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ESTELACon treinta y tantos y en casa de los padres

Al paro y la precariedad laboral se suma el elevado precio de la vivienda

Uno de cada cuatro jóvenes gallegos de entre 16 y 34 años se encuentra en el paro. // Gustavo Santos

Los jóvenes gallegos no lo tienen fácil a la hora de emanciparse. De hecho, hay 65.000 personas de entre 30 y 34 años que siguen viviendo con sus padres. Una cifra que se eleva a casi 300.000 entre la población de 16 a 29 años. Al paro y la precariedad laboral se suma el elevado precio de la vivienda, que, aunque ha bajado en los últimos años, sigue siendo prohibitivo para la mayor parte de la juventud gallega. Algunos que se habían independizado se han visto obligados a volver a casa de sus padres tras perder su puesto de trabajo o no poder pagar un alquiler.

Algunos datos del Observatorio de Emancipación, que elabora el Consejo de la Juventud de España, ponen de manifiesto las dificultades que encuentran los jóvenes para independizarse de sus padres, incluso en el caso de que tengan un empleo fijo, que no suele ser lo habitual. Por ejemplo, un joven gallego menor de 30 años necesitaría un salario un 72,5% más alto para poder comprar una vivienda libre, cifra que se eleva a un 87,6% si vive en la provincia de Pontevedra. Los jóvenes de 16 a 29 años que se aventuran a comprar o alquilar un piso se ven obligados a dedicar a ese pago más de la mitad de su sueldo. En el caso de los mayores de 30 años el esfuerzo de adquirir una vivienda en propiedad se lleva una cuarta parte de su salario.

El informe, con datos del primer semestre de 2015, sitúa a Galicia como la segunda comunidad autónoma donde menos jóvenes se emancipan, solo el 17,8% cuando la media nacional está en el 20,8% y en Baleares se eleva al 27,5%. El Observatorio de Emancipación constata que son las personas jóvenes de 25 a 29 años y los hombres jóvenes los colectivos que han retrasado más sus procesos de emancipación residencial respecto al año anterior. Aprecia también que la tasa de emancipación de la población joven en España ha ido disminuyendo desde 2008 y con especial ímpetu en los últimos años.

Se estanca la emancipación

Este progresivo retraso en la emancipación de los jóvenes ha coincidido con el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera y la consiguiente recesión económica. Como notas propias de Galicia, este último informe del Consejo de la Juventud destaca que "la escasa participación de las personas jóvenes en el mercado laboral junto con la disminución anual del número de ocupados de 16 a 29 años han sido factores determinantes del estancamiento de los procesos de emancipación residencial". Además, el Observatorio señala que en la comunidad gallega se ha producido "un incremento de la temporalidad muy superior al del conjunto de España".

En Galicia, la emancipación en solitario es menos frecuente que en la media de comunidades y la presencia de hogares unipersonales es comparativamente mucho más baja que en el conjunto de España. En cuanto al nivel de formación de la población joven gallega de menos de 30 años, es ligeramente superior al de la media de España: el 59,7% de la población joven tiene estudios secundarios postobligatorios o superiores. Además, cerca de la mitad de la población joven con menor nivel formativo, estudios secundarios obligatorios o primarios, sigue formándose.

El 30,5% de la población de 16 a 29 años que no cursa estudios está emancipada y entre las personas jóvenes que prosiguen con la formación la tasa de emancipación es del 7,3%. Según los datos de los que se dispone, el colectivo joven que con más frecuencia emprende la emancipación residencial son las personas de 16 a 29 años con estudios universitarios, el 23,5% de las cuales se ha emancipado.

Menos paro,más temporalidad

La tasa de paro de las personas jóvenes de menos de 30 años, del 34,3%, es ligeramente inferior a la media de las comunidades españolas. Entre los jóvenes de 30 a 34 años la tasa de paro baja al 22,4%. La evolución anual muestra una fuerte disminución del número de personas jóvenes activas, del 9,71%, y una disminución del número de personas jóvenes ocupadas, del 3,22%. Sin embargo, el dato positivo ha sido la fuerte disminución del número de personas jóvenes desempleadas, del 20,00%, en los últimos doce meses.

Más de la mitad de la población joven desempleada de la comunidad, el 51,5%, lleva un año o más en búsqueda de empleo sin éxito, un 15,55% menos que hace un año. "La cronificación del desempleo es ligeramente mayor entre los hombres jóvenes y las personas de más de 25 años", apunta el informe.

Los datos sobre precariedad laboral entre las personas jóvenes de Galicia muestran un retroceso anual en las condiciones laborales de la población asalariada de menos de 30 años. Tanto la sobrecualificación como la temporalidad laboral han experimentado un ligero aumento en los últimos doce meses. De hecho, el porcentaje de contratos temporales entre los jóvenes de 16 a 29 años que trabajan se eleva al 59,4%. Un dato significativo es que el 94,2% de los contratos del segundo trimestre de 2015 en este grupo de edad fueron temporales. En cuanto a la sobrecualificación, más de la mitad de los jóvenes gallegos asalariados tiene puestos de trabajo que requieren una menor cualificación que la que poseen.

La participación en el mercado laboral de las personas con estudios universitarios de Galicia es inferior en 6,4 puntos porcentuales a la media de España. Se observa también que la tasa de desempleo de las personas jóvenes con estudios superiores, del 25,4%, es ligeramente más alta que la reflejada en el conjunto de comunidades. En la actualidad, el 27,1% de las personas jóvenes de 16 a 29 años en paro de Galicia tiene estudios universitarios.

La estimación de datos de 2015 sobre los flujos migratorios entre autonomías muestra que Galicia forma parte del grupo de comunidades que tienen un saldo migratorio interautonómico negativo: son más las personas jóvenes de Galicia que emigran a otras comunidades autónomas que las que se establecen en Galicia provenientes de otras regiones de España. El balance anual de la movilidad entre las distintas comunidades refleja una pérdida de 2,8 personas por cada 1.000 habitantes de 16 a 29 años y una fuga de 3,9 activos/as por cada 1.000 residentes de 30 a 34 años.

Capacidad adquisitiva

El informe del Observatorio de Emancipación señala que la capacidad adquisitiva de las personas jóvenes de Galicia es inferior a la media de España. De hecho, el salario medio de un joven gallego es el tercero más bajo de España. El 65,9% de la población joven de menos de 30 años carece de salario y dos de cada diez hogares compuestos por jóvenes de la comunidad no tienen ninguna persona ocupada. En 2014, la tasa de pobreza de la población joven de menos de 30 años era del 35,2%, porcentaje ligeramente inferior a la media de España.

En el último año, el mercado inmobiliario de Galicia ha experimentado una evolución divergente; mientras que los precios de la vivienda en alquiler han disminuido un 1,89%, los de compraventa de vivienda se han incrementado un 0,25%. El coste de acceso a la vivienda en la comunidad para las personas jóvenes asalariadas es inferior a la media de comunidades. La emancipación residencial en solitario es prácticamente inviable para la población joven de Galicia. Una persona joven asalariada que quisiera acceder a la vivienda en compra o alquiler en la comunidad debería dedicar más de la mitad de su sueldo a hacer frente al pago de la renta de alquiler o la cuota hipotecaria. Según el Observatorio de Emancipación, en la actualidad apenas hay diferencia entre el coste de acceso a la vivienda en propiedad y alquiler para los hogares jóvenes.

Luisa Tilve Bermúdez.

36 años, pontevedra.trabaja

"Con lo que gano,

me daría para pagar el alquiler, pero nada más"

Luisa Tilve no podía imaginar que, tras conseguir su primer empleo a los 17 años, casi veinte años después aún continuaría viviendo en casa de sus padres. Y es que esta pontevedersa titulada en FP en la rama de Peluquería, no ha dejado de encontrar trabajos a lo largo de estos años, de hecho ahora mismo también trabaja de reponedora en unos grandes almacenes, pero ninguno de los sueldos que ganó le permitieron hacer realidad uno de sus más anhelados deseos. "Hace poco más de dos años -cuenta- estuve a punto de hacerlo. Por primera vez en mi vida tenía un contrato indefinido, trabajaba en una peluquería,y opté por el alquiler de un piso de protección oficial, pero cuando ya tenía la solicitud preparada, me despidieron...". La situación se le ha vuelto más difícil todavía que hace años: "Tengo que competir en el mercado laboral con gente más joven que yo, de veintipocos años. A ellos sí les podría venir bien un sueldo como el mío pero, a mí, con lo que gano podría darme para pagar un alquiler de los más modestos, pero para nada más". "Vivir con mis padres -finaliza- se ha convertido en mi única opción.¡Y a Dios gracias!"

Gerardo Roa Cívicos.

33 años, redondela. en paro

"Envío curriculums todos los días, pero

ya ni me contestan"

A fe que no es por falta de experiencia laboral por lo que que Gerardo Roa está en paro desde hace más de dos años. Desde que rebasó los 20, ha trabajado de cobrador de peaje en la autopista, de albañil, de vigilante de seguridad en un parking, en los frigoríficos del puerto, en las brigadas de obras del Concello, como reponedor en unos grandes almacenes...También ha realizado un curso de asistencia a personas mayores: "La verdad -dice- es que sigo intentándolo, de hecho lo hago día a día, porque todos los días envío curriculums a las ofertas de trabajo que me encuentro, pero últimamente no es que me lo nieguen o que me den largas...¡Es que ya ni me contestan!". "Y -añade- las pocas veces que, por lo menos, acceden a hacerme una entrevista laboral, la respuesta es casi siempre la misma: "Bueno, ya le llamaremos". Vivir en casa de sus padres, así pues, se ha convertido en inevitable para este redondelano que, aunque confiesa que "con ellos estoy muy bien, no tengo problemas", reconoce que "soy consciente de la edad que tengo, por eso me gustaría tener un trabajo con un sueldo que me permitiese independizarme".

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