Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Anatomía del mascato

El alcatraz atlántico da espectáculo con sus vistosas acciones de pesca en la migración otoñal de aves marinas, en la que participa masivamente siguiendo una secuencia por edades

Anatomía del mascato

Las aguas de la plataforma continental del noroeste son un hervidero de aves marinas (y otras especies acuáticas y terrestres que eligen esa ruta) a lo largo del otoño. Entre todas ellas, destaca una por su abundancia, su regularidad y su espectacularidad: el alcatraz atlántico o mascato (también cofre en el Oriente). Decenas de miles de ejemplares (las estimaciones oscilan entre 79.000 y 150.000), en su mayoría procedentes de las Islas Británicas, desfilan frente a la costa Cantábrica desde finales de julio hasta finales de diciembre, con rumbo al Atlántico ibérico, el noroeste de África y el Mediterráneo.

La migración del alcatraz marcha cerca de tierra, aunque a distancias variables (según sople el viento); los mejores días se cuentan más de 5.000 aves por hora. Y no solo pasan de largo, sino que muchos se entretienen en los bancos de peces y ofrecen espectáculo: vertiginosos picados a 100 kilómetros por hora, desde alturas que alcanzan los 40 metros sobre la superficie. Esta costumbre la aprovechaban antiguamente los pescadores para añadir carne a su despensa, colocando un pez sobre un tablón: el mascato divisaba el pez, sin percatarse de que reposaba sobre un madero, y se abalanzaba sobre él, partiéndose el cuello en el impacto.

Cuando los alcatraces están muy activos pescando, el bullicio atrae a pardelas, cetáceos, tiburones y otros depredadores marinos: una turba desenfrenada que solo cesa al agotarse el cardúmen objeto de la razia.

Una característica peculiar del peregrinaje otoñal del alcatraz es que está secuenciado por edades. Los jóvenes predominan netamente entre el inicio del paso y primeros de septiembre; a lo largo de este mes los inmaduros de dos a cuatro años se mezclan con ellos hasta llegar a equipararse en número, y estas clases de edad mantienen su dominancia hasta mediados de octubre, cuando los adultos superan al resto de clases de edad juntas. Las aves que vuelan frente a la costa cantábrica son un ramal de la corriente migratoria; otra parte afronta un vuelo directo entre el sur de Inglaterra y el cabo Finisterre, eludiendo la entrada en el Golfo de Vizcaya.

Compartir el artículo

stats