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ESTELAEl resurgir productivo de Citroën

La planta viguesa del Grupo PSA Peugeot-Citroën comenzó en 1958 en una modesta nave situada en Las Avenidas y ahora es la fábrica modelo de la multinacional francesa

Óscar Fernández Puente, director del centro de Villaverde (Madrid).

El anuncio esta semana del lanzamiento de un nuevo modelo en la planta de PSA Peugeot-Citroën de Vigo supone otro hito en la historia de la factoría viguesa y abre un futuro esperanzador para la automoción gallega. Carlos Tavares, presidente del grupo, confirmó el pasado miércoles que la fábrica de Balaídos lanzará en 2020 un nuevo modelo de turismo, con una inversión previa de 640 millones de euros que facilitará una producción de entre 450.000 y 500.000 coches al año hasta 2026.

Ese nuevo modelo se suma al proyecto K9, la próxima generación de furgonetas de PSA y Opel (tres siluetas), adjudicado también a la factoría viguesa. Uno de los retos de la planta de Balaídos, en la que trabajan unas 6.000 personas, será precisamente compaginar la carga de trabajo entre las dos líneas desde el lanzamiento del proyecto K9 a finales de 2017 y hasta la llegada del nuevo turismo. Otro de los desafíos para el sector de la automoción de Galicia es la presión que ejercerán los proveedores instalados en el norte de Portugal y en Marruecos en el reparto de componentes.

El proyecto K9 se ensamblará en el Sistema 2, dotado con la primera plataforma modular eficiente del Grupo (la EMP2), en la que se montan actualmente los monovolúmenes C4 y Grand C4 Picasso.

A lo largo de sus casi 60 años de historia, la fábrica viguesa de Citroën ha sacado al mercado 32 modelos distintos de furgonetas y turismos. El primer vehículo "vigués" fue la mítica furgoneta Citroën AZU, fabricada entre los años 1958 y 1970, y el último ha sido el Nuevo Citroën C4 Picasso, uno de los seis modelos que produce en la actualidad la planta de Balaídos. Algunos de los vehículos fabricados en Vigo constituyeron todo un récord de ventas, como el Citroën Berlingo First o el Citroën Xsara Picasso, de los que se vendieron más de un millón y medio de unidades de cada uno de ellos.

De la primitiva producción de 400 vehículos al año en 1958 se pasó a producir más de medio millón de unidades al año. En estos 58 años de vida, Citroën Hispania pasó de disponer de una modesta nave en Las Avenidas a contar con una fábrica modelo dentro del grupo, algo que muy pocos podían prever cuando se aprobaba su instalación en la Zona Franca de Vigo.

Tras obtener la autorización del Gobierno de Franco para instalarse en España, la empresa Citroën barajaba dos posibilidades para ubicar sus instalaciones: la ciudad de Pamplona o la de Vigo. La opción navarra era en principio la favorita, pues contaba con importantes apoyos económicos tanto del ayuntamiento como de la Diputación Foral. Sin embargo, algunos empresarios vigueses empezaron también a mover los hilos para atraer a la ciudad a la firma automovilística francesa, apoyándose en las ventajas que ofrecía la Zona Franca creada diez años antes, y que hasta entonces apenas había entrado en funcionamiento.

Un papel decisivo en esas gestiones lo protagonizaron el empresario vigués Félix Santamaría y el primer secretario general del Consorcio de la Zona Franca, Ricardo Torres Quiroga. En agosto de 1956, Félix Santamaría se entrevistó en París con el entonces director general de Citroën, el Barón du Roure, al que explicó las posibilidades que ofrecía la ciudad de Vigo para la instalación de la factoría. A finales de ese año la compañía francesa anunciaba su interés por establecerse en nuestra ciudad y el 21 de marzo de 1957 el Consorcio de la Zona Franca aprobaba la petición de la multinacional francesa para instalarse en sus terrenos. La sociedad Citroën Hispania se constituyó el 2 de julio de 1957 y tras el acuerdo de la Comisión Interministerial fijó su domicilio social en la Zona Franca de Vigo para la fabricación en una primera fase de 40.000 furgonetas Citroën AZU, las populares dos caballos, 10.000 de ellas para el mercado nacional y 30.000 con destino a la exportación.

Primeros vehículos

El 10 de abril de 1958 se colocaba la primera piedra de la factoría en Balaídos. Mientras se acometían las obras, Citroën inició ese mismo año la actividad en una nave provisional situada en Las Avenidas, donde se encuentran ahora los jardines de Montero Ríos. Allí, casi de forma artesanal, comenzaron a fabricarse en 1958 las primeras furgonetas AZU, destinadas en su mayor parte a Marruecos.

La producción era de 400 unidades al año y el número de trabajadores de la fábrica ascendía a 140. El primer director de la factoría fue el ingeniero aeronáutico José María Pombo Angulo, otra de las personas que también había colaborado intensamente para conseguir que Citroën se instalase en Vigo. Al año siguiente entraron en servicio las primeras naves ubicadas en la zona de Balaídos y en 1961, ya en las nuevas instalaciones, la producción se elevaba a 3.600 vehículos al año mientras que la plantilla superaba los 500 trabajadores.

Con la entrada en la cadena de montaje del popular dos caballos familiar, la producción conjunta de ambos modelos ascendió en 1963 a 19.000 vehículos. Buena parte de la producción seguía exportándose al Norte de África, mientras que en España aumentaban las ventas, tanto a organismos oficiales como a particulares.

De acuerdo con las condiciones recogidas en su solicitud para instalarse en Vigo, Citroën Hispania se constituía con un capital inicial de cien millones de pesetas; el 45 por ciento era de capital extranjero, suscrito por la sociedad Citroën de París, que aportaba además la maquinaria necesaria. Desde un primer momento estaba previsto que el capital se fuese ampliando hasta alcanzar los 400 o 500 millones de pesetas.

En el proyecto presentado a la Zona Franca, la empresa se comprometía a construir naves industriales de 18.500 metros cuadrados, hasta abarcar una superficie de 120.000 metros cuadrados, a las que habría que añadir otras superficies para parques de materiales, pistas de pruebas, edificios administrativos, calles, etcétera, así como otros terrenos para posibles ampliaciones. El presupuesto de la primera nave ascendía a 40 millones de pesetas.

Pero sigamos con los modelos de Citroën fabricados en Vigo, que fueron sin duda los que contribuyeron al éxito de la factoría, con el consiguiente aumento de la mano de obra. Una prueba evidente del éxito de los modelos 2CV se encuentra en el hecho de que tanto el vehículo de carga como el familiar siguieron fabricándose en Vigo hasta 1982. En 1967, diez años después de haberse constituido la sociedad en Vigo, Citroën Hispania comenzó a fabricar la furgoneta AK-350, con una capacidad de carga de 350 kg. En 1968 la producción alcanzaba las 40.000 unidades. Ese mismo año se inició la fabricación del Dyane.

Otros nuevos modelos fueron saliendo de las naves de Balaídos en años sucesivos: Mehari (1969), GS (1971), CX (1976), Peugeot 504 y AYU (1977), 505 (1980), VD (1981), BX (1983)... hasta que en 1984 comenzó a comercializarse el Citroën C15, un modelo que marcaría toda una época, pues hasta el año 2003 salieron de la factoría más de un millón cien mil unidades en sus dos versiones.

Por citar algunos datos de producción, en 1986 ascendió a 142.366 vehículos, con una facturación de 125.865 millones de pesetas. La plantilla la formaban entonces 7.099 trabajadores. Ese mismo año de comercializó el modelo AX. Después vendrían el ZX 5P (1991), el ZX 3P (1992), Berlingo y Partner (1996), Xsara 3P y Xsara 5P (1997), Xsara Picasso (1999) y C4 Picasso (2006). Cabe destacar el éxito que han alcanzado en el mercado tanto el Berlingo y el Partner como utilitarios ligeros, así como el Xsara Picasso dentro de los monovolúmenes.

Otros datos significativos de la historia de Citroën en Vigo son la apertura de una fábrica en Ourense en el año 1972, la puesta en marcha de Indugasa un año más tarde y el acuerdo con Peugeot firmado en 1976, con la posterior producción del modelo Peugeot 504.

Modelos actuales

A la espera de los nuevos vehículo, la planta de Balaídos fabrica en la actualidad seis modelos diferentes: los Citroën C4 Picasso, Grand C4 Picasso, Berlingo y C-Élysée, y los Peugeot Partner y 301.

El Citroën C4 Picasso 5 plazas es toda una revolución en monovolúmenes. Con un estilo dinámico, robusto y atractivo, incorpora las más avanzadas tecnologías para una conducción cómoda y segura. El Citroën Grand C4 Picasso es el gran technospace de la marca. Junto con unas emisiones de CO2 récord, este modelo puede transportar hasta siete personas y ofrece una interfaz de conducción 100% digital. El nuevo Peugeot Partner es un ludovolumen dinámico y de una modularidad inédita con sus tres asientos traseros individuales o el nuevo techo Zénith.

Por su parte, el nuevo Citroën Berlingo integra prestaciones de los monovolúmenes y de las berlinas mientras consolida su identidad de vehículo polivalente. El nuevo 301 es una berlina compacta de tres volúmenes con vocación internacional. Integra los últimos códigos de estilo de Peugeot y propone un diseño con carácter y un aspecto moderno. El C-Elysée, destinado a los mercados internacionales de mayor crecimiento, es una berlina de tres volúmenes atractiva, robusta y espaciosa.

La adjudicación del nuevo modelo a la planta de Vigo supone todo un impulso productivo para el sector gallego de la automoción y garantiza el futuro laboral de miles de trabajadores hasta 2026.

Talento vigués en puestos de responsabilidad

  • En los últimos años, el grupo PSA Peugeot Citroën ha confiado algunos de sus puestos de responsabilidad a directivos vigueses o formados en la planta de Balaídos. El último de esos nombramientos fue el de José María Castro Covelo, que desde el pasado mes de marzo es el director de la planta de PSA en Mangualde (Portugal). Este vigués de 41 años había desempeñado distintas responsabilidades de gestión económica e industrial en PSA, tanto en Vigo como en París. El nuevo responsable de Mangualde llega a la planta en la fase previa de preparativos para el lanzamiento de la producción complementaria de los modelos que integran el proyecto K9, tres siluetas para Peugeot, Citroën y Opel. Castro sustituyó en el cargo a Hamid Mezaib, que había sido director del taller de Pintura de PSA-Vigo.En lo más alto de la estructura de PSA está Juan Antonio Muñoz Codina, el máximo responsable industrial del grupo en Europa, que anteriormente había sido director de los centros de Balaídos y Mangualde. Por su parte, Javier Varela Sobrado es en la actualidad vicepresidente ejecutivo de TPCA, la joint venture que mantienen PSA y Toyota para la fabricación de utilitarios urbanos en Kolin (República Checa); antes había sido director de la planta francesa de Sochaux y de la argentina de El Palomar. Otro gallego con cargo de responsabilidad en el grupo es José Manuel Fernández Cedrón, director de Relaciones Sociales y Humanas del Polo Ibérico.Alejandro González, que hasta el año hasta 2011 fue responsable de Montaje en Balaídos, es en la actualidad director industrial de Operaciones y Nuevos Proyectos para África y Oriente Medio, uno de los mercados considerados prioritarios por la multinacional francesa.El anterior responsable de la Unidad Técnica de PSA-Vigo, Óscar Fernández Puente, es ahora director del centro de producción de Villaverde (Madrid), mientras que Yann Martin, que pasó de responsable de Montaje (2011-2014) a director de PSA-Vigo, es desde enero de 2015 el director del Polo Industrial Ibérico del grupo, con responsabilidades sobre las plantas de Balaídos, Mangualde y Madrid.

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