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CONTRAPUNTO

Ginebra, escaparate mundial del automóvil

Ginebra, escaparate mundial del automóvil

A lo largo de toda España, de toda Europa, son muchos los salones del automóvil que buscan un hueco en un sector tan competitivo como este. Como en todo, siempre hay categorías, y si hablamos de "Champions", hay que traspasar las fronteras nacionales para viajar a Ginebra, París o Franckfurt. Sin embargo, también dentro de esta supercategoría hay niveles, y Ginebra ha logrado acaparar la atención de todos los fabricantes.

Las semanas previas al inicio del Salón de Ginebra, todas las marcas apuran las presentaciones de sus nuevos modelos, dejando para el Salón a lo más de lo más. El sector apuesta por Ginebra, y por ello los aficionados a los coches no deberían perderse ese mundo. Las jornadas de prensa son agotadoras, con ruedas de prensa a horas intempestivas y presentaciones a altas horas de la madrugada. Es Ginebra, escaparate mundial del automóvil.

La edición de este año viene cargada de novedades. Si en anteriores ediciones los prototipos se llevaban el protagonismo, en esta ocasión toman la palabra modelos que en muy poco tiempo vamos a ver por las calles. Modelos en los que los fabricantes apuestan por los motores gasolina y alternativos, anticipándose a algo que no va a tardar mucho tiempo en llegar, y no es más que la demonización de los motores diésel. Muchas ciudades europeas están preparando planes para eliminar estos vehículos de las carreteras, por lo que más pronto que tarde esas medidas llegarán a nuestro país.

La semana, además del Salón de Ginebra, trae buenas noticias con los resultados de ventas del mes de febrero, en donde se han conseguido los mejores resultados de un mes de febrero desde 2008. Un 12,6% de aumento con respecto al mismo mes del año pasado, sumando treinta meses consecutivos de incremento de ventas. La patronal de fabricantes confirma la previsión de ventas para 2016 de un millón cien mil unidades, aunque ahora hace una salvedad al referirse a la inestabilidad política que vive el país y si el Gobierno que resulte elegido no mantiene la confianza de los consumidores en el crecimiento económico previsto por los próximos años, podríamos tener un estancamiento y un año negativo y frenar la buena racha.

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