Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

NOTICIAS DEL SUBMUNDO

¡Vámonos!

¡Vámonos!

Sí, con acento en la tercera sílaba: suena mucho más contundente cuando se trata de una orden. Alguna vez ya hablamos de la escapada final (que no el final de la escapada) en este Submundo; y es que el mundo de la superficie amenaza con achicharrarse. Sabemos, sí, que hasta el 40 de mayo no hay que quitarse el sayo, pero mañana es San Isidro y eso marca el punto de inflexión de las temperaturas en España: empezaremos a cocernos vivos en una cocción que durará varios meses. Ya no sabemos si es el cambio climático que ha venido y nadie sabe cómo ha sido; en todo caso, Galicia participa activamente en la fritanga de sus habitantes. El primo aquel de Rajoy, gracias al cual supimos que el cambio climático fue una mentira durante un tiempo, ahora está bastante callado; al menos Mariano no ha vuelto a sacar a colación su sapiencia planetaria.

San Isidro es el patrón de Madrid, esa comunidad autónoma arrasada por un incendio provocado en las arcas públicas a cargo de unas tramas que ya abarcan no sólo a políticos, sino también a periodistas, amigos íntimos de la familia real y ministros de Justicia; todo ello sin que ni Mariano ni Esperanza Aguirre supieran nada, que estaban muy ocupados comprándose abanicos o mangueritas como la mítica (que no típica) de Feijóo para aplacar las llamas. Si Isidro labrador trae ahora la canícula insoportable que previsiblemente se avecina, no la sufrirá sólo Madrid: iremos cayendo todos como pajarillos desde las ramas de los árboles. Galicia lleva ya bastantes años apuntándose al carro del clima inusual: a nadie se le escapa que las cosas no son como solían ser antaño. A lo mejor es que fuimos una sucursal fundacional de la trama Gürtel y los dioses climáticos nos han castigado por ello.

Y decimos "vamonós" de nuevo porque estos días atrás lo dijo bien clarito Stephen Hawking: tendremos que abandonar el planeta. Y no dentro de mucho: el plazo son cien años. El primo científico de Rajoy aún no se ha pronunciado al respecto: seguimos esperando a que el sheñor preshidente nos dé alguna noticia de él. A ver si nos aclara eso de que el género humano es el parásito más tonto que pisa el planeta. Nos hemos apoderado de él y lo estamos dejando hecho unos zorros, más o menos como algun@s están dejando la política española. Eso no se le ocurre a ningún parásito de otra especie: sabe que tiene que cuidar al organismo invadido por su propia supervivencia. Nosotros, por el contrario, matamos cualquier brizna de hierba que pisamos. De ahí que los protagonistas de la Operación Lezo no dejen de ser unos parásitos humanos de manual.

Y sí, todo parece indicar que nos vamos a torrefactar este verano si nadie lo remedia. Habrá que hacerse a la idea y esperar al invierno como agua de mayo, valga el contrasentido. (Ahora nos asalta la duda: ¿la celda de Ignacio González tendrá aire acondicionado?)

@JulianSiniestro

Compartir el artículo

stats