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Las joyas gallegas de la Hispanic Society

El fundador de la Hispanic Society encargó al pintor Joaquín Sorolla cuadros de ambiente gallego y becó a Ruth Matilda Anderson para que fotografiase su paisaje y sus gentes

Ocho años antes de la fecha oficial de la fundación de la Hispanic Society en Nueva York, un joven llamado Archer Milton Huntington, hijo de un millonario magnate del ferrocarril, desembarcaba en el puerto de A Coruña para comenzar desde allí su primer contacto con España. El de aquella primavera de 1892 (hace 125 años) era su primer viaje hispano e incluía, además de Galicia, Aragón y los Pirineos. El interés, a la par que la devoción y hasta la pasión, de Huntington por nuestro país y, por extensión, por todo lo español, se había despertado a raíz de la lectura de "The Zingali", un libro sobre los gitanos españoles escrito por George Borrow, pionero de la introdución del luteranismo en la Península Ibérica.

Fue tal la sensación que le produjo aquella iniciática estadía que, en 1898, lo reflejó en "A Notebook of Northern Spain" en el que, explica la historiadora Esther Amarcha Núñez-Herrador, "se interesó con entusiasmo por todos los aspectos del país y de su historia. En su deseo de ver sitios importantes, no vaciló en recorrer zonas remotas. Una notable determinación por conocer la España incógnita guió su itinerario. Reconoce el interés romántico que le despierta conocer el sur, pero advierte que el norte (y las diferentes partes de España) tienen su propia riqueza de tradición y de interés local sin igual, incluso no superada por el sur."

Gallegos de espíritu celta

En aquel primer viaje a Galicia, las ciudades de Santiago y A Coruña concentraron preferentemente la estadía de Huntington. De su estancia en A Coruña, cuenta el historiador Xosé Alfeirán que se instaló en el Hotel Europa y mostró su admiración por la Torre de Hércules, aunque donde se sintió más a gusto fue en el café de la estación de la ferro-carrilana, en la que compró los billetes de diligencia que le llevaron a Santiago. A Huntington le llamó especialmente la atención un tal Domingo Sande "cuyas facciones no revelaban la dignidad latina castellana sino el temperamente explosivo de los celtas". Al millonario norteamericano, Sande le recordó a los viejos líderes independentistas irlandeses.

Pero aquella solo fue la introducción a una posterior visita que acabaría por maravillarle: la del descubrimiento de las Rías Baixas. En 1911, la Hispanic Society ya era una realidad incipiente. Ese año, aprovechando su amistad (y el dinero que asomaba con generosidad de su cartera), contrató al prestigioso artista valenciano Joaquín Sorolla para que le pintase unos cuadros de aquellos paisajes y aquellas gentes que tanto que le habían fascinado, tanto las de la provincias del Norte (Lugo y A Coruña) como las del Sur (Pontevedra y Ourense).

El 8 de julio de 1915, Joaquín Sorolla llegaba a Vilagarcía de Arousa e instalaba su taller en una finca propiedad de la familia de Antolín J. García, a la que eligió como marco ambiental del más célebre de sus cuadros gallegos, "La Romería".La noticia de la estancia de Sorolla fue recogida por la prensa local en una información en la que el pintor declaraba que "Necesito trasladar al lienzo algo de lo típico de esta tierra y Villagarcía me pareció muy a propósito para la consecución de mis deseos, y lo que ahora quiero, es un lugar tranquilo y soleado en el que poder trabajar a la vista de los modelos vivientes a buscar entre la gente del campo y del mar".

El pintor fue también entrevistado por Daniel Poyán para el periódico Galicia Nueva. En dicha entrevista, recuperada por la escritora e historiadora Montse Fajardo y publicada el 18 de julio de 1915, explicaba: "Tengo el encargo de pintar el friso de un gran salón del museo hispano erigido en Nueva York dedicado a la cultura española por la sociedad hispanófila que preside el ilustre admirador de España Mr. Huntington. Será un gran friso, con interrupciones, de setenta y pico metros de largo. En él estarán representadas las diversas costumbres y tipos de todas las regiones españolas con figuras de tamaño natural y este verano me ha tocado venir a pintar a Galicia. Elegí Villagarcía por ser más popular, más conocida, por su hermoso horizonte y porque deseo caracterizar el escenario de mi cuadro, con el fondo de esta bella ría".

Ruth Matilda Anderson

Hija de Alfred Anderson, fotógrafo de la Hispanic Society , Ruth Matilda Anderson recibió del presidente de la asociación, Archer Milton Huntington, el encargo de realizar fotografías de toda España para la elaboración de un posterior estudio antropológico. En 1924, padre e hija llegan a Galicia y empiezan a fotografiarlo absolutamente todo. En 1926, sería Ruth Anderson quien repetiría el viaje acompañada únicamente de una amiga, provocando curiosos comentarios en la prensa de la época sobre la conveniencia de que dos mujeres tan jóvenes viajasen solas por Galicia adelante. Para estos viajes, los Anderson alquilaron un automóvil Ford que remodelaron para que pudiera transportar más cómodamente su equipaje y su material fotográfico. Ruth Matilda Anderson realizó más de 5.000 fotografías, documentando en ellas todos los aspectos de la vida de la sociedad gallega de la época. Incluso pedía permiso para entrar en las casas particulares y fotografiar sus interiores. El proyecto tomó tales proporciones, que la Hispanic Society le ordenó no detenerse más de lo necesario en cada pueblo y acudir a los fotógrafos locales para comprarles postales en lugar de realizar ella misma todas las fotografías.

Fruto de esos años es el libro "Gallegan Provinces of Spain: Pontevedra and La Coruña", editado en 1939 por la Hispanic Society y que nunca llegó a ver la luz en español ni en gallego. En 1998, el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) publicó una selección de sus fotografías con el título de "Fotografías de Galicia 1924-1926". La Fundación Caixagalicia, actual Abanca, también editó en forma de libro el catálogo de la exposición.

El plan original de la Hispanic Society of America era la realización de un estudio antropológico de toda la sociedad española, pero pronto se vio que tal planteamiento era demasiado ambicioso y finalmente, sólo se realizaron las fotografías de Galicia, unos estudios sobre trajes típicos extremeños y algunas fotos de otros lugares.

El patrimonio gallego más desconocido incluído en la colección de la Hispanic Society lo constituyen una serie de piezas de cerámica de Buño, así como fotos y documentos originarios de esta localidad coruñesa que debió visitar Milton Huntington durante uno de sus viajes a la Galicia profunda.

Reconocido ya como una de las personas que más hizo progresar el hispanismo en América, Huntington falleció en diciembre de 1955, mereciendo no solo el reconocimiento de renombradas universidades americanas, sino también el de algunas reales academias españolas, que lo incorporaron entre sus miembros: no así la gallega.

Una hermana de la biblia judía de Kennicot

  • Una de las piezas de la colección de la Hispanic Society incluídas en la exposición que se exhibe en el Museo del Prado es un ejemplar que atiende a la catalogación Biblia hebrea. Manuscrito iluminado sobre vitela. España y Portugal (1450-1496). La datación de la pieza y el hecho de que en su procedencia figuren "España y Portugal" abre un campo de investigación que conduce a la denominada Biblia de Kennicott, datada en A Coruña en el año 1476, y cuyos autores fueron el escribano Moshe Ibn Zbarah y el artista gráfico Joseph Ib Hayyim,ambos judíos gallegos, siendo su primer dueño el portugués Isaac Di Braga, hijo de un acaudalado comerciante llamado Salomon.Todas las versiones consultadas acerca de la historia de la Biblia de Kennicott coinciden en señalar que la primera intención de Salomon di Braga no era la de encargar una Biblia "propia" sino hacerse con una en concreto que ya estaba hecha, la llamada Biblia de Cervera, (realizada en 1300).El historiador Carlos Barros sostiene que esta Biblia de Cervera era propiedad de una familia coruñesa.Por su parte, la historiadora Gloria De Antonio,afirma que en la comunidad judía de A Coruña de la época existieron varias Biblias "y, entre ellas,una efectivamente llamada de Cervera, lo que permite sostener que en esta ciudad hubo una especie de escuela de iluminadores de manuscritos que habría tenido influencia en toda Europa". Con estos antecedentes, la pregunta es obvia: ¿Es Galicia también la procedencia de la Biblia hebrea de la Hispanic?

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