Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sálvese quien pueda

Vigo, la ciudad sin souvenir ¿ni imagen de marca?

Hay muchas imágenes de Vigo pero quizás ninguna imagen consolidada ante el exterior. // FDV

"Nuestros museos son sarcófagos sellados. Peor que el museo de Tutankamon. En vez de guías hay guardajurados", se oyó decir sobre Vigo a Antonio Figueras, director del Instituto de Investigaciones Marinas. Alrededor de aquella gran mesa del hotel Ciudad de Vigo se reunían 22 tertulianos, todos Vigueses Distinguidos que estrenaban el primer coloquio del Café Vigués con su presidente, el ex juez decano Antonio Romero al frente. Habían sido convocados en torno a un interrogante, para que la tertulia no se fuera por los cerros de Úbeda y se le diera un sentido práctico al encuentro: ¿Tiene Vigo una imagen definida? A mí, el único vigués no distinguido de los presentes, me tocó hacer de moderador y plantear el tema. "Es un hecho indiscutible -dije- el valor que tiene la imagen de una ciudad, aquello que la identifica ante quienes no la conocen y les mueve a visitarla, aquello de lo que sus vecinos se sienten orgullosos o, en otro caso, aquello que desearían cambiar". Y, abierta la veda, no hubo tregua durante más de una hora en la que estalló una salva de opiniones de las que aquí, por no perderlas, reseño unas cuantas. "No hacemos adecuada imagen hacia el exterior -se le oyó decir a Ramón Villot, ex director de Radio Nacional de España y de la TVG-. Todas las informaciones a nivel nacional de Vigo se producen únicamente cuando hay alguna catástrofe. ¿Es eso lo único que tenemos que enseñar?".

"Es evidente que no, -intervino la sindicalista Carmen Segurana-, que tenemos muchas y muy buenas cosas de las que presumir, pero mucha gente no sabe apreciar todas las bellezas que atesora la ciudad, quién sabe si por apatía o fruto de nuestra forma de vivir". Gerardo González Martín, el periodista que atesora los ficheros más ricos sobre los vigueses, saltó al ruedo: "Es que, por no tener, en Vigo no tenemos un emblema, una marca de la ciudad". "Ni siquiera un souvenir que la identifique" pespunteó Carlos Mañas, experto en marketing y presidente de la ONG Solidarios Anónimos. Las referencias de la ciudad están dispersas, son como los vértices de un triángulo: el mar, el automóvil y la universidad (Luis Espada). Se pueden añadir el mejor microclima de España, el paisaje inigualable y, ya era hora, la accesibilidad desde cualquier lugar de España (Adriano Marques), pero es cierto que nos falta el elemento simbólico de la ciudad (Cipriano Jiménez).

¿Será que no sabemos vender lo que tenemos? preguntó María Teresa Ayala, fundadora de escuelas de diseño y moda. "Quizás sea -matizó el maestro y presidente del Banco de Alimentos Pedro Pereira-que cuando hablamos de lo nuestro sucede que los vigueses, la inmensa mayoría, no conocemos Vigo y, por tanto, no sabemos enseñarlo a quienes nos visitan, no tenemos la oportunidad de descubrir en muchas de nuestras calles, en algunos edificios, en bastantes monumentos la auténtica identidad de nuestra ciudad". "Echamos de menos un "protocolo de bienvenida", esa documentación que resuelva, al menos en parte, el desconocimiento de los visitantes, planos turísticos, testimonios históricos, rutas regulares con guías profesionales", se le oyó decir a Carlos Mañas. Y volvió a la carga el ex rector Luis Espada, el hombre que más encuestas ha encargado sobre los vigueses por su cargo de Defensor del Ciudadano: "Preguntémonos si 'lo nuestro' significa lo mismo para todos los vigueses. Hay que tener en cuenta la estructura urbana de Vigo, con una importante zona rural que rodea y supera demográficamente al centro de la ciudad, situación que determina una distinta escala de valores en uno y otro sector de la ciudadanía, diferentes prioridades y otras demandas de servicios y actividades".

"El Guggenheim en Bilbao; el Festival Internacional de Teatro Clásico en Mérida; Málaga, la Ciudad de los 36 Museos; el Concurso Internacional de Piano de Santander; la Ciudad de las Artes en Valencia; la temporada de Ópera de Oviedo?-dijo el psiquiatra Cipriano Jiménez con voz altisonante-. En Vigo no tenemos la catedral de Santiago, ni las Murallas de Lugo, ni la Alhambra, pero aquí, en una imprenta de la calle Real fue editada la obra más importante de Rosalía de Castro; el Conservatorio Superior de Música es el mejor de Galicia; pintores y escultores vigueses han conquistado fama internacional; escritores vigueses o adoptados ocupan lugares destacados en la literatura española. Luego podemos y debemos apostar por la cultura: la industria cultural es rentable en Francia y podría serlo aquí y el Ayuntamiento haría bien poniendo las bases de una política cultural que contribuyera a potenciar la imagen de la ciudad".

Otras muchas opiniones se vertieron, aquí de imposible cita.

Compartir el artículo

stats