Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los suplementos de FARO

La esencia de Galicia en imágenes

Las fotografías permiten revivir la historia y acercarla a nuevas generaciones. Los gallegos fueron pioneros en este arte que celebra su día mundial

7

Maestros gallegos de la fotografía

"Una fotografía no es solo una imagen (como lo es un cuadro), una interpretación de lo real; es también un calco, algo grabado directamente de la realidad, como una huella o una máscara mortuoria", argumenta Susan Sontag en su ensayo titulado "Sobre la Fotografía", publicado en 1975.

Si nunca se pudo negar el poder de la imagen, hoy en día, con una sociedad acostumbrada al audiovisual, no es necesario ni explicarlo. "A fotografía en Galicia foi principalmente documental ou de reportaxe, cando as cámaras xa pesaban menos os fotógrafos saían á rúa e disparaban, pero non cunha intención estética diría eu, salvo no caso de José Suárez", señala el artista coruñés Manuel Vilariño.

Galicia fue "pionera" en este arte y así lo demuestran las instantáneas de Andrés Cisneros de la Catedral y de otros aspectos del casco antiguo compostelano fechadas en 1858, publicadas por Alvarellos Editora en 2014 como una colección de postales ("Santiago, 1858") junto a una exposición itinerante. Entre ellas figura esta panorámica de la Catedral, por primera vez retratada desde la perspectiva de la Alameda.

Esta semana se celebra el Día Mundial de la Fotografía; se conmemora cada 19 de agosto, pues en esa fecha, en 1839, el gobierno francés liberó la patente del daguerrotipo (un procedimiento por el cual la imagen se forma sobre una superficie de plata pulida como un espejo que dio lugar a las primeras fotografías de larga duración) para que cualquiera pudiera utilizarla.

Jaime Pacheco instaló su estudio en Vigo a principios del siglo XX, y de 1916 es esta instantánea del equipo de fútbol de Teis que selecciona el vigués Xosé Luis Suárez Canal, profesor de fotografía ya jubilado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de Santiago. "Nesta época chegaba a fotografía de estudio a Galiza e a xente, para ter relevancia, pasaba polos estudios para retratarse. Nesta foto o que me interesa é o contraste entre un equipo de fútbol ao que estamos acostumados a ver no campo e aquí teñen como pano de fondo un interior dunha casa, como se fora unha escena familiar máis", explica Suárez Canal. También del amplísimo Archivo Pacheco escoge esta fotografía de la ribera de O Berbés en 1920 la comisaria del Outono Fotográfico en Vigo, Rita Ibarretxe. "Pertenece al género documental pero no renuncia a buscar la estética sin caer en el pictorialismo. Es el contraste entre cómo vivían los marineros y la ciudad que todavía estaba por venir, ese Vigo que surge a través de la pesca", relata Ibarretxe. Es, sin duda, una imagen del barrio que habría caído en el olvido sin los objetivos de las cámaras.

La fotografía permite que nos acerquemos a escenas ajenas de forma sencilla, como ocurre con esta imagen de Vigo con las tropas falangistas desfilando desde la calle Príncipe hacia la Plaza de Urzáiz que plasmó Hugo Jaeger, uno de los fotógrafos personales de Adolf Hitler, el 24 de mayo de 1939. Con mucha probabilidad se trata de la primera imagen en color de la ciudad olívica, según explicó Xosé Ignacio Herrero, especialista en historia viguesa, en FARO.

Porque el alemán Jaeger era un adelantado en cuanto a la tecnología, en aquel momento la mayor parte de la fotografía seguía siendo de estudio y en blanco y negro. Por eso Virxilio Vieitez destacaba con sus instantáneas en exteriores. "Coloca aos seus personaxes sempre diante dun decorado, nesta ocasión un Cadillac que contrasta co hórreo que se intúe detrás", señala Suárez Canal. Todo el mundo posa para Vieitez, incluso el perro. Aunque hizo retratos familiares principalmente, este fotógrafo de Soutelo de Montes supo contar Galicia como nadie.

La emigración ha marcado la historia de los gallegos y el dolor que supuso (y sigue suponiendo para muchos, aunque en otras condiciones) se refleja en los rostros de esta mítica instantánea de Manuel Ferrol titulada "Emigración", donde Xan y Xurxo Calo (padre e hijo) despiden a sus familiares que embarcaron en el Juan de Garay en el muelle del Puerto de A Coruña, en 1957, rumbo a América.

Ya en la Transición, las manifestaciones se convirtieron en algo cotidiano. En Vigo las más sonadas fueron las del naval. Manuel García, Magar, reportero de FARO, las vivió en primera línea. "Vulcano marcó el número uno en manifestaciones", recuerda. Sus instantáneas son "fotoperiodismo puro y duro". "Nos jugábamos el físico, no teníamos las cámaras de ahora, tenías que estar en el medio y cuando venían los grises no distinguían", afirma Magar, que siempre buscaba un punto irónico o de contraste en sus fotografías para el diario.

Retomando las palabras de Vilariño del inicio de este reportaje, Suárez Canal asegura que la particularidad de José Suárez es que fue un "fotógrafo autor", no de estudio, que "coas súas fotografías intenta reflexar a realidade". Esta fotografía en concreto la disparó mientras rodaba la película "Mariñeiros". "Nela está o peso das redes, do traballo do mar. É moi minimalista, feita con claroscuros. Moi simple pero moi significativa e simbólica, que nos conta moito do que pode ser a dureza da vida do mar", añade Suárez Canal, sobrino del maestro José Suárez, cuya obra se expone hoy en Japón y próximamente llegará a Nueva Delhi.

De su propio archivo, Xosé Luis Suárez Canal elige esta imagen nocturna, casi onírica, del muelle de O Berbés en Vigo, que pertenece a la serie "O mundo invisíbel" sobre "a relación que pode existir entre o home e o mundo que o rodea". El personaje que se ve (muy pequeño junto al barco) se basa en el maestro de escuela que se pasea solo por la ciudad de René Magritte. "A foto xoga co simbolismo dos barcos, o home e a noite", dice el autor.

La historia gallega más reciente nos deja una catástrofe, la del Prestige, que no se olvidará en parte gracias a quienes se colgaron la cámara al cuello. Manuel Sendón, profesor de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Vigo, fue uno de ellos. En su serie "Cuspindo a Barlovento" deja muestra de lo que sintió al ver el chapapote que volvía incansablemente a manchar las playas que limpiaron los voluntarios aquellos días. "A serie nace coa vontade de representar o meu punto de vista, son fotografías grandes, moi coidadas desde un punto de vista estético e plástico", cuenta Sendón.

Donde prima la estética

Los grandes nombres de la fotografía gallega están vinculados a imágenes de tipo más documental, ligadas incluso a la prensa escrita, o a un ambiente familiar, como los retratos. Aunque para muchos de estos profesionales la estética de la imagen también era clave, es en el género de la fotografía más artística donde la estética es condición inapelable para el autor. En esta línea, Manuel Vilariño (A Coruña, 1952) es uno de los principales exponentes. Premio Nacional de Fotografía en 2007, es el único gallego que expone en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y en el Fine Arts Museum de Houston (Estados Unidos). Precisamente es esta fotografía, "Sula bassana (Alcatraz atlántico)", la que "representa a Galicia", como dice Vilariño, en estos dos espacios artísticos. "Nesta fotografía eu destaco a relación formal e estética entre os picos apuntando sobre ese fondo branco abismal", sostiene el fotógrafo y poeta.

Compartir el artículo

stats