vigo, al igual que el resto de rías gallegas, se encontraba emergida y surcada por una amplia red fluvial. La erosión predominaba en todo el valle, transportando el sedimento hacia la plataforma.

"Durante los eventos de subida gran parte de la ría sería inundada nuevamente por el mar. No todos los eventos alcanzaron la misma posición, pues en algunos casos la ensenada de San Simón permaneció emergida, mientras el resto de la ría era marina", asegura Iria García-Moreiras.

Los registros estratigráficos obtenidos en sedimentos marinos someros (más próximos a la superficie) de la ría de Vigo para el trabajo doctoral de García-Moreiras han permitido reconstruir los cambios ocurridos en la "paleo-ría" y los ecosistemas asociados desde hace unos 45.000 años, durante parte del periodo conocido como MIS-3 (Marine Isotopic Stage-3). De su estudio se infiere que "los pinares costeros asociados a dunas y otros enclaves costeros serían muy abundantes".

Además, se deduce una presencia importante de bosques mixtos caducifolios durante este mismo periodo. Los biólogos han logrado identificar diversas especies a partir del polen: alisos, abedules, avellanos, carpes... y sobre todo Quercus (robles caducifolios), que serían las especies dominantes de aquellos bosques. Es especialmente relevante el hecho de que el polen del Carpinus betulus, como se ha comentado, aparezca en gran abundancia en los sedimentos de la ría viguesa.

Las causas de la desaparición d este árbol en Galicia se explican en un artículo que el equipo vigués publicará en la revista especializada Vegetation History and Archaeobotany, donde la relacionan con el aumento del nivel del mar y el cambio climático hacia condiciones más húmedas y cálidas, así como su baja capacidad para competir con otras especies como el roble.

"Estudios globales del nivel del mar certifican que hace unos 18.000 años el nivel del mar estaba 120 metros por debajo de donde se sitúa ahora. En cambio, 15.000 años atrás, el nivel ya había subido y estaba unos 30 o 40 metros más bajo que actualmente", describe Soledad García-Gil.

Tras el máximo glacial, hace unos 15.000 años, el nivel del mar empezó a subir. Un evento muy frío que frenó la subida hace unos 12.000 años. El grupo de investigación vigués obtuvo recientemente datos polínicos en la ría de Arousa que les permiten corroborar que el clima en este momento se volvió especialmente frío, y que eso se percibió en la vegetación. Dominaron los abedules y los pinos, y hierbas como las gramíneas.

Con el inicio del Holoceno (un periodo que comenzó hace unos 11.000 años y en el que continuamos hoy) el clima mejoró y el nivel del mar subió. Con el aumento de las temperaturas y de la humedad, el robledal sufre una expansión importante en la ría de Vigo, mientras que los abedules y los carpes inician su retroceso. Tanto en la ría de Vigo como en la de Arousa se observa una expansión de los ecosistemas acuáticos: charcas y otros humedales terrestres.

El nivel del mar en todo el mundo continuó subiendo hasta alcanzar su posición actual y, hasta dónde sabemos, sigue haciéndolo.

"Cuando hay épocas frías baja el nivel del mar y con climas cálidos, sube. Esto es cíclico, sobre todo en los últimos dos millones de años se ven estas oscilaciones. Ahora estamos en un periodo interglaciar (temperaturas cálidas) y de nivel del mar alto. ¿Cómo va a evolucionar? Depende, como no ha terminado el ciclo no se sabe con exactitud. Puede seguir subiendo durante varios miles de años y lo siguiente será que vuelva a bajar, pero no sabemos cuándo", sostiene García-Gil.

"De forma natural siempre ha habido cambios climáticos. Lo que ocurre ahora es que la actividad humana está acelerando ese calentamiento, sobre todo desde la época industrial", afirma la geóloga de la Universidad de Vigo. "En el último ciclo interglaciar [el anterior al Holoceno, el actual] el nivel global del nivel del mar estaba un poco más alto que ahora: hasta seis metros por encima", apunta Castor Muñoz.

Todos estos trabajos de investigación forman parte del proyecto ECOMER para la obtención de datos financiada por el Ministerio de Educación y Ciencia, cofinanciado con fondos FEDER de la Unión Europea. Además, el grupo BASAN de la Universidad de Vigo (basan.webs.uvigo.es) también cuenta con la financiación de la Xunta.

Compartir el artículo

stats