¿Quien no se ha sentido a veces un as del volante?. ¿Cuantas veces pensamos que lo sabemos todo y que somos capaces de reaccionar en cualquier situación?. Posiblemente ese es uno de los errores que provoca la experiencia y un exceso de confianza.
Desde hace algún tiempo se multiplican los cursos de reciclaje que buscan un perfeccionamiento en la técnica de conducción y una respuesta a la alta tecnología que ahora mismo equipan todos los vehículos que se comercializan. La semana pasada, la Escuela 4Motion de Volkswagen se acercaba a Galicia para dar un curso de conducción off-road. Se organizaron dos turnos, de mañana y de tarde, con una duración de cuatro horas cada uno, en los que los alumnos se pusieron a los mandos del nuevo Tiguan y del Touareg.
La primera parte del curso fue teórica, pero en donde se refrescaron conceptos que la confianza hace que no cumplamos, como son la posición de conducción, la colocación de la manos, o algo tan simple como la posición de los pulgares. Algo tan sencillo como esto, y que cambia radicalmente en la conducción off-road. Esta parte teórica también sirvió para conocer cómo funciona el control de tracción, los bloqueos del diferencial o las reductoras.
Tras la teoría llegó la práctica, y los alumnos se dividieron en dos grupos para poner en práctica todo lo que se había visualizado al comienzo del curso, ya que de nada vale la teoría si esta no se pone en práctica. En todos los coches, el copiloto era un experimentado monitor que a cada instante te indicaba la forma de conducir, de colocar las manos, los codos, etc, y con el dos alumnos, con lo que fue relativamente cómodo sacarle partido a toda la información que se recibió.
Uno de los grupos se puso a los mandos del nuevo Tiguan, un SUV que evidentemente no puede hacer las cosas del Touareg al carecer de reductora, que lo que hace es darle al coche más potencia con una drástica reducción de la marcha. A pesar de ello, los alumnos metieron a los Tiguan por trayectos inverosímiles, en donde el ancho del camino era el mismo que el del vehículo. Es una conducción totalmente diferente, en donde se circula a una velocidad mínima para poder sacarle partido a todas esas sensaciones.
Evidentemente la conducción del Touareg es totalmente diferente. La existencia de una reductora permite al vehículo hacer cosas prácticamente impensables. Esa fuerza "extra" que gana el motor permite subir pendientes con una inclinación de hasta 45 grados, así como la tracción en terrenos inclinados de hasta un 35% de inclinación.
Fue una clase práctica en donde fueron los alumnos los que realizaron todo este tipo de actividades, siguiendo siempre las instrucciones que desde el asiento de al lado le facilitaba el monitor.
Todos los alumnos reconocían a la conclusión del curso, que había merecido la pena la asistencia ya que habían aprendido una serie de técnicas que de otra manera sería imposible de experimentar. La experiencia les ha llevado a preguntar por los otros cursos que organiza la marca alemana. Volkswagen, dentro de la Escuela 4Motion, organiza también un curso de conducción en nieve en Andorra y cursos de velocidad en los circuitos de Ascari, Jarama y Montmeló para jóvenes y conductores más expertos.
