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MEMORIAS

Carlos Fernández Trigo: "Hubo quien no me perdonó que cediese el campo del Turista para un mitin del PCE"

¡Ay aquellos años de los 50,60, 70... en que el fútbol modesto, de Tercera y sus alrededores infantiles y juveniles ocupaba las pasiones de los vigueses! Hasta avanzados los 60 las grandes redes deportivas se tejían y destejían no solo en torno al gran fútbol sino al de proximidad, el de barrio, cuyo historial constituye una memoria sentimental de muchos vigueses, gallegos, españoles. Y es que en aquella España que salía del subdesarrollo jugar en uno u otro equipo modesto, de Tercera y hasta de marca comercial era casi una dignidad. El fútbol lo era todo y en aquel contexto social nació y creció en A Coruña Carlos Fernández Trigo, que se vinculó para siempre a la ciudad olívica al ser destinado a ella por el Ejército en 1959. Eso le permitió emular a su hermano mayor, que llegó a gerente del Deportivo y del Madrid. Trigo volcó su amor al fútbol en el Santa Mariña de Cabral, donde entró como directivo en 1964 y sería su presidente desde 1967 a 1973, con gran dote como orador y relaciones públicas. Eran tiempos de un fútbol heroico, que en la primera etapa tenía sus sedes en los bares, vestuarios infrahumanos y duchas en la imaginación. El Celta ejercía en las alturas y en la base había una efervescente actividad, pero pocos clubs de aquellos tienen documento de su existencia como tiene el Santa Mariña escrito por Xosé Manuel Álvarez Estévez. Y ahora se escribe el del Turista, del que Trigo fue también presidente.

"Yo nací en la plaza de Lugo de A Coruña en 1936, un mes antes de que en España estallase la maldita guerra incivil, que a causa de sus daños colaterales me marcaría el resto de mis días, pues el Primero de Año de 1940, cuando mis padres, Elisa y Manuel se disponían a subir al tranvía, un camión del ejército, cargado de borrachos soldados de victoria y alcohol, cantando el repertorio del cancionero del Movimiento Nacional y ajenos a todo lo que pasaba a su alrededor, segaban las vidas de mis padres. Un matrimonio lleno de vida y pletórico de felicidad con sus dos pequeños hijos de siete y tres años. El conductor fue exculpado y el suceso se contextualizó en el "Todo por la Patria". Antes de pasar este dramático y traumático episodio de mi vida, quiero decir con orgullo de mi padre que era un indiano que llegó de Cuba y puso en la mismísima plaza de María Pita una tienda de comestibles; y, con admiración y veneración infinita, que mi madre era una humildísima lucense que llegó A Coruña para ponerse a fregar pisos y escaleras. Y es ahí, en la casa del dueño, donde nace el amor entre la criada y el señorito, a pesar da la fuerte oposición familiar y los comentarios de una sociedad cargada de prejuicios. Mis padres se casaron a las siete de la mañana para evitar el escarnio de las lenguas murmuradoras."

"Fruto de aquel amor sincero y verdadero nacimos Manuel, que con el tiempo llegará a escribir en La Voz de Galicia, a locutor de Radio Coruña, a gerente del Deportivo de A Coruña y a gerente del Real Madrid durante más de veinte años, y este que les cuenta esta memoria de vida. La infancia fue difícil, ya que mi tío y mi tía, con los que nos criamos, no consiguieron ocupar el sitio de mis padres, y a la primera oportunidad que se me presentó marché para siempre de A Coruña. A mí la música militar nunca me supo levantar, pero las duras circunstancias de la vida me llevaron a ingresar voluntario a los dieciocho años en la escuela del Ejército del Aire Virgen del Camino de León y, en el año 1959, soy destinado a Vigo para cubrir una plaza en el aeropuerto de Peinador. Siempre tuve claro que lo del ejército era algo transitorio, por lo que en el año 1960 solicité trabajo en Citroën, llegando a ser socio fundador y primer presidente del Grupo de Empresa de Trabajadores de Citroën".

"En mi memoria aun sigue muy viva la gran huelga de septiembre de 1972, que tuvo su inicio cuando los trabajadores de Citroën realizaron un paro en demanda de la semana inglesa de 44 horas. Ese mismo día la dirección de la empresa despedía a una serie de empleados, a los que seguimos con la carta de despido muchísimos más. Ante el desenvolvimiento del conflicto que duró casi que veinte días, las grandes empresas de Vigo y alrededores se sumaron a la huelga en apoyo de los trabajadores de Citroën. Pronto los empleados de Citroën íbamos a disfrutar del sábado por la tarde libre, a costa de muchas sanciones y despidos. A través de un compañero de trabajo, directivo del Santa Mariña, en 1964 entro en la directiva de este club, del que seré presidente desde 1966 a 1973".

Cuando yo llegué a Cabral el Santa Mariña ya era un club importante en el panorama futbolístico vigués. Había tenido su primer ascenso en la temporada 1951/52, el primer campeonato en la temporada siguiente, la primera Copa Vigo en 1957... El año 1966 en que entré yo había ganado su primer doblete, liga y copa... Durante los siete años en los que estuve al frente del club y con la ayuda inestimable de unos grandísimos directivos, que no los voy a mencionar por el temor a dejar algún nombre atrás, el Santa Mariña fue el buque insignia del fútbol modesto de la Ciudad Olívica. Lo ganamos todo: fuimos el equipo que representó a Vigo para jugar contra el de A Coruña para dilucidar la supremacía del fútbol modesto gallego; fuimos el equipo a batir por una selección de Vigo en el homenaje que la Federación de Fútbol Local de Vigo hizo a su presidente Severo Recondo y tuvimos dos intentonas aunque fallidas para convertirnos en campeón gallego de modestos. Como presidente del Santa Mariña fui elegido por la Federación de Fútbol Local de Vigo como representante de los clubs de Vigo ante la Federación Galega de Fútbol; inauguramos un local social, único en el fútbol vigués, con servicio de bar, sala de juntas, sala de juegos, secretaría, lavandería, vestuarios con duchas para los entrenamientos, departamento para el material deportivo; teníamos médico traumatólogo, el doctor Caamaño, y pasamos de dos equipos a seis, más las secciones de atletismo y balonmano. Estas dos secciones no llegaron a consolidarse".

"En los años sesenta las limitaciones económicas saltaban a la vista, y un reflejo de esa situación se apreciaba en los niños, por lo que decidimos iniciar un proyecto deportivo a más corta edad, creando dos equipos de infantiles, con la intención de ayudarles a desenvolverse en la sociedad, inculcándoles valores de tolerancia, respeto y solidaridad. Poniendo en práctica lecciones de superación, de las limitaciones, del respeto por el adversario, del aprendizaje del saber ganar y saber perder, del juego limpio€ Estábamos convencidos que aquella convivencia en grupo les ayudaría a formarse y a ser personas más sociables. Aquella iniciativa generó grandes dosis de alegría al ver a los niños felices y contentos cada vez que se vestían de futbolistas y saltaban a un campo de fútbol. Eran años aún difíciles en que muchos clubs tenían su local social en bares, en que los de Santa Mariña, por ejemplo, entrenaban en invierno en la sala de fiestas Astoria, en Barreiro, y se lavaban tras los partidos bañándose en el Lagares o a puro calderazo de agua.Muchos niños jugaban con ardor en parte porque había una merienda de premio. Todo eso fue cambiando, afortunadamente".

"Pero no todo era fútbol en el Santa Mariña. En el club también se hacían charlas deportivas, conferencias, concursos culturales, meriendas para los niños, regalos en el Día de Reyes, festivales infantiles, excursiones€ sin olvidar el fin de temporada. Por poner un ejemplo hasta estuvo el presidente del Barcelona, Agustín Montal. Este ha sido un club al que se han entregado presidentes como Manuel Caride (1949-50), hijo del carismático precursor en los (1950), Albino Martínez "Chicho", (1950-52), Saturno Rodríguez (1952-54), Humberto Gómez Pardo (1954-66), luego sería mi etapa hasta 1973 en que entró otra vez Humberto Gómez Pardo hasta 1992; en 1996 tras una gestora tuvo su primera presidenta, María Jesús Valverde, a la que sucedió ese mismo año hasta hoy Xosé Carlos Blanco. El tiempo ha recuperado del olvido algunas biografías notables como la de un jugador juvenil del equipo, "Santi" (Santiago Formoso Irigoyen) que, tras emigrar a Estados Unidos, llegó a jugar en aquel "Cosmos" de Nueva York en el que se retiraban el mismo Pelé y Bekenbauer, y llegaría a ser internacional estadounidense en 16 ocasiones".

"Doy por finalizada mi etapa en el Santa Mariña, y a petición del carismático presidente del Turista, Pepe Castro, me hago cargo del histórico club de Lavadores desde 1973 hasta 1980. En esta entidad me coincidió en 1977 celebrar los actos del 50 aniversario de la fundación del Turista, invitando al Real Madrid, que se desplazó a Vigo acompañado de su mítico presidente Santiago Bernabéu. Los actos del cincuenta aniversario de la fundación se clausuraron con una cena en las instalaciones del Círculo Mercantil, a la que asistió una gran representación del mundo del deporte y la política de Vigo".

"Otro acontecimiento, imposible de olvidar en mi etapa en el Turista y que algunos no me perdonaron, fueron las amenazas recibidas por parte del sector más conservador allegado al club, incluso tiempo después de dejarlo, por haber cedido en el verano de 1977 las instalaciones deportivas para que el dirigente del Partido Comunista, Santiago Carrillo, diera ante 13.000 personas un mitin en el campo de Barreiro. La repercusión de aquel acto llenó las cajas de los bares y cafeterías de Barreiro y un ingreso económico importante para las arcas del club. Años después de que dejara al Turista, el club más representativo del que fuera Concello de Lavadores iba a desaparecer, debido a una gravísima deuda económica de quince millones de las antiguas pesetas. Quiero agradecer a todas las personas que estuvieron a mi lado ayudándome a sacar adelante aquellos proyectos deportivos y al Santa Mariña mi más sincero agradecimiento por las muchas muestra de aprecio y cariño, en especial por el homenaje recibido en el año 2013, donde se descubrió una placa en las espléndidas instalaciones deportivas de Cotogrande que, desde mi humildad, me enorgullece y en el se dice que hice del Santa Mariña algo más que un club.No fui yo sino una labor conjunta y con una gran directiva,precedida por otras presidencias que en algún caso han sido emblemáticas. Nada podría hacerse sin la entrega de los anteriores, coincidamos o no en nuestros criterios deportivos.

Un Vigo multicolor

  • Aquellos años 50, 60,70...jugaban en Vigo equipos como el Santa Mariña, el Turista, Gran Peña, Rápido de Bouzas, el Silva de la calle Chao, el Peñasco de la calle Falperra, el Deportivo Pino, el Calvario, Rápido de Pereiró, Traviesas, el Casablanca, el Sárdoma, Deportivo Coia, el Anduriña de San Miguel de Oia, el Seixo, el Rápido Brea, el Deportivo Nieto, Fontenova, Areosa, Rácing de Castrelos, Casal, Teis, Renfe, Cultural Riomao, Imperial Núñez, o Marino... Las jóvenes generaciones no pueden imaginarse la legión de pasiones y la infinidad de polémicas del corazón que se movían en la ciudad en torno a estos equipos, cuando la televisión y sus sucesores tecnológicos no habían convertido el cerebro en un colador virtual lleno de agujeros para mirar.

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