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Apoteosis del Renacimiento

Llega al Museo Thyssen de Madrid una exposición con cuadros de Tiziano, Tintoretto, Veronés y otros grandes artistas que crearon sus obras en la ciudad de Venecia

"Cristo crucificado" (Tiziano).

La ciudad de Venecia se convirtió en el siglo XVI en uno de los centros de producción artística más importantes de Europa. Allí coincidieron en unos años de auténtico esplendor, pintores como Tintoretto, Tiziano, Veronés, Giorgione, Jacopo Bassano y Lorenzo Lotto. Estos artistas convirtieron la ciudad en uno de los centros más importantes del Renacimiento italiano, a la altura de Roma, de Parma y de Florencia. Obras de todos ellos y de otros artistas de la época que tuvieron la ciudad de Venecia como centro de su producción coinciden ahora en una gran exposición en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Pinturas, grabados, esculturas, libros, procedentes de museos europeos y de colecciones privadas se han reunido aquí en una muestra cuyo recorrido es un celebración de los sentidos. Las obras de esta exposición ejemplifican el carácter cosmopolita y de cruce de culturas entre Oriente y Occidente que fue Venecia en esos años.

La importancia de la ciudad queda de manifiesto en una imagen de grandes dimensiones que se exhibe en una de las salas, una xilografía debida a Jacopo de Barbari, que presenta por primera vez (en 1500) de manera realista a una ciudad contemplada a vista de pájaro. En pocos años, la arquitectura veneciana mudó del medievalismo gótico y bizantino a un clasicismo inspirado en las construcciones clásicas.

Después de una crisis histórica que la marginó como centro económico y comercial, Venecia salió de una crisis de siglos gracias a un despertar, sobre todo en pintura y arquitectura, que la colocó en el centro del debate europeo. Sus artistas iniciaron la creación de una idea de belleza alternativa a los paradigmas estéticos florentinos y romanos de Rafael y Miguel Angel. Se trataba de sacar a la pintura de su función casi exclusivamente religiosa para llevarla a terrenos más estéticos. Las variadas tipologías de la belleza propuestas por los artistas venecianos están encarnadas en temas de referencia, como los sueños de juventud ("Retrato de un joven en su estudio". Lorenzo Lotto), la música ("Los músicos". Giovanni Cariani) y la evocación de la antigüedad utópica.

El ideal de la belleza propuesto por los artistas venecianos tiene su representación más plástica en la imagen de la mujer veneciana, con un fuerte componente de seducción. Palma el Viejo, Tiziano y Veronés la proponen en sus retratos femeninos idealizados y en obras de referencias mitológicas como "Venus y Adonis" de Veronés y "Venus y Cupido" de Lambert Sustris. La obra más importante de este género es el "Rapto de Europa", de Veronés, una de las pinturas más importantes del Renacimiento, y de las más bellas de la historia del arte, nunca antes expuesta fuera de Italia y pocas veces fuera de Venecia.

La belleza también está en las pinturas religiosas de estos artistas, como en las diversas variaciones de la Magdalena de Tiziano, a una de las cuales, que mantenía en su estudio, dicen que murió abrazado el artista. Destaca de forma especial el cuadro "Paraíso" de Tintoretto, de grandes dimensiones, adquirido por el barón Thyssen en 1979.

Y otra variante de la belleza se encuentra en las Pastorales, escenas del mundo campestre y rural idealizado de Bassano, en ocasiones con referencias mitológicas y religiosas, como en Tiziano ("Virgen con el Niño, Santa Catalina y un pastor") y Dosso Dossi.

En la sala dedicada al poder se han reunido obras que representan tanto al poder militar, con soldados vestidos con brillantes armaduras ("Joven caballero en un paisaje". Vittore Carpaccio), como al poder civil de los nobles, representado en la arquitectura y la decoración de los palacios.

Un nuevo manejo del color y la concepción de nuevos valores pictóricos, visuales y sensuales, situaron las obras de Tiziano, Tintoretto, Veronés y Bassano en un tránsito del clasicismo hacia nuevas estéticas abiertas utilizando manchas y borrones que cuestionaban el ideal renacentista de belleza basado en la idealización de la realidad y daban una expresividad distinta a figuras y paisajes, hasta el punto de dudar de que algunas pinturas de Tiziano estuvieran realmente terminadas. Esta transición llevó a la exaltación de los elementos dramáticos de las imágenes, una expresividad que terminó con el Renacimiento y que culminó en obras como el "Cristo crucificado" que Tiziano pintó para Felipe II, que cierra la exposición.

TÍTULO. El Renacimiento enVenecia. Triunfo de la bellezay destrucción de la pinturaLUGAR. Museo Thyssen Bornemisza. MadridFECHAS. Hasta el 24de septiembre

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