La Ría de Vigo concentra la mayor industria de transformación pesquera de la eurozona, con un volumen de facturación de 3.000 millones de euros. El alza de la demanda mundial de productos del mar obligará al sector a duplicar la producción en los próximos 15 años, lo que deriva en un incremento de la capacidad de las compañías más fuertes. Ibérica de Congelados (Iberconsa), Grupo Profand y Armadora Pereira han protagonizado este año importantes operaciones para reforzar y diversificar su negocio. La primera completó la inversión de 25 millones para reforzar la flota en Argentina y Namibia, donde mejoró el proceso de fabricación con el sistema IQF (siglas de Individual Quick Freezing). Además de consolidar su dominio en merluza congelada a bordo con la compra del Pescargen V, avanzó en la intención de convertirse en un actor de referencia en el langostino salvaje con tres camaroneros más: dos de la fallida Santa Elena y otro ampliado en Freire.

La histórica Pereira, segunda armadora viguesa de más trayectoria tras Pescapuerta, inició la construcción de un arrastrero de 74 metros en el astillero marinense Nodosa (a través de Jupiter Fishing Company Ltd,) cuyo valor oscilará entre los veinte y treinta millones. El barco, que incorporará la última tecnología disponible en materia de sostenibilidad, eficiencia energética y protección del medio ambiente, se destinará a la captura de calamar patagónico en el caladero de Malvinas (islas Falkland). Además adquirió la conservera Portomar en mayo, de gran penetración en el segmento gourmet y cuya puesta de largo se formalizó durante la feria Conxemar. El grupo fichó a Javier Alonso para trabajar "en el segmento de conservas premium en España así como abordar la implantación de la firma en los mercados internacionales".