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ESTELAEsplendor de primavera en jardines de invierno

Los principales estilos de la arquitectura paisajística europea de los siglos XVII, XVIII y XIX arropan una flora en la que reinan las camelias, a la vera de ejemplares de algunos de los árboles más viejos del continente

Paseo de los jardines Quiñones de León (Vigo). // MARTA G.BREA

Galicia cuenta con algunos de los mejores jardines históricos de España, vinculados en su mayor parte a viejos pazos señoriales, y cuya existencia se remonta, en algunos casos, a más de 500 años atrás. A pesar de su mayoritaria identificación como "jardines de invierno", con la llegada de la primavera adquieren un esplendor de colores y aromas.

Del Pazo de Lavandeira al Quiñones de León

Aunque su actual estructura fue diseñada en el siglo XIX, el origen del jardín histórico del Pazo Quiñones de León, en el parque de Castrelos de Vigo, se remonta al antiguo Pazo de Lavandeira, una construcción levantada hacia 1670, años después de la fundación del mayorazgo por el capitán Juan Tavares en 1665. Esta familia permanece en la propiedad hasta el siglo XVIII en el que dejará paso a los Montenegro y, a comienzos del XIX al marquesado de Valladares. A finales del siglo XIX, la finca y el pazo son heredados por María de los Milagros Elduayen, VIII marquesa de Valladares, y su esposo Fernando Quiñones de León. El temprano fallecimiento de la marquesa hizo que el pazo pasase a manos de Fernando, IX marqués de Valladares. En 1918 éste perece sin descendencia dejando como herederos a su padre, quien el 12 de diciembre de 1924 decide donar al pueblo de Vigo la propiedad, condicionando su donación a que se dispusiesen en él un museo y un parque público.

Con una extensión de cinco hectáreas que incluye una ruta botánica de gran belleza, los jardines se trazaron a finales del siglo XIX, probablemente por la prestigiosa empresa lusa Jacintho Mattos, por orden del Marqués de Alcedo, y fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) en 1955. El espacio está dividido en cinco sectores: acceso, rosaleda, jardín francés, jardín inglés y bosque. Se aprecia así mejor el contraste entre los diversos estilos. Al pie de las ventanas del pazo, el jardín racionalista francés destaca por su simetría y la escultura vegetal del seto de boj. En la parte baja, el romántico inglés incluye caminos imprevistos y especies de crecimiento libre y elementos propios del orientalismo, como pabellones y pagodas a escala. Destaca el paseo con doble fila de camelias llamado Paseo de Odriozola en honor del estudioso de este género. En la zona más próxima al bosque se encuentra una línea de eucaliptos plantados en el año 1872.

Pazo Quiñones de León (Vigo)

Pazo de Oca, el Versalles gallego

Los orígenes del Pazo de Oca datan de hace 600 años, pero no sería hasta el siglo XVIII cuando, en verdad, podemos hablar del arranque del prestigio de sus jardines. Fueron Andrés Gayoso, I marqués das Penas, y su hijo Fernando, quienes procedieron a diseñar la construcción de los estanques que, aún hoy en día, pese a las numerosas transformaciones, siguen constituyendo el eje central en torno al cual se ordena el laberito espacial de los jardines. Pero sería a partir de la segunda mitad del siglo XIX, y merced a la iniciativa de Manuel Fernández de Henestrosa y María Encarnación Gayoso de los Cobos, cuando con rigor podemos hablar del "Versalles". Fueron ellos, herededos del marquesado de As Penas, quienes encargaron al jardinero del Palacio Real, Francisco Vié, una reforma de los jardines. La actuación de Vié afectó al patio, ordenado mediante borduras de césped y plantas, a los cuatro cuadros del jardín de la casa más cercanos a la capilla, al molino de los estanques y a la zona que se conoce como bosquecillo o Jardín de Vié, por ser el único espacio que se convserva hoy tal y como lo concibió este pasajista francés, jardín que forma un triángulo frontero con el acueducto, el paseo de las camelias y la presa de los arroyos.

Al siglo siguiente, en la década de los 20, el marqués de Camarasa, Ignacio Fernández de Henestrosa, corrigió parcialmente el diseño de Vié, borrando el carácter romántico que le había impuesto Francisco, para devolver a los jardines su original diseño formalista.

En la actualidad, es Ignacio de Medina, duque de Segorbe, quien se ocupa, personalmente de la dirección, diseño y cuidado de los jardines del Pazo de Oca. Su labor se ha centrado en un doble objetivo: respetar la evoluciónde los jardines en todos los estilos (renacentista, barroco y romántico que con armonía conviven en Oca) y conservar el doble carácter de jardín ornamental y de huerta productiva. Por ello, junto a las plantas más decorativas y ejemplares que son verdaderos monumentos botánicos conviven plantaciones tan aparentemente prosaicas (kiwis, manzanos, perales) que no hacen sino contribuir a acentuar la belleza de las otras.

Pazo de Oca (A Estrada)

Rubiáns, jardinesde señorío

La historia del pazo de Rubiáns hinca sus raíces en una fortaleza del siglo XII, a partir de la cual don García de Caamaño (fundador de Vilagarcía) construyó su residencia a principios del XV. Sin embargo, su ajardinamiento se inicia a finales del siglo XVIII, con el proyceto de jardinería del entorno más cercano al palacio y la zona conocida como estanque de las ranas. Sería en esta centuria y en la siguiente cuando se realizaron las más importantes actuaciones tanto de ordenamiento de los cultivos como de incremento de áreas ajardinadas, y asimismo se introdujeron especies que hogaño se han convertido en auténticos monumentos vegetales: magnolios, calocedros, criptomerias, eucaliptos, alcanfores, fresnos, araucarias, robles, alcornoques...si bien el del Pazo de Rubianes es, por encima de todo, un jardín de camelias. Es doña Paloma Rey Fernández-Latorre quien hoy encarna podríamos decir que el "alma" de Rubianes. Lleva 30 años dedicada a sus jardines y fue la protagonista de la recuperación de la finca tras los terribles incendios de 2006.

Pazo de Rubiáns (Vilagarcía)

Soutomaior, Historia con mayúsculas

La fortaleza original en cuyo entorno paseamos, data de los tiempos de Pedro Madruga (siglo XV), pero los precedentes del actual parque y jardines del Castillo de Soutomaior hay que adjudicárselos a los marqueses de la Vega de Armijo y Mos hacia 1870, época en la que deciden fijar allí su residencia de verano, y acometen la creación de unos jardines que sustituían a los antiguos campos de maíz. A principios del siglo XX es cuando se empieza a hablarde este conjunto ajardinado. De esa época datan algunos de los árboles más viejos del recinto, entre los cuales se encuentran castaños con más de 800 años de antigüedad. En 1982, la Diputación Provincial de Pontevedra adquiere la propiedad y comienza a llevar a cabo la rehabilitación, considerándose oportuna la conservación y mejora del parque y jardines existentes, así como la ampliación de los mismos, la creación de un bosque autoctóno, de un viñedo con variedades gallegas, de un bosque de castaños y, en ello sobresale actualmente, de una colección de camelias. También es de destacar la elección de árboles perennes que sobresalen por su magnificencia y la presencia de monumentales árboles como sequoyas, cedros variados, cipreses como el Lawson, el abeto del Cáucaso y pinos americanos. El agua, estanques y fuentes, marcan los principales paseos del recinto arbolado.

Pazo de Soutomaior

La Saleta, el estilo inglés

Situada entre los lugares de A Sobreira y Zacande (Meis-Pontevedra), la finca toma su nombre de la capilla que, dedicada a la Virgen de La Saleta, mandó levantar, entre 1863 y 1870, el coronel Severo Pérez Cardecid. En 1.721, Mateo Pérez de Caamaño, abogado con residencia en O Salnés, recibió en herencia la finca y edificó una casa. Ambas sería adquiridas, en 1967, por el matrimonio británico constituido por Margaret y Robert Gimson, quienes, con la ayuda de la prestigiosa arquitecta paisajista Brenda Colvin, crearon un jardín de estilo inglés con especies traídas de todo el mundo. Considerado, según el Comité Español del Programa Hombre y Biosfera de la Unesco, "una de las más importantes colecciones privadas de España", está integrado en la Ruta de la Camelia. Magnolias, rododendros, acacias y especies más raras procedentes de Australia, Nueva Zelanda o Sudáfrica dan vida a este lugar único y diferente cada época del año. El jardín se extiende a lo largo y ancho de cinco hectáreas incluyendo la parte dedicada al bosque, donde alternan robles, eucaliptos y alcornoques que rodean el palomar.

Desde 1996, el pazo y su terreno son propiedad de Blanca Coladas, que ha abierto la finca al público. Pasear por sus senderos de hierba es un regalo incluso en los meses de lluvia, pero los días de verano la dueña ofrece la posibilidad de preparar un pic-nic para disfrutar en alguno de los claros.

Cada año, decenas de botánicos de todo el mundo peregrinan a este lugar de cuento lleno de rincones idílicos donde crecen ejemplares singulares como los magnolios de hoja caduca, o los raros rododendros del Nepal, que dan flores amarillas. Blanca y su hija Silvia atienden personalmente a los visitantes y guían el paseo, dando detalles sobre las diferentes variedades de plantas, árboles y flores.

Pazo de La Saleta (Meis)

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