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La recuperación se atisba en Galicia

Representantes del sector de la pesca, la hostelería y la metalurgia apuntan a una mejoría pero piden la colaboración de las administraciones

César Ballesteros

Esta "década perdida" se ha notado con fuerza en Galicia. Tres de los sectores decisivos de la economía de la Comunidad, el de las metalúrgicas, la pesca y el de la hostelería, evalúan las decisiones tomadas y apuntan el camino a seguir.

Enrique Mallón, secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicas de Galicia (Asime), constata esta "década de crisis industrial y económica relevante", pero se muestra esperanzado, pues considera que "actualmente estamos al inicio de una recuperación que obviamente ansiábamos todos desde hacía tiempo".

"El sector del metal en general y la industria de automoción, metalmecánica y fabricación de elementos de transporte en particular, hemos sufrido una pérdida del volumen de facturación y empleo que ha repercutido, sin duda, en varios proyectos industriales, algunos de ellos de capital gallego. Aunque haya otras creencias, la realidad es que hemos perdido en esta última década más de 2.000 empleos en esta industria y necesitamos fortalecer el volumen de facturación y el nivel de empleo de la misma, y eso ha comenzado a suceder en este año 2017", asegura Mallón, quien se centra en la "imagen en el exterior" para mejorar de cara al futuro. "Estamos intensificando relaciones con Irán, México y Alemania", sostiene con la vista puesta en Portugal que "comparativamente está siendo más valorado" internacionalmente, por eso reclama la colaboración de las administraciones públicas.

Por su parte, Javier Touza, presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), apunta a las mejoras que se han implementado en la pesca en esta dura etapa, acercándose a los consumidores a través de la transparencia y de la información. "La crisis ha demostrado que somos un sector defensivo, maduro, con una gran capacidad de adaptación y con mucho futuro. Nuestro sector ha servido como motor socioeconómico en estos años", asevera Touza.

"Tuvimos que hacer un especial esfuerzo en circunstancias muy difíciles, sobre todo al principio de la crisis con la subida del petróleo, pero vimos que era necesario implementar medidas para hacer frente a la demanda de un consumidor más informado y más exigente. En estos años se han reforzado las cooperativas de trabajadores y muchos armadores ya no solo pescan, también producen y distribuyen", explica desde ARVI.

La parte tecnológica también se ha implementado, pues ahora las normativas para la protección de las especies son más exigentes. "Luchamos para conseguir una mayor eficiencia energética en nuestros barcos", añade. Todo un movimiento en el sector que Touza resume así: "Estamos poniendo cara y ojos a la pesca, de ahí salen iniciativas como la primera edición del Vigo Sea Fest de este verano".

"Hemos aguantado gracias a la colaboración estrecha con las administraciones. Hemos mantenido los puestos de trabajo, que representan un 30% del empleo en el sector de la Unión Europea. La crisis ha sido dura pero potenciamos la internacionalización con la consolidación de los derechos de pesca y una renovación de la flota para cumplir con las nuevas exigencias", argumenta. La crisis ha sido dura pero los organismos de la Unión Europea apuntan a que el de la pesca sigue siendo un sector eficiente, "pese a que seguimos con una tendencia de pérdida de unidades pesqueras", resalta Touza.

"En definitiva, Galicia sigue siendo la gran despensa de Europa", resalta Touza, quien se marca como uno de los principales retos el de "transmitir a la sociedad civil qué es lo que come para fomentar los consumidores responsables". Pues los datos señalan que la gente joven consume cada vez menos pescado y es un objetivo clave del sector conseguir llegar a esta parte de la población.

El presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos) y de la Asociación de Hoteles de Pontevedra (Asehospo), César Ballesteros, explica que la crisis comenzó en un momento en el que se estaba aumentando la oferta en la zona y que "todavía hoy sufrimos ese exceso de oferta". "Vigo es la quinta ciudad más barata de España para alojarse, los precios aún son más bajos de lo que da rentabilidad al sector", apunta.

Ballesteros destaca que el hotelero tiene un perfil principalmente de empresa familiar en Galicia y, por este motivo, se ha mantenido bastante bien. Por otra parte, destaca que "se ha demostrado que el turismo es uno de los grandes motores de la economía aquí". Han sufrido reestructuraciones y han creado empleo, "pero del que llamamos precario, solo en periodos de alta ocupación, lo que se podía", sostiene.

Los datos de ocupación empiezan a ser similares a los años previos a la crisis. "El invierno sigue siendo duro para nosotros. Muchos hoteles han estado perdiendo dinero durante cuatro años... pero estamos mejorando los números en general en restauración y en hotelería. Hay más tranquilidad en el sector, empezamos a ver la luz al final del túnel", zanja Ballesteros.

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