Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rebordechán

La aldea del futuro

Una pequeña parroquia de Crecente se moviliza en una cooperativa para demostrar que el rural gallego tiene futuro con un adecuado aprovechamiento de los recursos naturales

La aldea del futuro

La parroquia de Rebordechán, en el municipio pontevedrés de Crecente, está poniendo las bases de lo que podrían ser las aldeas del futuro en Galicia. La cooperativa O Tempo da Aldea, que cuenta con más socios que vecinos tiene el pueblo, está dispuesta a crear empleo en el rural y contribuir así a frenar la alarmante pérdida de población de las aldeas gallegas.

Rebordechán tiene en la actualidad unos 50 vecinos, la mayoría ya jubilados, y la cooperativa cuenta con 80 socios, uno de ellos la Comunidad de Montes de la parroquia como socio colaborador. O Tempo da Aldea ha diseñado un proyecto global que incluye la cría de cabras y porco celta, el cultivo y venta de productos agrícolas ecológicos, así como la puesta en marcha de un restaurante, una tienda y una zona de camping.

"Cada aldea tiene que aprovechar los recursos que tenga, a poder ser cerrando los ciclos en la propia aldea para aprovechar al máximo el valor añadido. Nosotros estamos luchando para que nuestra parroquia no desaparezca, con toda la pérdida cultural que eso supondría", señala Ramón Lourido, presidente de la cooperativa. Adriano, uno de los cooperativistas, apunta que "si no se hace algo así, se va todo al garete", al tiempo que destaca las distintas actividades socio-culturales que se celebran en la parroquia, que hace décadas contó con una prestigiosa banda de música.

Entre los socios de la cooperativa hay agricultores, fontaneros, publicistas, biólogos, carpinteros, camareros, psicólogos, trabajadores del metal? La mayoría de ellos nacieron en Rebordechán, aunque algunos viven y trabajan en otras localidades. Todos están convencidos de que aún se está a tiempo de dotar de futuro al rural gallego. "Queremos aprovechar los recursos de la aldea y del monte -comentan--, generar puestos de trabajo, acabar con los incendios y aportar ideas para el futuro del rural gallego".

La idea del proyecto surgió hace diez años, a raíz de los incendios forestales que arrasaron las zonas próximas a Rebordechán. Tanto la Comunidad de Montes como el resto de los vecinos fueron conscientes de que si no se mantiene limpio el monte -de ahí la iniciativa del pastoreo con cabras- en cualquier momento el fuego podría destruir su parroquia. El proyecto cuenta con las aprobaciones administrativas pertinentes y está tan solo pendiente de completar la financiación, "aunque eso no va a ser el problema", comenta Moncho Lourido. Eso sí, añade que "éticamente no admitimos que la Administración no se implique en un problema tan grave como es el despoblamiento del rural. Es un problema público y político; si algún problema de país tiene Galicia es la pérdida de población del rural. La catástrofe del ´Prestige´ causó una gran alarma en toda España, pero el verdadero ´Prestige´ de Galicia no fue el barco, sino el que se da en el interior: el despoblamiento del rural gallego".

Recuerda Moncho Lourido que de cada diez aldeas que desaparecen en España nueve son en Galicia, donde cada seis días se pierde una. Los responsables de la cooperativa son conscientes de que están trabajando a nivel privado para resolver un problema que es público: evitar que se cierre una aldea.

Entiende el presidente de la cooperativa que tanto la Xunta como la Diputación tienen que implicarse a nivel económico, "pero no dándonos dinero y ya está; lo que pedimos es una colaboración, de tal forma que nuestra iniciativa pueda ser un banco de pruebas donde otras aldeas puedan venir a informarse y evitar así trabas burocráticas que nosotros ya hemos superado, ahorrando tiempo y gastos". Destaca Lourido el respaldo que han encontrado en el Concello de Crecente, que apoyó en pleno por unanimidad el proyecto. Además, el alcalde García Luengo se implicó personalmente en la gestión de los trámites.

Los responsables de la iniciativa estiman que se crearán 18 puestos de trabajo directo, que contribuirán a asentar la población en la zona. "Tenemos muy claro el perfil del trabajador que buscamos para nuestro proyecto", comenta el presidente de O Tempo da Aldea. En los estatutos de la cooperativa se especifican las preferencias: personas implicadas en el proyecto, jóvenes y que se comprometan a vivir en Rebordechán o en una zona próxima.

Los plazos del proyecto

El fin del proyecto es aprovechar al máximo el valor añadido de todos los productos, cerrar ciclos en la propia aldea. Empezarán con poca cantidad e irán ampliando la producción conforme vaya aumentando la demanda. A día de hoy ya han cercado 40 hectáreas de monte y se ha realizado la acometida de la luz eléctrica. Además, han tirado los tabiques de una antigua nave que van a aprovechar para el restaurante y la tienda, y se han explanado zonas para el camping y el establo.

En el momento en que cuente con la financiación suficiente, en un plazo de año y medio comenzaría la actividad de la cooperativa. Los socios desembolsaron una cuota mínima de 300 euros, y después aportaron distintas cantidades, desde los 500 a los 3.000 euros; también cuentan con donaciones voluntarias. "Llevamos invertidos cerca de 200.000 euros y para poder iniciar la actividad tendríamos que invertir otros 200.000 euros. Nosotros lo que queremos es una implicación de la Administración, que colabore en esta iniciativa. En este momento ya tenemos lo más difícil de un proyecto de este tipo, que no es el dinero sino la implicación de los vecinos", enfatiza Moncho Loureiro.

Fueron los vecinos de Rebordechán los que aportaron la tierra. La cooperativa tiene un derecho de superficie sobre 40 hectáreas, así como derecho de pastoreo en todo el monte, unas 270 hectáreas. "La idea es tener el monte limpio, de ahí el proyecto de las cabras y la colaboración con la Comunidad de Montes", añaden los responsables de la cooperativa.

En un primer momento se trataría de construir un establo y poner en el monte las cabras y los porcos celtas. Al mismo tiempo comenzarían las obras del camping, el restaurante y la tienda. "La idea es que cuando se instale el camping tengamos ya cabritos para vender, así como los invernaderos con productos ecológicos y las colmenas", explica Moncho Lourido, que desde 1996 se dedica a elaborar abonos orgánicos y sustratos de calidad a base de la planta del "toxo".

Como señala la joven bióloga Marta Rosalía Lourido, vicepresidenta de O Tempo da Aldea, "la educación ambiental y etnográfica es fundamental para la pervivencia de nuestras aldeas; apostamos por un proyecto integral que tiene como objetivo asentar población con calidad de vida en el rural". En los últimos años los vecinos recuperaron fiestas tradicionales como las del Entroido o Cantar os Reis, y crearon otras como la Romaría do Castriño o la Festa dos Cativos.

Los ejes del proyecto

  • - Cabras y porco celta. Dadas las características del monte de Rebordechán, los animales más apropiadas para introducir son la cabra en las zonas altas y de monte bajo, y el porco celta en los sotos y carballeiras. De forma complementaria se contempla la introducción de algunos caballos, vacas y ovejas. Proponen también la recuperación de la apicultura.- Huerta ecológica. El proyecto contempla la producción de frutas y legumbres, tanto en un invernadero como al aire libre, mediante parámetros ecológicos. La producción hortícola permitiría obtener rendimientos económicos y serviría de apoyo a una serie de actividades ambientales.- Camping y tienda. La iniciativa prevé la instalación de un camping para tiendas de campaña y autocaravanas. Además, habrá una tienda en la que se comercializarán productos de la zona, y un local de degustación de los productos provenientes del proyecto como queso de cabra o embutidos de porco celta.- Rutas de senderismo. Se promoverán rutas de senderismo por la zona, que además de mostrar el valor paisajístico darán a conocer aspectos culturales, ambientales y etnográficos del entorno.

Compartir el artículo

stats