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Gallegos en el Valle de los Caídos

En torno a cincuenta cadáveres de personas nacidas en Galicia han sido identificados, casi todos del bando nacional. La mayoría de familiares de los republicanos desconoce que sus parientes yacen en el panteón que Franco ordenó construir. Ninguna familia gallega ha solicitado la inhumación de restos

Vista del monumento del Valle de los Caídos (San Lorenzo del Escorial, Madrid).

Luis Collazo Docampo, nacido en Lavadores-Vigo el 20 de agosto de 1914, hijo de Balbina y Andrés, de profesión empleado de Campsa, fue "el primer falangista de Galicia caído". Es un dato que no aparece en ningún libro de Historia, pero sí en los archivos oficiales del Gobierno Civil de Pontevedra, concretamente en la solicitud del traslado de su cadáver al Valle de Cuelgamuros (antigua denominación del Valle de los Caídos) sellada y firmada el 20 de mayo de 1960 por el gobernador civil Rafael Fernández Martínez. Ocho días después, el 28 de mayo, un documento con registro de entrada en el Ministerio de Gobernación, da conformidad a lo solicitado y fija fecha del traslado "en el día de mañana (....) desde Vigo al Monumento Nacional de la Santa Cruz del Valle de los Caídos". Llama la atención la fecha y la causa del fallecimiento de Docampo que figura en los papeles oficiales: "asesinado el 7-2-1936", es decir, más de cinco meses antes del estallido de la Guerra Civil española.

Esta es una muestra de una parte de la documentación que maneja la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica en torno a la búsqueda de la identificación de las personas enterradas en el Valle de los Caídos, el macropanteón-monumento que Franco ordenó construir el 1 de abril de 1940, primer aniversario de la la finalización de la guerra, con objeto de "perpetuar la memoria de los Caídos" (los caídos de su bando, se sobreentiende).

Allí reposan hogaño los restos del Caudillo, también los de José Antonio Primo de Rivera,fundador de Falange Española, la de Collazo Docampo, y junto a ellos los de 33.833 personas más, de las cuales 21.423 están identificadas, y 12.419 son desconocidas. De estos últimos, lo más probable es que la mayoría de ellos no perteneciesen al bando nacional, al franquista, sino al republicano.

Sentencia histórica

Tal era el caso de Manuel y Antonio Lapeña Altabás, dos anarquistas enterrados en Cuelgamuros que han protagonizado, después de muertos, una sentencia histórica: un juez ha autorizado "la realización de las actuaciones pertinentes" para que sus restos sean exhumados del cementerio del Valle de los Caídos, donde fueron trasladados en 1959, y entregados al familiar que los reclama tras los análisis de ADN.

Que los hermanos Lapeña yacen en el Valle semeja comprobado; que los encuentren ya es otro cantar. Pero desde la ARMH muestran su satisfacción por la sentencia: "Es la primera vez que un juez falla a favor de las víctimas de la guerra civil", asegura su vicepresidente Marco Antonio González.

No era la intención inicial de Francisco Franco compartir su panteón con las víctimas del "otro bando" , del enemigo, pero las circunstancias dieron lugar a tan paradójica situación.

Dicisiete años después de aquel 1 de abril de 1940, el 23 de agosto de 1957, se creó la Fundación de la Santa Cruz para el Valle de los Caídos y se constituyó una comisión para estudiar cuestiones referentes a las operaciones de clasificación de los restos que hasta allí debían ser trasladados. Estaba previsto que todos los cadáveres que llegasen a Cuelgamuros deberían tener el consentimiento de traslado de los familiares. En dos años de gestiones, los encargados de reunir "caídos" consiguieron que el día de inauguración, 1 de abril de 1959, el Valle de los Caídos contase con 8.746 ingresos, una cantidad que salvó dignamente el acto pero que era a todas luces insuficiente para los deseos de grandeza del Caudillo.

Fue por ello por lo que, entre 1959 y 1971, se procedió a una ardua labor de "recaudación" de cadáveres, hasta reunir los que hoy representan el 99% de los enterrados. Ocurrió, no obstante, que entre ellos había miles cuyos traslados no habían sido consentidos por los familiares,la mayoría de republicanos, claro, pero incluso también de nacionales. Es por ello por lo que Marco Antonio González no duda en afirmar que "como no conseguían llenar, decidieron ir a las fosas de de los republicanos y se los llevaban desde allí. En el caso de Galicia, como ahí apenas hubo frente de guerra, lo más probable es que la mayoría de los familiares, unos de republicanos y probablemente otros de nacionales, desconozcan que sus parientes yacen en el cementerio del Valle".

El hecho es que en aquella locucra "recaudatoria" de restos humanos en doce años se abrieron 480 fosas en todas las provincias de España con la excepción A Coruña, Ourense y Santa Cruz de Tenerife. Al requerimiento del Ministerio de Gobernación de la época, numerosos municipios contestaron que no tenían muertos del bando nacional, pero sí fosas de republicanos. Las fosas comunes de vencedores y vencidos de las principales batallas de la guerra fueron las que más nutrieron las tumbas de Cuelgamuros.

Según la lista de sepultados en el Valle de los Caídos confeccionada por el Ministerio de Justicia, la provincia de Pontevedra figura a la cabeza de Galicia en el número de traslados de cadáveres a Cuelgamuros, con un total de 37, seguida de Lugo con 28. De las de Ourense y A Coruña no aparece registrado ninguno; sin embargo, la ARMH ha conseguido identificar a 16 coruñeses y 4 ourensanos, todos ellos trasladados desde las fosas abiertas tras batallas con la autorización correspondiente.

Distinto rasero

La consulta de la documentación procedente del Gobierno Civil facilitada a FARO DE VIGO por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica revela el distinto rasero con que se realizaban los traslados efectuados desde cementerios de la provincia. Mientras en unos casos abundan los datos y figura expresamente el consentimientode los familiares, en otros estos detalles brillan por su ausencia y se saldan con un S.I. (Sin identificar).

Algunos expedientes permiten incluso realizar una pequeña reconstrucción biográfica de la víctima. Veamos, sino, este escrito sellado en el Ayuntamiento de Cerdedo: "Luis Gutiérrez Torres, natural de Sotelo de Montes, Ayuntamiento de Forcarey, Provincia de Pontevedra, vecino de Cerdedo en la misma, nació el día 14 de abril de 1915, soltero, profesión Estudiante, terminó el Bachillerato en Junio de 1.936, pertenecía desde su fundación a la Juventud Católica de esta localidad, afiliándose a Falange Española y de ls JONS en el año 1934 y que por sus ideas falangistas fue encarcelado por los marxistas, siendo puesto en libertad cuando se inició el Glorioso Movimiento Nacional, incorporándose como voluntario en el BATALLÓN DE VOLUNTARIOS DE PONTEVEDRA en el mes de agosto de 1936, habiendo salido para elfrente de Asturias el día 15 de Septiembre del citado año, que con la 2a.. Compañía del Citado Batallón, que mandaba en aquel entonces el Capitán Don Arturo Carrillo Reguera, en donde permaneció hasta el día 27 de Septiembre del año de referencia en que halló gloriosa muerte por Dios, por España y su Revolución Nacional Sindicalista en la ocupación de Pravia (Asturias) habiendo recibido cristiana sepultura en el cementerio de esta localidad el día 30 de septiembre de 1936".

52 años sin noticias de "pepito"

  • José Balseiro, un lucense de Cervo del que, hasta hace cinco años, nada se sabía desde que, según asegura su familia, el capellán del pueblo, durante la guerra, les hubiese informado de que había muerto en un hospital de Sigüenza a consecuencia de "un tiro en la cabeza". Eso sí, en casa de los Balseiro se recibió un cuadro en el que se ensalzaba la valentía y heroicidad del caído. Fue la última noticia de "Pepito" y tendrían que pasar 52 años para que su familia se enterase de que sus restos habían sido trasladados al Valle de los Caídos. Evidentemente, a los Balseiro nunca se les pidió la autorización para el traslado del cadáver: ni siquiera sabían exactamente donde estaba enterrado ni antes ni después de la exhumación.Quienes sí sabían donde estaba enterrado su pariente eran los familiares del compostelano Santiago Casares y Pérez de Évora, un teniente de artillería asesinado a principios de agosto de 1936 cuando estaba preso en la Fortaleza de la Mora (Menorca), utilizada como cárcel por los republicanos. En una carta dirigida por un excabo al padre de Santiago se relata el encuentro que tuvo con él tras el arresto: "El 23 o 24 (de julio), estando yo barriendo, trajeron al teniente Casares detenido. Venía de militar con pantalón recto, sin correajes y bastante despeinado, así como también traía en el rostro señales de habers sido maltratado. Los de la guardia lo dejaron un momento solo mientras entraron en el cuarto de banderas y en esa oportunidad me dijo: Si sales de ésta, abraza a mis padres." En del 4 de agosto de 1936, Casares apareció muerto de un tiro en la nuca.

Identificados en las exhumaciones realizadas en los cementerios de la provincia de Pontevedra

  • -Angel Lorente Pérez-Alfonso Del Minguillón-Antonio Lavandeira Lago-Armando Vázquez Taboelle-Benito Pardo Méndez-Cecilio Ruiz Loizaga-Claudio Benito Fernández-Domingo Perano Núñez-Egidio Levoreiro González-Eustaquio Fenández Galilea-Fernando Rubio Estévez-Francisco Rodriguez Bote-Jesús Domínguez Sampedro-José Arregi Laso-José Barros Fuertes-José Fernández Espinedo-José Iglesias García-José López Álvarez-Juan Fernandez Sánchez-Julio Rodríguez Rodríguez-Luis Collazo Docampo-Luis Gutiérrez Torres.-Luis Jerez Sanmiguel-Luis Martín Sanjuan-Manuel Pérez Besado-Manuel Piñeiro Zúñiga-Manuel Rivera Gómez-Manuel Toro García-Manuel Urrutia Gutiérrez-Narciso Díaz García-Pedro Méndez Fuertes-Valentín Alonso Pérez-Valentín Mateos Marina-Vicente M. Losada Armejo-Victoriano Ortiz Merchones.*En Galicia solo se realizaron exhumaciones en cementerios de las provincias de Pontevedra (37) y Lugo (28). Sin embargo, también se han identificado los restos de 16 coruñeses y 4 ourensanos.

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